Primero, definir que ocio es una palabra bastante común, pero con un significado que muchas veces sobrepasa la concepción tradicional. Según Dumazedier (1966), el ocio es el conjunto de operaciones a las que el individuo puede dedicarse voluntariamente, sea para descansar o para divertirse; para desarrollar su información o formación desinteresada; su voluntaria participación social o su libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales.
Tradicionalmente en el Ecuador el término ocio y su significado ha sido un tanto distorsionado, y se lo interpreta desde una concepción peyorativa, es decir, donde se entiende que una persona ociosa, es una persona que generalmente no hace, ni produce nada.
Por otro lado, existe una confusión entre la concepción de ocio y tiempo libre, muchas veces se piensa que es lo mismo, a esto, Sebastián de Grazia (1966), afirmaba que ocio y tiempo libre viven en dos mundos diferentes: “Nos hemos acostumbrado a pensar que son lo mismo, pero todo el mundo puede tener tiempo libre, y no todos pueden tener ocio. El tiempo libre es una idea de la democracia realizable; el ocio no es totalmente realizable, y, por tanto, es un ideal y no sólo una idea. El tiempo libre se refiere a una forma explícita de calcular una determinada clase de tiempo; el ocio es una forma de ser, una condición del hombre, que pocos desean y menos alcanzan”.
En otras palabras se podría decir, que a diferencia del tiempo libre que es objetivo, medible y cuantificable, el ocio es una vivencia específicamente humana, que ha de conectarse necesariamente a nuestra vertiente personal y subjetiva en la que resulta difícil cuantificar los momentos y los efectos de las vivencias. Un ejemplo típico de tiempo libre es la hora de almuerzo en la jornada laboral, tienes una hora o menos para comer, ese espacio de tiempo es medible y objetivo, tienes una hora y vas a comer, si fuese ocio, respondería a tus necesidades de formación, diversión, etc.
En este sentido, el turismo se encuentra íntimamente ligado al ocio, ya que generalmente la práctica de turismo se realiza cuando las personas están libres de obligaciones, esto quiere decir, después de cumplir con jornadas de trabajo y generalmente en vacaciones. Existen empresas dedicadas a actividades de entretenimiento, que en el argot turístico, son conocidas como empresas de ocio y entretenimiento, incluso los mismos hoteles prestan los referidos servicios, uno de los más comunes son los casinos.
Para 2013 en Ecuador existían alrededor de 21,032 empresas relacionadas a la actividad turística de ocio y recreación, para el 2015 ya eran alrededor de 25,672 empresas dedicadas a actividades de recreación. (MINTUR, 2015)
Lo que se busca con este pequeño escrito, es introducir al lector en términos comunes para las personas involucradas en la actividad turística, pero que quizá para el lector, que no conocía, probablemente tenía una concepción diferente, más bien ligada a la idea peyorativa de la palabra ocio.
Sócrates decía que “los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones”, añadiría a esto, son el mejor tiempo para hacer turismo.