Sin lugar a dudas, sea cual sea la motivación, todos amamos salir a vacacionar, ya sea a una playa, a un pueblo mágico o simplemente a descubrir nuestra ciudad, México cuenta con destinos para todos los gustos.
Nuestro país es uno de los más visitados a nivel mundial, y tanto los turistas locales como extranjeros disfrutan de los múltiples destinos y productos turísticos que ofrece. Es por ello que no es sorprendente saber que, durante los últimos siete meses, donde el tema principal en el mundo ha sido la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2, esta industria se ha postulado como una de las más afectadas. Cada día se publican múltiples noticias y artículos que hacen referencia a la gravedad del panorama que se vive, sin embargo, debemos tener presente el potencial que tiene la actividad turística para mejorarlo poco a poco.
Desde el primer momento en que el coronavirus llegó a México, los expertos comenzaron a estudiar el impacto que esta situación provocaría en el ámbito de la salud para tomar las medidas necesarias y proteger a la población de una forma eficaz. Uno de los primeros grandes cambios fue la disminución e incluso cancelación de viajes en cualquier medio de transporte, además del inicio de una “cuarentena” para intentar contener el número de contagios. Estas acciones, por supuesto trajeron un efecto inmediato en todas las actividades relacionadas al turismo.
Hoy, a poco más de seis meses de este drástico cambio, pareciera que el peligro comienza a ceder y las personas que antes pensaban en sobrevivir, intentan retomar su vida de la forma más adecuada posible: ir a trabajar, visitar a sus seres queridos y, ¿por qué no? a distraerse y tomar un tiempo de recreación, eso sí, con las precauciones debidas. Quienes acostumbraban a viajar vuelven poco a poco a hacerlo, y los lugares destinados al esparcimiento reabren sus puertas paulatinamente. Esto representa una gran oportunidad para el turismo y para todos aquellos que formamos parte de él, puesto que, con enfoque y esfuerzo, este conjunto de actividades podría convertirse en uno de los mayores impulsores económicos y sociales para nuestro país.
Una de las tantas cualidades de la industria turística es que siempre busca estar a la vanguardia y cumplir con las tendencias, así como adaptarse a las necesidades que se presenten. Es por ello que las actividades no se detuvieron del todo, pues miles de empleados de aeropuertos, hoteles, restaurantes y demás establecimientos, aprovecharon la etapa de confinamiento para planear el ajuste a las nuevas reglas, las modificaciones y tomar las medidas necesarias; todo ello con la finalidad de recibir de nuevo a los turistas.
Cada trabajador que ha puesto el esfuerzo de acondicionar los establecimientos y cada entusiasta que ha comenzado a viajar, son ejemplo de que la actividad turística puede ser un impulsor fundamental para que nuestro país se levante de esta crisis económica generando ingresos. En cuanto a la crisis social, es bien sabido que salir y crear tiempo de calidad, puede contribuir al bienestar de una población que pudo tener repercusiones debido al estrés representado por estos meses de alerta continua.
Hoy más que nunca debemos recordar lo que el turismo representa para nuestro país, lo que nosotros podemos hacer por reactivar las actividades y continuar. Es verdad que aún hay riesgo y que nuestras acciones deben ser cautelosas, pero cada cosa que hagamos por levantarnos contribuirá a una mejoría. Debemos tener presente el gigantesco aporte del turismo a nuestra economía y que, aunque nos queda un camino largo por delante, podemos volver a tener un buen nivel de afluencia.
Como turistas o como empleados de turismo, sigamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, recordemos los aspectos que nos hacen enorgullecernos de México y cada lugar que nos ha hecho amar nuestro país. Sigamos soñando, sigamos apoyando a esta industria y tengamos presente que pronto volveremos.