Todavía hay tiempo. Hasta el 30 de junio, podemos degustar un magnífico Menú especial dedicado al lechazo, corderito u oveja que todavía mama, en el restaurante El lagar de Isilla de Aranda de Duero (Burgos), dentro del marco de las XIX Jornadas Gastronómicas del Lechazo Asado. El lechazo es, indudablemente, uno de los platos estrella en todo Castilla y León, adonde no se puede ir ni volver sin haber probado esta delicia. Pero es seguramente en la provincia de Burgos y en concreto en Aranda de Duero, tierra de Denominación de Origen del vino de Ribera del Duero, uno de los mejores de España, donde comprobaremos hasta qué punto el lechazo asado es una gran delicia gastronómica.
Aprovechando que vamos a comer, podremos tener la oportunidad para descubrir una bonita ciudad castellana, con un centro histórico de callejuelas muy animadas, un puente medieval muy interesante y una espléndida Iglesia gótica de gran belleza, la de Santa María La Real, que ya preludia el esplendor gótico de La Catedral de Burgos, capital de la provincia. Sin olvidar el gran reclamo turístico de Aranda compuesto por los siete kilómetros de bodegas subterráneas que rodean el casco histórico, parte de las cuales podremos ver si vamos al Restaurante El Lagar de Isilla.
Fundado hace 25 años, El Lagar de Isilla, uno de los 8 establecimientos que participan en las Jornadas Gastronómicas de Aranda de Duero, es un lugar único por su historia, su simpatía y sobre todo por su maestría a la hora de elaborar el lechazo asado, reconocido en grandes guías como la Michelín. Aunque este sea, sin lugar a dudas, la estrella de su cocina, la carta presenta también especialidades micológicas, además de muchos otros productos de gran calidad como los vinos, fundamentalmente de la Ribera del Duero, algunos elaborados por ellos mismos.
José Andrés Zapatero lleva este negocio de solera y tradición con gran profesionalidad y sabiduría, junto a su hija Beatriz, verdadera alma del restaurante. Grandes conocedores de la gastronomía y enología castellanas, la familia ha añadido a su establecimiento original del centro de Aranda de Duero, otro situado a 18 kilómetros en el pueblecito de la Vid, pero mucho más polivalente. Aquí, no solo encontramos otro magnífico restaurante, más grande, donde celebrar eventos de todo tipo, sino un hotel enológico (con habitaciones temáticas originalísimas alrededor del mundo del vino), una bodega y multitud de actividades, alrededor de los caldos castellanos.
El Lagar de Isilla (lagar es el lugar donde se aplastaba la uva) hace gala de su nombre con la pequeña bodega subterránea que todos los comensales que acudan a comer pueden visitar gratuitamente. Un espacio muy curioso donde reposan más de 500 vinos de diferentes bodegas de Ribera del Duero y de otras regiones de España y el extranjero, especialmente bien conservados dadas las características de temperatura, silencio, etc del lugar. Además hay fotos de la historia del vino, del Restaurante y del nuevo complejo en el pueblo de La Vid, anteriormente citado.
El Menú especial que ofrece el Lagar de Isilla, durante estos días, es potente por su calidad y por su búsqueda de innovación gastronómica. Cabe reseñar que aquellos que vayan fuera de estas jornadas podrán seguir degustando su excelente lechazo pero no este estupendo menú a un precio muy competitivo de 40 euros.
Compuesto por 5 gastrotapas de lechazo que nos van presentando diferentes partes del animal, cocinadas con mucho gusto, en los entrantes, el Menú tiene como plato principal una paletilla y costillar de lechazo asado tan tierno y en su punto que se derrite en la boca, junto a una ensalada de lechuga de Medina, rica y fresquísima, ideal como acompañamiento. El lechazo está elaborado en un horno de leña a la vista de todos los comensales, como no podía ser de otra manera. Un postre de tarta de hojaldre con crema y nata y un vino tinto intenso y violáceo tempranillo de Ribera del Duero, de 5 meses en barrica, el “122 días de El Lagar de Isilla Roble”, elaborado por los dueños del restaurante completan el Menú, siendo perfecto para maridar con el lechazo.
Las gastrotapas, muy ricas en su conjunto, tienen una presentación y un gusto de primer nivel, además de ofrecernos la posibilidad, muy novedosa, de probar varias partes del lechazo que habitualmente no se comen de forma tan genuina. Los entrantes están compuestos por: unos garbanzos de Valseca con gelatinosas manitas de lechazo (muy sabrosa la salsa y muy conseguido el plato en su conjunto); una esencia de lechazo (hojaldre con puré de patatas y bolitas de pierna de lechazo), que resulta un poquito seco; una rica asadurilla (hígado) de lechazo guisada; unas mollejas a la plancha con cebolla al PX (vino Pedro Ximénez), con un toque agridulce y, finalmente una brochetita de riñones de lechazo, muy rica, acompañada de patatas paja.
El lechazo que coma todo aquel que se acerque al Lagar de Isilla será un producto con denominación de Castilla y Léon, lo que estará garantizando su frescura. Normalmente, el lechazo que llega a la mesa no tendrá más de dos días desde el momento del sacrificio del animal. Seguramente, en las XIX Jornadas Gastronómicas del Lechazo Asado, podemos comer en muchos sitios de calidad pero lo que está claro es que si nos decidimos por El Lagar de Isilla, será un éxito total para nuestros paladares. Un lugar seguro en Aranda para comer bien, avalado por un cuarto de siglo de amor por el lechazo.