En la actualidad no se ve una marcada tendencia y no hay viajes turísticos frecuentes al espacio, pero está claramente definido que en un futuro cercano estos viajes formarán parte de los paquetes ofrecidos por distintas agencias.
Se entiende como turismo espacial: “Viajes y estancias que realizan personas que no son astronautas profesionales al espacio exterior, formando parte de misiones espaciales tripuladas. Para esto requiere un entrenamiento específico y un desembolso de fuertes sumas de dinero para poder realizarlo.”
Sin embargo se define al astronauta como el profesional que lleva a cabo su trabajo en el espacio ultraterrestre, que tripula una astronave o que está entrenado para este trabajo. Para lo cual todo aquel que viaje en una nave espacial y a toda persona seleccionada para un viaje espacial.
En cuanto al aspecto económico, nace ya una gran diferencia entre unos y otros, ya que el turista espacial debe desembolsar grandes sumas de dinero para poder permitirse el lujo de viajar al espacio y el astronauta cobra un sueldo ya que bajo su responsabilidad se encuentra el turista espacial.
Para los astronautas dejar la Tierra y viajar al espacio significa meses de entrenamiento, bajón emocional, preparación psicológica para cualquier adversidad, aislamiento del resto del mundo, falta de reconocimiento económico, emociones fuertes, miedo…. El viaje al espacio es una experiencia tan cargada de adrenalina como de temores. Y sin embargo, se entiende que por parte del turista espacial sus sentimientos son más de adrenalina y pasión por descubrir algo nuevo, una experiencia única, un viaje a lo desconocido.
Durante el viaje espacial, estos científicos son más que nunca dueños de cada uno de sus movimientos y responsables de las personas que llevan a su cargo. Si algo sale mal, desde aquí abajo sólo pueden recibir consejos; las decisiones finales son exclusivamente de ellos. Hoy en día la preparación de un turista espacial debe ser muy similar a la de un astronauta, igual que se habla de la misma aplicación de leyes para una astronauta y para un turista espacial.
Las condiciones a que se encuentran sometidos los tripulantes de cápsulas espaciales son muy distintas a las que reinan sobre la superficie terrestre. Una vez superadas pruebas, análisis y test psicológicos, entran en una fase de continua vigilancia, que hace imposible que cualquier perturbación orgánica o psíquica que los afecte deje de ser diagnosticada rápidamente por sus cuidadores.
Las pruebas físicas van desde comprobar la resistencia a las súper gravedades, hasta la minuciosa determinación del ritmo cardiaco, encefalogramas, análisis de sangre, orina, etc.
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Aspectos importantes a considerar:
1. Una parte muy importante de la preparación es la nutrición. Beber o comer de la forma habitual es una operación imposible en el espacio. Sólidos y líquidos flotan libremente. El Skylab ha permitido que por primera vez los astronautas estadounidenses comieran en el espacio casi como en su casa, ya que éste llevaba una cámara de preparación de alimentos que era una combinación de despensa, cocina y comedor. Un congelador les permite disponer de alimentos congelados, previamente cocinados.
2. El uso del agua está descartado. La limpieza de las manos y del cuerpo se realiza con toallas especiales, empapadas de una sustancia de base amoníaco; la orina pasa a un depósito que descarga directamente al espacio gracias a una pequeña bomba manual, y los desechos sólidos son almacenados en saquitos de plástico con sustancias antibacterianas, para su análisis químico al regreso.
3. Los ejercicios preparatorios son muy intensos y la salud debe ser de hierro. Por eso, para el viaje espacial se seleccionan personas que no sean propensas a sufrir enfermedades ni tengan claustrofobia.
4. El acercamiento a ellos sólo está permitido tomando ciertas medidas de seguridad, como vestirse con unos trajes apropiados y cubrirse la boca con una mascarilla. Las revisiones médicas son frecuentes.