Hace poco tuve la oportunidad de conocer a fondo el programa del Buzón Turístico implementado por la Subsecretaría de Planeación y Política Turística. Cuando leí sus requisitos y bases de convocatoria me pareció que justamente había aparecido una gran iniciativa que le hacía falta al gremio. Si tomamos en cuenta que hace más de 40 años, el modelo turístico se basó en un enfoque de beneficiar a la inversión extranjera de grandes millones de dólares y que en su gran mayoría esta se concentró en la puesta de hoteles en los destinos de sol y playa; si a eso le sumamos que no gozamos con el mejor desarrollo para la creación de productos turísticos, y la falta de políticas claras para apoyar a proyectos de menor escala o MYPYMES turísticas, creo que un poco de atención a las propuestas de ciudadanos, académicos, profesionales, asociaciones o colectivos en pro de la actividad, nos caía con demasiado optimismo.
De igual manera, hace poco me enteré de la iniciativa para la recuperación de las playas públicas. El 32% de las costas mexicanas está en manos privadas. El gobierno mexicano denomina como bien federal los 20 metros de playa adentro desde la línea del mar. La confusión está en que los propietarios de grandes hoteles y propiedades con vista al mar pueden solicitar los derechos sobre esa parte, pero lo que no pueden hacer es limitar el acceso.
Escuchaba y leía sobre estas iniciativas y me encontraba contenta de que se visualizaban propuestas contundentes y específicas para la industria. Sin embargo, hay otras cuestiones que han sembrado la semilla de la incertidumbre como nunca antes:
Se le ha dado el tiro de gracia al Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), el organismo que prácticamente realizaba la estrategia promocional y de marketing para la nación. Esto definitivamente tiene molestos a varios. 284 votos a favor, 157 en contra y 5 abstenciones fue el saldo en la Cámara de Diputados para darle sepultura final al CPTM. Pues el fondo de donde provenía el sustento era del Derecho de No Residente (DNR), sin embargo ahora la ruta de este dinero es hacia la construcción del Tren Maya. Si de promoción se trata, ahora habrá una combinación de esfuerzos promocionales que estarán a cargo de las embajadas y consulados, así como la estrategia de Operación Toca Puertas y Reencuentro con mis raíces. Al menos en su comunicación, estrategias que han quedado ambiguas en su desarrollo.
Si bien Miguel Torruco, actual Secretario de Turismo en México ha decidido mantenerse al margen sobre el conflicto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Santa Lucía, los reflectores están a la expectativa de conocer un Plan Maestro y de acción inmediato. Hasta el momento, poco se sabe sobre la continuidad del proyecto que es sumamente importante para la conectividad aérea del país. Esto nos podría dar a entender que definitivamente el turismo extranjero no es prioridad, al menos no latente.
Pueblos Mágicos probablemente anuncie sus reglas de operación muy pronto. Pero su partida presupuestal única ha sido completamente eliminada de los gastos de la Federación. Esto asigna la enorme tarea a cada estado de aprovechar sus recursos, pero falta que quieran destinarlo a ello. Si la intención señalada en la Estrategia Nacional de Turismo es correcta, el fortalecimiento de destinos por medio de los productos ancla va a requerir bastante creatividad e inversión de todo tipo.
Me dio mucho gusto escuchar en un panel durante el Foro Nacional de Turismo a varios secretarios de turismo entre ellos Eduardo Yarto, Miguel Ángel Cantú y Fernando Olivera hablando de «unión» y «trabajo en equipo», de que si bien ahora la promoción turística no se hará como estábamos acostumbrados, la tarea de establecer macroregiones no me desagrada para nada. Hará falta ver la dinámica de cada estado y cada secretario para poder congeniar en sus estrategias, que de por sí en lo individual ya es bastante complicado.
Ante cada acción que ha realizado el gobierno, ha habido argumentos a favor y en contra para tomar cada decisión. Sin embargo, lo que se visualiza es aún un escenario de incertidumbre en distintas estrategias. Ante cada necesidad del turismo parece ser que aún no se entiende el cómo. Es decir, se eliminaron estrategias que no funcionan desde el punto de vista del gobierno, ¿pero entonces cuáles si van a funcionar y en qué tiempo vamos a poder analizar los resultados para tomar un juicio?
El futuro que nos depara aún es incierto, todos ansiamos los resultados que se nos están prometiendo con los cambios de estrategia y ahí tendremos que estar listos para alzar nuestra voz.
