El Qhapac Ñan fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2014 para promover el desarrollo sostenible de las comunidades a través de su empoderamiento y autogestión.
A requerimiento de la UNESCO, se crea en Salta (Argentina) las Unidades de Gestión Provincial y locales (UGL), de cada sitio declarado; ello derivó a una serie de nuevas relaciones y situaciones comunitarias distintas, y sumado a esto, la presencia del turismo que obliga, en el caso de la comunidad de Santa Rosa de Tastil a repensarse para alcanzar este binomio de conservación- uso responsable autogestionado.
La implementación del Qhapac Ñan en Santa Rosa de Tastil se hizo tras un proceso de estudios y abordajes comunitarios liderados por referentes locales y técnicos designados.
La UNESCO planteaba que la gestión se realizara desde las bases, es decir, la comunidad, aunque las realidades locales difirieron mucho unas de otras y eso hizo que no hubiera una única fórmula de gestión y eso retrasa de alguna manera las decisiones integradas nacionales.
En el caso de Argentina se planteó una red de unidades de gestión multisectoriales, integrales y representativas en los tres niveles de poder: nacional, provincial y local, lo que aseguraba la autogestión con un sentido de abajo hacia arriba que permitía el empoderamiento a través de la toma de decisiones desde el ámbito local al nacional y supranacional.
Es así que la conformación de las unidades de gestión local (UGL) se iniciaron como un espacio de comunicación y concertación comunitaria e igualitaria entre los pobladores locales.
La unidad de Gestión Local en Santa Rosa de Tastil forman parte activamente de las decisiones que se toman en torno al sitio declarado y otros aspectos que son de relevancia para la comunidad. Si bien han ido cambiando sus integrantes, también es cierto que con el paso del tiempo van fortaleciendo su lugar de decisión, es así que muy lentamente van concretando los objetivos por los que han sido creadas por decreto provincial 1746 en el año 2014, producto también de procesos largos de concertación y aprendizaje sobre este nuevo modelo de gestión local patrimonial integrada.
La comunidad de Tastil es una comunidad frágil tanto a nivel de formación técnica, de composición demográfica debido al continuo éxodo juvenil. En el pueblo propiamente dicho viven apenas 25 personas, cuando se suman los lugareños de los alrededores, llegan a ser 150. Cuenta con escuela, puesto sanitario, correo, un puesto policial y una iglesia, no cuenta con servicios de electricidad, a excepción de algunas familias que poseen equipos de energía solar, no hay servicios de venta de combustible, ni señal de telefonía celular, ni servicios bancarios.
Su economía es básicamente de subsistencia y de un turismo de baja calidad, ya que es una localidad de paso y las visitas no duran más de 30 minutos, sumado a que son excursiones gestionadas por empresarios de otros lugares.
Actualmente están en un auge lento pero sostenido de visitación al sitio arqueológico lo que hace urgente una planeación sostenible, respetuosa, viable e integrada a la comunidad que permita un desarrollo local genuino.
La puesta en valor del sitio arqueológico tastileño a través de la declaratoria, hizo que la comunidad se re- mirara, poniendo en valor su función: no solo como herederos de una cultura, ni como habitantes vecinos de un lugar en donde vivieron ancestros importantes culturalmente, sino como decisores de su presente y de su futuro, como el de sus hijos.
Las UGL como espacio de concertación y decisión necesitan tiempo para que se consoliden, necesitan trabajo, compromiso y tiempo de maduración, todas acciones a largo plazo y de base; pero por sobre todo están siendo conscientes del empoderamiento logrado para decidir en qué momento y de qué manera desarrollar el turismo, sobre la base del consenso comunitario, sin importar las presiones ni las argumentaciones de autoridades locales, provinciales e internacionales, como de los empresarios multinacionales.