Ayer, 26 de marzo, se celebró en el Parador de la bellísima ciudad castellana de Segovia, el I Foro de la OMT (Organización Mundial del Turismo) en el que se habló de la despoblación en las zonas rurales, de los desafíos demográficos de España (que cuenta con una tasa altísima de ancianos, un envejecimiento de la población con muy pocos nacimientos y un éxodo rural sangrante) y de cómo a través del turismo, como actividad económica, se podían atajar dichos problemas. Factores como la sostenibilidad, la accesibilidad o la innovación tecnológica fueron el eje de las diferentes ponencias que tuvieron lugar durante la jornada.
El Foro pretendió abrir un espacio de reflexión, aportando soluciones sobre migración urbana. El debate de los diferentes expertos nacionales e internacionales que acudieron a Segovia giró, en gran medida, entorno al turismo rural como motor de revitalización socioeconómica de las zonas más deprimidas y despobladas de España y de las posibles ideas que podrían aportarse para salvar estas comunidades tanto a nivel cultural como natural.
En las dos mesas redondas, en las que se debatió, principalmente, sobre los retos para superar el desequilibrio demográfico y la importancia de la sostenibilidad, así como el taller sobre despoblación y colaboración público-privada, en el que se expusieron varios casos prácticos de éxito de emprendedores locales, se pudo comprobar cómo se puede enfrentar el reto demográfico a través del turismo y la innovación, aun no siendo siempre fácil.
Durante la ceremonia de apertura, en la que estuvieron presentes el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, María Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Clara Isabel Luquero de Nicolás, Alcaldesa de Segovia, Juan Vicente Herrera, Presidente de la Junta de Castilla y León, y Zurab Pololikashvili, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo, que tiene su sede en Madrid.
No es casualidad que este Foro se haya celebrado en Segovia ya que la ciudad es un ejemplo de desarrollo económico a través del turismo. Incorporada a la Lista internacional de la Unesco en 1985 por su valor excepcional universal, el Patrimonio histórico de Segovia, en el que destaca el Acueducto Romano, es su principal industria. De ahí, que desde el ayuntamiento, se haya incidido en la promoción cultural con Festivales de todo tipo, acontecimientos culturales, turismo deportivo, turismo de cine (46 rodajes de películas durante 2018), semanas gastronómica (como la del cochinillo, plato estrella de la ciudad), turismo experiencial e inclusivo (para los discapacitados), turismo de tipo social (con encuentros para debatir temas feministas)…Todo ello, con las consecuencias de tener llenos los hoteles y los restaurantes de la ciudad, es decir consiguiendo un gran fomento del desarrollo del empleo. Segovia hace hincapié en la innovación tecnológica, siendo pionera en la implantación de la tecnología 5G.
Clara Luquero, alcaldesa de Segovia, resumió su intervención comentando que “Hay que estar alerta siempre porque el turismo es algo muy dinámico y hay que cuidar todas las potencialidades de desarrollo económico que tiene para poder luchar contra la gran lacra de la despoblación”.
España tiene un gran reto demográfico y desde el gobierno, como señaló la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, se ha presentado una estrategia nacional de Turismo sostenible 2030, que involucra a agentes públicos y privados, dos sectores que deben funcionar juntos, según todos los expertos. Impulsar el desarrollo equilibrado y sostenible del Turismo en el territorio es uno de los objetivos de esta hoja de ruta gubernamental. También consolidar el Turismo interior de esa España vacía, como alternativa económica, descubriendo las nuevas iniciativas locales rurales de las pequeñas comunidades, especialmente en las zonas de despoblación, apoyadas, siempre, por la digitalización.
El modelo turístico debe ser inteligente para estar adaptado y no quedarse obsoleto, mediante la creación de redes digitales. España es líder en el sector turístico, que representa el 14% del PIB, pero debe saber integrarse en el mundo actual para luchar contra los retos de despoblación y demográficos.
Desde la OMT, donde se defiende el lema de “Leave no one behind” (nadie se quede atrás), se hace especial hincapié en el desarrollo sostenible, en la creación de puestos de trabajo en el mundo rural (el Turismo representa 1 de cada 10 empleos en el mundo) y en la calidad turística para atraer visitantes. Sin capital humano y sin innovación, no hay Turismo de calidad y de futuro.
Si bien España es una potencia mundial en Turismo con una imagen próspera, saludable, festiva y segura, no hay que olvidar, como señaló el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que “la mitad de los municipios cuenta con menos de 1,000 habitantes, estando gran parte del territorio en riesgo de despoblación”. El declive poblacional se hace patente en datos como este: por cada 100 menores de 16 años en España, existen 120 mayores de 64 años. En este sentido, Pedro Sánchez, quiso, en su presentación, más que hacer un diagnóstico, proponer soluciones de futuro para el reto demográfico que se resumieron en tres palabras: turismo, sostenibilidad e innovación. Para ello, la estrategia nacional frente al reto demográfico es el eje para combatir estas desigualdades territoriales. Y, esto, no se puede hacer sin pensar en el Turismo, con líneas como el desarrollo de áreas industriales que permita la digitalización, el apoyo a proyectos de emprendimiento social de mujeres en el medio rural, la plataforma de turismo rural que mejore las marcas rurales e innove en servicios y productos o el desarrollo de plataformas rurales para la comercialización de productos agropecuarios. Todo ello, siempre con el objetivo de frenar esa terrible despoblación que, en definitiva, empobrece al país y donde el Turismo tiene mucho que decir para combatir esa España vacía.