Por mucho tiempo se consideró el turismo oscuro y tanatoturismo una puerta cerrada dentro del fenómeno turístico pero progresivamente se ha consolidado como una tipologia frecuente y apetecida a nivel mundial, en parte por el papel que desempeñan plataformas digitales como Youtube, Netflix, Amazon Prime Video y otros. Antes de profundizar, cabe resaltar que existe una gran diferencia entre turismo oscuro y tanatoturismo, de acuerdo con Light (como se citó en Alvarado y Romero, 2017): “El turismo oscuro se emplea como una categoría general para cualquier tipo de turismo que se vincula con la muerte, el sufrimiento, la atrocidad, la tragedia o el crimen” mientras que “el tanatoturismo es más específico, y se refiere a los viajes realizados desde épocas antiguas que son motivados por el deseo concreto de un encuentro con la muerte”. Eso sí, ambos tipos de turismo hacen parte del segmento de turismo cultural ya que dentro de los principales intereses del viajero es conocer la historia de los lugares que visitan y cómo estos han estado marcados por la muerte, la destrucción y lo oculto en general.
Se cree que esta puerta se mantuvo cerrada en el turismo en parte por la religión; tabú; su asociación a lo mítico o porque es visto como información morbosa. Sin embargo, no se trata de un producto turístico novedoso, sino más bien una práctica histórica, basta con revisar algunos textos de historia para constatar que en la Edad Media se acostumbraba a asistir a peregrinaciones con el fin de acercarse a las tumbas de quien ellos creían sus santos, o la clásica visita a la ciudad de Pompeya donde sus habitantes fueron sepultados a causa de la erupción del Vesubio. En cambio, se cree que el reciente crecimiento se debe a la masificación de las plataformas digitales sumado a factores como la hipermovilidad y la accesibilidad digital de nuestro tiempo. Ejemplo de esto es el éxito de la serie Dark Tourism de Netflix la cual es narrada y dirigida por David Farrier, un periodista neozelandés, que investiga el turismo oscuro como fenómeno global, buscando conocer las motivaciones que llevan a las personas por tener unas “vacaciones fuera de lo común” que les permita vivir sensaciones en espacios natural y socialmente asociados a la muerte, destrucción, dolor, peligro y sacrificios sin poner en riesgo su vida necesariamente.
Profundizando en este modelo turístico, es de resaltar que se ha diversificado en torno a las sensaciones, combinando la historia con experiencias, transformando la manera de tratar la muerte, lo macabro y el desastre, adquiriendo un valor de comercialización cada vez mayor y dejando considerables ingresos económicos. Y aunque algunos relatos sean difíciles de creer, no hay que desconocer cómo las plataformas digitales se han convertido en la posibilidad de acceder al mundo de la información desnudando lo mítico, la muerte y la catástrofe motivando cada vez más a los viajeros a empacar sus maletas.
A estas alturas, no hay que hacer caso omiso al gradual crecimiento que está teniendo esta tipología en el fenómeno turístico pues como todas las actividades turísticas, posee un impacto en los espacios que se desarrollan, modificando, alterando y hasta modelando dinámicas de los lugares. ¡Ya se abrió la puerta que por mucho tiempo estuvo cerrada en la industria de entretenimiento turístico…un campo emocionante y por mucho que investigar!
Bibliografía
- Alvarado, I.; Romero, S. (2017). Turismo y consumo del espacio en Janitzio durante la Noche de Muertos. Teoría y Praxis núm. 24, 69-100.
- Farrier, D. (2018). Dark tourist. [serie de Netflix]. Nueva Zelanda: Razor Films Fumes.