Cuando estaba en busca de un lugar para realizar mi trabajo de grado, me encontré con un maravilloso municipio ubicado al norte del Departamento de Boyacá en mi hermoso país Colombia, compartí con algunos de sus habitantes durante semanas y meses en los que me abrieron las puertas de su pueblo y también de su corazón.
Güicán está a más o menos 8 horas en bus desde la capital del país, tiene un atractivo icono como la Sierra Nevada del Cocuy, Güicán y Chita, un maravilloso lugar que permite a sus visitantes contemplar la belleza de la naturaleza y la perfección divina cualquiera que sea su creencia.
Subir de madrugada, durar horas caminando, querer ver la nieve en su máxima expresión seguramente es una de las sensaciones más bonitas que el ser humano pueda sentir, los que lo hemos visitado sabemos de la existencia de sus hermosas lagunas con agua cristalina, piedras gigantescas y sensación de sentirse más cerca del cielo.
De la actividad turística viven la mayoría de sus pobladores, el turismo se ha convertido en alternativa para generar y aumentar sus ingresos netos, sin embargo, esto se ha visto afectado con el cierre del parque, puesto que los habitantes indígenas Uwa decidieron cerrar las puertas a visitantes y turistas por ya bastante tiempo, debido a las malas prácticas que algunos individuos cometieron en su territorio sagrado, fuente de vida.
Es cierto que el nevado era el atractivo que más recursos dejaba al municipio pero si bien, puede ser una oportunidad para estar en equilibrio con la naturaleza y diversificar su oferta, el municipio tiene muchas otras actividades para realizar por aquellos que se sienten apasionados por las caminatas, historia, cultura y caminos viejos.
Su plaza principal está adornada con animales representativos del nevado como el lagarto de pantano, el oso de anteojos, el cóndor de los Andés, una mini réplica del puente de Boyacá, y su iglesia que posee la “morenita de Güicán” que guarda una historia bastante peculiar que se puede ir a descubrir por cuenta propia.
Tiene miradores fantásticos de atardeceres como el peñón de los muertos, conocido así porque desde allí se lanzaron indígenas que no querían ser colonizados por los españoles en un acto de protesta y lucha con su libertad.
Si lo que más te llama la atención es el senderismo, tiene muchos caminos viejos con panoramas hacía el nevado, su río cóncavo y muchas historias que seguramente los anfitriones de Güicán querrán contarte, porque no sólo es bello por sus atractivos y recursos sino que posee una belleza humana y de hospitalidad de la que te vas a enamorar y seguramente querrás volver.
Los turistas debemos ser capaces de demostrar que es importante respetar la naturaleza, pero ese apoyo radica cuando me dejo llevar por el mismo destino, pensando en todos los efectos que mis acciones pueden provocar.
