MAYAIMI es el vocablo indio, del que parece proviene el nombre de Miami, que significa algo así como agua grande. Se refirieran al mar, a los pantanos o a los lagos que le rodean, la vinculación de Miami con el agua es evidente.
Las películas y series de televisión la encumbraron a la categoría de ciudad del deseo para miles de turistas. Si bien Miami ya había “posado” para films como “Con faldas y a lo loco” o “James Bond contra Goldfinger”, fue la serie “Corrupción en Miami” la que popularizó una ciudad que ha seguido interesando a directores de cine y al resto del mundo.
Tanta popularidad ha contribuido, quizá, a desvirtuar la esencia de la ciudad, si alguna vez la tuvo. Hoy es un lugar en el que viven, en zonas tan bellas como privadas, los más pudientes de todas las profesiones, muchos procedentes del mundo del espectáculo. Fuera de eso, en Miami Beach se concentran los turistas que a lo máximo que pueden aspirar es a subirse en uno de los muchos tours que pasan, importante distancia de por medio, delante de estas mansiones.
Durante hora y media el tour de Miami Aquatours, una de las muchas posibilidades que salen desde Bayside, comienza surcando las aguas del mayor puerto de cruceros del mundo, compartidas en las primeras millas por contenedores, veleros y adictos a los deportes naúticos. Después, a derecha e izquierda del barco de dos plantas –la segunda con toldo y ambas con aire acondicionado-, van apareciendo Star Island, Palm Island e Hibiscus Island, las principales islas en las que los famosos han construido sus viviendas, que en más de un caso han ido cambiando de dueño o actualmente permanecen en la venta.
Supera los 15 millones de dólares el precio de la casa de Antonio Banderas, la mitad que la de los Stefan, que también son propietarios de negocios en Miami Beach. Julio Iglesias, Shakira, Noemi Campbell, Ricky Martin, Will Smith.. disfrutan, o han tenido posibilidad de hacerlo mientras no las han vendido, del lujo que muchos otros persiguen.
Esos 25 dólares que cuesta el crucero, y a los que hay que sumar la propina ya que según advierten de ello depende el salario de los guías, permiten un paseo agradable salpicado de anécdotas y curiosidades contadas con más o menos acierto y gracejo. Un paseo que no garantiza ver con detalle las viviendas pero sí, unas buenas vistas y maravillosa panorámica del skyline.
Pero, sin lugar a dudas, el punto que más atención concentra en Miami es Miami Beach, con su extenso arenal ocupado de hamacas y sus aguas turquesas. Ocean Drive, donde se encuentra la mansión en la que Versace fue asesinado, es otro «must»; para compras está Lincon Road y en la zona de Art decó es opcional realizar un tour. Sin embargo nada, a mi juicio, justifica los altos precios de los hoteles con precios 5 estrellas y servicios de dos, muchos de ellos. Esa es la razón por la que muchos visitantes se ven obligados a pernoctar en otras zonas donde se obtiene mucho más por menos precio.
El aeropuerto se encuentra a una media hora de Miami Beach, siempre que el tráfico no lo impida. A esa asumible distancia se encuentra Element Miami Doral, un hotel de la cadena Marriot que se resarce con precios combativos y servicios de calidad, incluyendo una mini-cocina, con todos los utensilios necesarios, en la habitación.
La ubicación, con acceso directo a la carretera principal, es ideal para acercarse, andando si se desea, a los cercanos outlets porque, no olvidemos, una de las razones por las que los turistas viajan a Miami es también la de realizar compras. A sabiendas de ello, el hotel ofrece traslados gratuitos no sólo al aeropuerto, sino también al centro comercial.
Si destaca por algo este moderno hotel de 105 habitaciones, entre ellas 34 suites, y cercano al aeropuerto, es por la amabilidad de los empleados y la limpieza de las instalaciones, que cuentan con una pequeña piscina compartida con otro hotel de la cadena. Otro punto a favor es que la tarifa incluye parking y no hay tasa de resort, elementos que suben los precios hasta el infinito en la playa.
Habitación. 
Patio.
A diferencia de los hoteles de Miami Beach, donde todo son extras, Element Miami Doral, ofrece agua y café gratis en habitaciones y recepción, lugar que sirve al tiempo de comedor para los desayunos, momento en que se transforma en un pequeño gastro en el que las tortitas se hacen al momento al gusto del cliente, que puede repetir cuantas veces lo desee.
