El presente ensayo no pretende ser una discusión alrededor de la conceptualización del turismo comunitario, es por tanto, un llamado de atención acerca de la importancia de comprender la diferencia entre las relaciones humanas de carácter comunitario, con su contraparte, las relaciones humanas de carácter societario. Cuya finalidad es servir como instrumento para evaluar y posteriormente comprobar, si las organizaciones que se autodenominan como turismo comunitario, realmente lo son, o son organizaciones de carácter mayoritariamente societario.
Antes de dar inicio con la explicación de las diferencias sustanciales entre comunidad y sociedad, es importante aclarar qué se entiende como turismo comunitario y describir ciertas nociones esenciales. Existen múltiples y diversas definiciones, en las cuales referenciaré algunos autores más no los citaré debido a que no es la finalidad del presente escrito, por tanto, encontramos definiciones de autores como Carlos Maldonado, Ernest Cañada, la Organización Mundial del Turismo, de diversos ministerios de turismo de distintos países, entre otros. Concordando los anteriores autores en las siguientes características:
- Es una organización empresarial sustentada en propiedad comunitaria.
- Los beneficios económicos deben ser repartidos para proyectos y/o iniciativas comunes.
- Las decisiones entorno a la administración y gestión de la iniciativa, deben ser tomadas con carácter democrático y participativo.
- El turismo no debe sustituir a las prácticas económicas ancestrales y principales de la comunidad.
- Se fomenta un mayor encuentro intercultural entre turista y anfitrión.
Así mismo, es muy importante mencionar que el turismo comunitario no es una tipología de turismo, es por lo tanto una forma de gestión comunitaria de las tipologías. Por ejemplo: ecoturismo comunitario, turismo comunitario rural, turismo comunitario urbano, agroturismo comunitario, etc. Es así que las iniciativas de turismo comunitario pueden adoptar cualquier tipología e inclusive pueden adoptar múltiples y diversas.
Teniendo claridad sobre las nociones básicas de lo que se concibe como turismo comunitario, se describirá las diferencias esenciales entre las relaciones humanas comunitarias y las relaciones humanas societarias, teniendo como referencia el pensamiento del sociólogo Ferdinand Tönnies[1] quien hace una distinción entre lo que él denomina la Gesellschaft (Sociedad) y la Gemeinschaft (Comunidad).
Entre comunidad y sociedad existe una gran diferencia en la forma como cada una realiza y hace sus acuerdos, es decir, sus compromisos sociales, económicos y políticos. Referente a las relaciones societarias, estas establecen sus acuerdos con base en contratos legales Tangibles que comprometan a cada una de sus partes a responder y ser castigados por la legislación política, si es el caso de haber incumplido con lo acordado. Mientras que en el caso de las relaciones comunitarias, los acuerdos se basan en la confianza mutua y en el compromiso que envuelve a cada una de sus partes, es así que es innecesario un contrato físico para hacer cumplir lo acordado, por tanto el acuerdo es meramente Intangible.
Así mismo, la noción de lo que es correcto e incorrecto (moral) varia de igual forma. En la comunidad, la moral es expresión de las tradiciones, creencias religiosas y costumbres, por tanto, su moral es más fuerte y cohesionada, o sea, no varía con el paso del tiempo ni por decisiones e intereses particulares. Mientras que en el caso de la sociedad, la moral está basada en la opinión pública, y tiende a variarse por el paso del tiempo y por decisiones políticas e inclusive económicas. A manera de ejemplo, hace algunos siglos la esclavitud no era concebida como un acto incorrecto, puesto que fue un eslabón clave en el proceso económico de aquel entonces, mientras que hoy en día es rechazada y castigada por gran parte de la sociedad.
La distinción más importante que hace Ferdinand, es acerca de la forma como la sociedad y la comunidad se mantienen unidas y en orden. Por un lado, la comunidad basa su organización en las tradiciones ancestrales y en sentimientos de unidad y fraternidad, por tanto, cada individuo es una persona interdependiente al grupo y sus relaciones con los demás se basan en la cooperación y ayuda mutua para beneficio colectivo. Mientras que en el caso contrario de la sociedad, su organización se glorifica bajo el papel de un gobierno (Estado) que los regule y los controle, mediante contratos y legislaciones, por consiguiente, el orden se basa en el miedo mutuo, en relaciones de conflicto y particularmente de competencia, es así que los individuos toman un papel independiente y con intereses particulares y egoístas.
Finalmente, Tönnies menciona tres formas como las relaciones humanas comunitarias se pueden presentar:
- La comunidad de sangre, que hace referencia a vínculos sanguíneos y de parentesco.
- La Comunidad de lugar, que hace referencia a vínculos ligados con cercanías espaciales y de vecindad.
- La Comunidad de espíritu, que hace referencia a vínculos ligados a sentimientos de camaradería, y a sensaciones de pertenencia a un grupo.
Con esta explicación acerca de las diferencias entre comunidad y sociedad, es importante comprender que en el turismo comunitario es significativo concebir lo que realmente es comunidad, puesto que es común encontrar en algunas iniciativas autodenominadas como turismo comunitario, prácticas que se asemejan a relaciones de carácter societario, lo que en consecuencia afecta tarde o temprano en el buen desarrollo y funcionamiento de la iniciativa de turismo, y lamentablemente, podría afectar en los vínculos y en las escasas relaciones comunitarias que en ellas existan.
[1] Sociólogo alemán reconocido por teorizar las diferencias existentes entre los tipos de relaciones humanas. (Comunidad y sociedad) descritas en su obra “Gemeinschaft und Gesellschaft” de 1887.