Se avecinan las vacaciones de semana santa y todos o la gran mayoría estarán planeando a dónde salir. ¿Cuál será el mejor destino para visitar este año? ¿La playa o el balneario al que se acostumbra, o un lugar nuevo por conocer?
Cualquiera que sea el destino a elegir no olvides ser un turista o un prestador de servicios responsable.
Recordemos lo sucedido el año pasado en la Playa del Amor en el Parque Nacional Islas Marietas, Nayarit, que fue cerrada durante 5 meses debido a que fenómenos naturales y malas prácticas turísticas afectaron las colonias de coral en la zona. Después de esos 5 meses de restauración la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas la reabrió al público con estrictas disposiciones para evitar nuevamente el daño al ecosistema.
Las medidas que se implementaron para el acceso son:
- Sólo se permite la entrada a un máximo de 116 personas al día.
- Cupo máximo por embarcación de 15 personas.
- La estancia máxima será de 30 minutos.
- El acceso será por un corredor marcado por boyas, usando obligatoria y únicamente cascos y chalecos flotadores.
- No se permite bucear y se prohíbe el uso de aletas para evitar impactos con los arrecifes de coral.
- Además se promoverá la cultura de la conservación a través de las buenas prácticas para visitantes y contará con estudios de capacidad de carga.
¿Qué medidas estarán tomando otros destinos turísticos para evitar que suceda la degradación del entorno natural?
El cambio climático está sucediendo, las consecuencias están presentes día a día, aunque se han implementado estrategias para reducir el impacto ambiental en materia turística, nosotros mismos de manera particular debemos responsabilizarnos de nuestros actos, cualquiera que sea el destino que elijas para estas próximas vacaciones recuerda cuidar el lugar al que llegas, no destruyas la naturaleza, respeta a la flora y fauna, recoge tu basura, sé parte de actividades recreativas que no sean agresivas con el entorno, compra productos a los artesanos locales, así también ayudas de manera directa a la economía de las personas; como prestador de servicios, hay que respetar la capacidad de carga y hay que invitar al turista a ser amigable con la naturaleza.
¿Por qué poner en riesgo el acceso a un destino que tanto disfrutamos? Cuando podemos disfrutarlo mucho tiempo más, siendo responsables para que nuestros hijos y sus hijos también lo conozcan y lo disfruten, hay que predicar con el ejemplo.
¡Es nuestro hogar, cuidémoslo!