Guadalajara es la segunda ciudad más grande de nuestro país y el tercer núcleo económico más importante luego de la Ciudad de México y Monterrey. Pero Guadalajara, llamada también la “Perla de Occidente” es mucho más que eso, es la cuna del tequila, el mariachi y la charrería; ha sido sede de los eventos más sobresalientes del mundo del arte, la cultura y el deporte, y sobre todo, es la viva expresión de nuestras tradiciones y costumbres.
En el 2005, Guadalajara fue nombrada Capital Americana de la Cultura. Leyendo este artículo te darás cuenta porqué esta ciudad es completamente merecedora de este distinguido título.
Al visitar Guadalajara te sentirás más mexicano que nunca y regresarás a casa sintiéndote muy orgulloso de ser parte de esa identidad cultural que caracteriza a nuestro país. Voy a enseñarte cuál es la mejor manera de conocer la ciudad para que no te pierdas de ningún lugar importante y para que disfrutes de tu visita al máximo. Además de todo lo que hay en la ciudad, hay mucho más que ver en los alrededores y mucho que hacer para pasarla bien. Así que comencemos.
Conocer el centro histórico de Guadalajara es imprescindible, es uno de los más grandes y bonitos que yo he visitado. Ya sea que te hospedes aquí o en otra zona, deberás ir al Mercado Libertad, también conocido como San Juan de Dios, para comenzar el recorrido a partir de ahí. Para probar la sazón típica de una región, nada como desayunar en los mercados locales, así que aprovecha para comerte una torta ahogada, una birria o unos tacos de barbacoa para encender motores y comenzar la travesía.
Cuando hayas saciado el estómago, continúa por la Plaza Tapatía hasta llegar al Instituto Cabañas, tu primera visita cultural. Este edificio antiguamente era un orfanato, por eso algunos le llaman el Hospicio Cabañas. Actualmente es un museo en donde se resguardan galerías y murales pintados por reconocidos artistas mexicanos como José Clemente Orozco. Su obra más destacable es “El hombre en llamas” que se puede apreciar justo en la cúpula del edificio. La pintura “Padre Hidalgo” también es una de las más conocidas. Aquí también hay una capilla y varios patios por los que puedes caminar para ir conociendo la historia de este lugar. Si te es posible, contrata un guía para que tu visita sea más enriquecedora.
Al terminar, sigue hacia la Plaza de la Liberación, el corazón del centro histórico. En esta bonita plaza con su fuente central, tienes de un lado el majestuoso Teatro Degollado y del otro la magnífica Catedral de la Asunción. Ambos son las joyas arquitectónicas y el orgullo de la ciudad. La catedral de estilo neogótico es enorme y la fachada con su cúpula y los dos picos la hacen ver hermosa, sobre todo por las noches cuando está iluminada. Visita el interior y si eres religioso, aprovecha para ofrecer una moneda y una oración a algún santo de tu devoción.
Ahí mismo, rodeando la Plaza de la Liberación, también está el Palacio de Gobierno, el edificio del Congreso y el Museo Regional de Guadalajara. Este último tiene un costo de menos de $50 pesos, así que no hay ningún motivo para no entrar a echar un vistazo. El museo pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia aunque en realidad es pequeño y no te tomará mucho tiempo. En él se conservan objetos antiguos que relatan el origen de los primeros pobladores del estado, la historia y desarrollo de las etnias tapatías y hasta hay una sección dedicada a la paleontología. El edificio es muy bonito y el patio de adentro está bordeado por los arcos clásicos de aquella época.
Al salir, te encontrarás a unos pasos de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. Algunos lo llaman “el salón de la fama del Estado” pues se compone de 20 esculturas de bronce que conmemoran a los personajes tapatíos más destacados de la historia, desde artistas, letrados, científicos, políticos, hasta revolucionarios y expresidentes, como Valentín Gómez Farías o el insurgente Pedro Moreno.
Continuando, detrás de la Catedral está la Plaza Guadalajara, también llamada Plaza de Armas, franqueada por el Ayuntamiento de la ciudad. A seis cuadras del Ayuntamiento se encuentra el Museo de la Ciudad para quienes gusten visitarlo y para los que no, es buen momento de buscar un sitio dónde comer. Entre la Plaza Guadalajara y la Plaza Universidad, que está a un par cuadras, encontrarás varios restaurantes en donde puedes sentarte a comer y tener muy buenas vistas, pues muchos de ellos tienen terrazas en el segundo piso mientras disfrutas de un pozole o un platillo típico de occidente.
Una vez saciado el apetito, te recomiendo subir a un tranvía. Los trenecitos descubiertos te hacen un recorrido a las zonas que están más alejadas del centro histórico. Podrás apreciar el monumento La Minerva, la zona de los Arcos, el puente Matute Remus, la bellísima Iglesia El Expiatorio y la zona moderna de Guadalajara, en donde pasarás por avenidas repletas de restaurantes exclusivos, boutiques elegantes y cafés sofisticados. También llegarás hasta Tlaquepaque. De ser posible, baja y camina por la calle principal para ver las dos iglesias que acaparan la atención, el parque y comprar artesanías.
Por la noche, puedes quedarte en Tlaquepaque y cenar en alguno de sus restaurantes de la calle principal y pasar un rato en el parque, o puedes optar por volver al centro histórico y darte una vuelta en la Plaza de los Mariachis para cantar unas buenas rancheras. Otra opción es ir a la avenida Chapultepec, en donde están los antros y bares más animados para pasar una noche más movida.
Como te dije, cerca de Guadalajara hay mucho que conocer. Puedes subir al tren José Cuervo Express y pasar un día muy divertido a bordo de un vagón en donde lo que te sobrará serán caballitos de tequila. Música, algarabía y mucho, mucho tequila, es lo que obtendrás en este recorrido de casi once horas. El tren hace una parada en el pueblo de Tequila y el precio varía dependiendo del tipo de vagón que elijas.
Si deseas dedicar más días a la ciudad de Guadalajara, puedes ir al Zoológico y al acuario, o ir al parque Selva Mágica. Otros lugares cercanos de interés son el Museo de Artes, la Basílica de Zapopan, el Bosque los Colomos y una gran variedad de parques como el Agua Azul, el Metropolitano o el Parque Revolución, etc.
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