Lo inolvidable en Chavín de Huantar fue, además de ver la figura de “El Lanzón”, la narración del guía sobre la imitación del rugido del jaguar que hacían las aguas debajo de la plaza principal en la que aparecía el sacerdote o máximo representante de la cultura Huari.
El Centro Ceremonial de Chavín de Huántar, fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1985. Se estima que su construcción, con forma de pirámide trunca, comenzó alrededor del año 1200 a.C., y habría sido utilizado como centro ceremonial hasta el 500 a.C. Está ubicado en el Callejón de Conchucos y es accesible a través de una carretera asfaltada desde Huaraz, la capital de Ancash.
Al inicio del recorrido destacan las cabezas clavas incrustadas en las paredes. Posteriormente se ingresa a una galería, de muy difícil acceso y totalmente oscuro. El guía indica que existen ductos que, además de transportar aire, modifican la luz y el sonido. Y es en dichas condiciones que aparece “El Lanzón”, construido en granito con 4.53 m de altura, denominado así por su forma de punta de proyectil; sin embargo, se trataría de un “Wanka” o piedra sagrada que simula la forma de un colmillo o “Dios sonriente”. Es probable, porque aún continúan las investigaciones, que se trate de un centro donde culminaba la preparación de sacerdotes, los sumos representantes de dicha cultura, pero también un centro de adoración.
Luego se traslada a una plaza muy grande o Plaza cuadrada, construida sobre desviaciones de aguas con acueductos que permitían imitar sonidos, diversos, entre ellos del jaguar, como máxima exclamación de adoración a los dioses. Hoy en día, no es posible disfrutar de dicha imitación. Confío que algún día lo puedan lograr.
El acondicionamiento turístico, para recibir visitas sin riesgo contra la vida y salud y completa salvaguardia del recurso cultural, fue priorizado por el MINCETUR, lo cual permitió mejorar el acceso, señalización e iluminación diurna y nocturna por el año 2002. Posteriormente se priorización varios proyectos de inversión, los cuales no llegaron a ejecutarse. Uno de los factores fue, porque al tratarse de un patrimonio de la Humanidad, cualquier intervención requiere de los permisos de la UNESCO, los cuales, no por engorrosos ni exigentes, deben ser cumplidos mayormente por el Ministerio de Cultura, entidad que se ha convertido en el principal freno de la ejecución de proyectos de acondicionamiento turístico.
Como ejemplo, se debía mejorar el centro de información, boletería y zonas de descanso, para lo cual el Ministerio de Cultura solo asignó poco más de 20 metros, cuando el requerimiento lo superaba ampliamente.
Otro factor fue que la construcción del museo priorizada por el MINCETUR, a través de Plan COPESCO Nacional, pasó a ser una competencia exclusiva del Ministerio de Cultura; esto es, solo dicha entidad puede construir museos en el Perú. Y así Chavín de Huantar se encuentra esperando las inversiones necesarias para su conservación y acondicionamiento para el disfrute de los turistas nacionales y extranjeros.
Siendo que el monumento arqueológico conserva bastante bien la infraestructura primigenia, es posible disfrutar de su formidable arquitectura y bien montadas piedras con figuras deslumbrantes todos los días del año y cuando se recupere la normalidad. Además, en el lugar se puede encontrar hospedajes y restaurantes gestionados por pobladores locales quienes ofrecen lo mejor de su cultura y cosecha.