turistas-con-binoculares

El turismo son historias, las historias son emociones, las emociones son personas.

Si tomamos en cuenta que el turismo lo realizan personas y que éstas como tal son un conglomerado de emociones que inciden en sus decisiones, entonces el asunto revierte una gran complejidad en la que interactúan memoria, percepción y pensamiento, funciones cognitivas estrechamente vinculadas a nuestro lado emocional.

Y hablo de esto porque el tema que quiero abordar está íntimamente relacionado con los cambios que luego se traducen en tendencias en el mundo del turismo: la experiencia turística.

¿Por qué la experiencia turística?

Porque no sólo es el producto o el servicio, sino lo que vive el turista, lo que constituye el eje central en el que habría que trabajar constantemente  y no es un asunto menor, puesto que esto determina la presencia y competitividad de quienes intervienen en la actividad turística.

Recordemos que la experiencia turística inicia desde que se planea un viaje y luego incluye el viaje hacia el sitio, las conductas asumidas por el turista en el lugar de destino, el regreso a casa y finalmente la recolección de las memorias del viaje. Es por ello que quiero enfatizar aspectos relevantes a los que debemos prestar especial atención si queremos causar un gran impacto en el usuario y lo más importante, generar el efecto “yo quiero estar allí”:

1. Experiencia auténtica

Si se habla de esto es porque ahora la gente trata de salir de los circuitos prefabricados de hotel, paquetes y actividades que aparentemente simplifican y aprovechan tiempos de una estancia, la tendencia aquí es que lo que se busca en una genuina inmersión en el destino elegido, hacer algo de que hace la gente local y escuchar sus historias personales, la autenticidad implica un regreso fuerte de lo que representa el contacto humano en el turismo.

2. Experiencia que promueva la autorrealización

El viaje ha dejado de tener la función tradicional del descanso y ocio unicamente. Si recuerdas la pirámide de necesidades propuesta por Abraham Maslow, en la cúspide de ésta se encuentra la autorrealización y es ahí hacia donde se dirigen las intenciones de muchos al viajar puesto que lo que están buscando es crecer como persona, aprender y tener experiencia que los enriquezcan como seres humanos.

3. Experiencia Personalizada

Los viajeros exigen ser atendidos en forma personal, no como segmentos o grupos de un mercado que han sido previamente clasificados y que por ello se da por sentado que ya se les conoce. Así que no es una cuestión tecnológica o de marketing, es humana.

Así que tengamos siempre presente que la experiencia es el medio para calor profundo a los turistas y crear viajes inolvidables, con las que te recuerden y quieran repetir.

Dinos tu opinión

Por Nery Ricalde Sarabia

Licenciada en Administración de Empresas Turísticas por el Instituto Tecnológico de Mérida. Amante de la historia y patrimonio cultural de México.

Facebook2k
Twitter203
Instagram649
Tiktok234