El patrimonio edificado de ciertas ciudades se ha convertido en verdaderos íconos, algunos incluso a nivel internacional, lo que les ha convertido en motivadores de viaje para los turistas con la intención de conocerlos; es tal el interés que generan, que son un elemento imprescindible entre los atractivos que integran el turismo cultural.
Sin embargo, el término patrimonio ha sufrido con el tiempo un radical cambio en su conceptualización, al pasar de tan solo la herencia de los bienes que hacían los padres a sus descendientes (el yo particular), a un nosotros colectivo, donde ciertos bienes alcanzan una dimensión social como representación de hechos y procesos culturales de épocas anteriores, y se vuelven propiedad de toda una comunidad. Así, el patrimonio abarca un amplio espectro de paisajes y entornos que van desde lo natural a lo urbano, y desde lo construido a lo artificial. Hoy día se puede denominar patrimonio “desde Disneyland hasta el Museo del Holocausto, desde las guerras de los Balcanes hasta los disturbios de Irlanda del Norte, desde los recuerdos de Elvis hasta los Mármoles de Elgin” (1).
De esta manera, también la religión constituye una parte de todo el patrimonio disponible y utilizable:
“El patrimonio religioso o sacro inmueble es un subgrupo temático que puede definirse en función del destino o uso que una comunidad hace de dicha construcción. Los edificios destinados a la morada de los dioses son la arquitectura sacra por excelencia” (Gudefin 96–97)
Un hecho indudable es que, los sitios sagrados son espacios generadores de turismo, puesto que acuden a ellos personas por diferentes motivaciones, desde los fieles que asisten como parte de las creencias u obligaciones que le son impuestas por su religión, hasta aquellos que arriban en busca de vivir una experiencia trascendental, e incluso otros llegan atraídos por el valor cultural o natural que se conserva en ese espacio sagrado.
También la peregrinación a sitios sagrados ha constituido en una manera de hacer turismo a sitios religiosos, naturales o construidos, que hoy son reconocidos como atracciones culturales o patrimoniales. De acuerdo con el estudio Future for Religious Heritage realizado en Europa en el año 2014 “cuatro de cada cinco europeos consideran el patrimonio religioso monumental como un elemento esencial de la identidad europea que debe preservarse para el futuro (Aulet and Vidal 240).
En las últimas décadas, “los sitios religiosos están siendo transformados en sitios turísticos por los esfuerzos de marketing de las agendas promocionales” (Olsen 99).
Muchas catedrales, templos y mezquitas han llegado dar identidad y reconocimiento a nivel mundial a los lugares donde se encuentran ubicados, incluso varios han logrado obtener el distintivo de patrimonio mundial.
Estos espacios, como producto del marketing y la promoción turística que se hace de ellos, llegan a recibir millones de turistas cada año; por ejemplo: la Catedral de Notre-Dame recibió 14 millones visitantes en 2018 (EuropaPress), la Basílica de San Pedro alcanzó los 11 millones (Staff), la Catedral de Colonia 6 millones (“Der Dom in Zahlen”), la Mezquita Azul 4 a 5 millones (MemphisTours)… son solo algunos referentes del uso que la industria del turismo hace del patrimonio religioso.
El potencial que tienen en sí mismos las edificaciones y espacios religiosos, no es suficiente para convertirles en un espacio turístico; de acuerdo con Gudefin, la potencialidad turística de un bien depende de tres variables, atractividad, aptitud y disponibilidad, y a su vez cada una se mide por tres indicadores.
VARIABLE | INDICADOR |
Atractividad | *Cualidades Intrínsecas *Conocimiento del usuario acerca del bien *Preferencias de los usuarios |
Aptitud | *Capacidad de uso *Satisfacción de usuario *Capacidad de integración |
Disponibilidad | *Física *Temporal *Administrativa |
Enfoque turístico, potencialidad. Fuente: (Gudefin)
Es indudable que el patrimonio edificado religioso es capaz de atraer turismo durante todo el año, sin embargo, hay patrimonio inmaterial como son las festividades de Semana Santa, Navidad, la Candelaria, etc., que también mueven gran cantidad de personas, mostrando la riqueza cultural que existe en cada lugar.
Aprovechemos la posibilidad que brinda el turismo para difundir la cultura y preservar el patrimonio tanto edificado como inmaterial.
Bibliografía
- Aulet, Silvia, and Dolors Vidal. “Tourism and Religion: Sacred Spaces as Transmitters of Heritage Values.” Church, Communication and Culture, vol. 3, no. 3, Sept. 2018, pp. 237–59, https://doi.org/10.1080/23753234.2018.1542280
- “Der Dom in Zahlen.” DER DOM IN ZAHLEN, https://www.koelner-dom.de/erleben/der-dom-in-zahlen. Accessed 6 Aug. 2020
- EuropaPress. “Notre Dame, Entre Los Monumentos Más Visitados y Fotografiados.” Epturismo, Europa Press, 2019, https://www.europapress.es/turismo/mundo/noticia-notre-dame-monumentos-mas-visitados-fotografiados-mundo-20190416134044.html
- Gudefin, Lisandro. “Diagnóstico de La Potencialidad Turística Del Patrimonio Arquitectónico Religioso En Mar Del Plata.” FACES, vol. 12, no. 27, 2006, pp. 95–110
- Hall, C. Michael. “Dissonant Heritage: The Management of the Past as a Resource in Conflict.” Annals of Tourism Research – ANN TOURISM RES, vol. 24, no. 2, Dec. 1997, pp. 496–98, https://doi.org/10.1016/S0160-7383(97)80033-3
- Lowenthal, David. The Heritage Crusade and the Spoils of History. First, Cambridge University Press, 1996
- MemphisTours. “Mezquita Azul En Estambul | Mezquita Azul.” MemphisTours, https://spain.memphistours.com/Turquia/guia-de-viajes-de-turquia/lugares-turisticos-estambul/wiki/la-mezquita-azul. Accessed 6 Aug. 2020
- Olsen, Daniel H. “Heritage, Tourism, and the Commodification of Religion.” Tourism Recreation Research, vol. 28, no. 3, 2003, pp. 99–104, https://doi.org/10.1080/02508281.2003.11081422
- Staff. “In Crescita Il Turismo Religioso. San Pietro a Roma Accoglie Ogni Anno 11 Milioni Di Visitatori | L’Italo-Americano – Italian American Bilingual News Source.” L’Italo Americano, 2019, https://italoamericano.org/turismoreligioso-italia/