Una evaluación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, nos da a conocer que “Estar dentro de la prestigiosa lista de Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO no es sinónimo de que la biodiversidad del sitio está completamente protegida”
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) es el órgano consultivo sobre Patrimonio Mundial Natural que proporciona asesoramiento técnico independiente al Comité del Patrimonio Mundial.
Según un reciente informe de la IUCN, publicado en 2020, indica que el 33% de los 252 sitios catalogados como Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO se encuentran amenazados principalmente por el cambio climático, seguido por las especies invasivas, el turismo masivo, la contaminación del agua, los incendios, entre otras.
Los resultados de la “Perspectiva 3 del Patrimonio Mundial de la UICN” muestran que, de todos los sitios naturales y mixtos del Patrimonio Mundial en América del Sur el 48% se evalúa como “preocupación significativa”.
“El Patrimonio Mundial se distingue por la excelencia en la gestión, y la nueva Perspectiva del Patrimonio Mundial, hace un llamamiento a la acción para asegurar que todos los sitios en la lista demuestran de forma inequívoca lo mejor de la conservación teniendo en cuenta tres factores: su valor natural, los problemas que enfrentan y la calidad de su gestión”.
Puesto que el Patrimonio Mundial (cultural y natural) es el legado que recibimos del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las futuras generaciones, la responsabilidad de protegerlo incumbe también a todos los Estados Partes, a la comunidad internacional y a la sociedad civil en su conjunto.
Los sitios del Patrimonio Mundial pertenecen a todos los pueblos del mundo, independientemente del territorio en que estén localizados.
La Perspectiva de la IUCN evalúa tanto las amenazas actuales como las potenciales; aspectos críticos de la protección y la gestión, como la financiación sostenible, la observancia efectiva, la dotación de personal y la eficacia de la gestión en general, son sistemáticamente motivo de grave preocupación en muchos sitios.
Cada sitio recibe una calificación según el estado y la evolución de sus valores, amenazas, así como lo referido a su protección y gestión.
Como cualquier área natural, los sitios del Patrimonio Mundial pueden verse expuestos a amenazas, tanto dentro como fuera de sus límites. Dichas amenazas pueden ser de carácter natural, como los fenómenos medioambientales, o producidas por la acción del hombre, como los proyectos ineficientes de infraestructura (represas y carreteras), el daño producido a la flora y la fauna, etc.
Índice
Calificación asignada a cada Patrimonio Mundial en Argentina
Buena: Los valores del sitio se encuentran en buen estado y es probable que se mantengan en un futuro previsible, siempre que también se mantengan las medidas de conservación actuales.
- Parque Nacional Talampaya, La Rioja
- Parque Provincial Ischigualasto, San Juan
- Parque Nacional Los Alerces, Chubut
Buena con cierta preocupación: A pesar de la existencia de cierta preocupación, es probable que los aspectos básicos de los valores de los sitios puedan mantenerse a largo plazo si se aplican medidas de conservación menores de carácter adicional.
- Área Natural Protegida Península Valdés, Chubut
- Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz
Alta preocupación: Los valores del sitio están amenazados y/o muestran signos de deterioro. Se deben aplicar medidas de conservación adicionales significativas para poder mantener y/o restaurar los valores de medio a largo plazo.
- Parque Nacional Iguazú, Misiones
Crítica: Los valores del sitio están seriamente amenazados y/o deteriorándose. Se necesitan medidas de conservación adicionales a gran escala para mantener y/o restaurar los valores del sitio a corto y medio plazo o los valores pueden perderse.
Actualmente no hay sitios en nuestro país con esta calificación.
Por ser el Patrimonio Mundial, Parque Nacional Iguazú con la más baja calificación en nuestro país, evaluaremos su estado actual y futuro inmediato.
En 1928 por Ley Nacional 6.712 se adquieren 75.000 hectáreas para crear un futuro parque, que recién se materializa como Parque Nacional Iguazú a través de la Ley n.° 12.103 sancionada el 29 de septiembre de 1934, en el extremo noroeste del Territorio Nacional de Misiones. Recién el 10 de diciembre de 1953 por iniciativa del presidente Juan Domingo Perón, a través de la ley nº 14.294 se dispuso la provincialización del Territorio Nacional de Misiones y el 24 de febrero de 1978 se declara a Puerto Iguazú municipio de primera categoría.
La superficie total del parque es de 67.698 ha que se subdivide entre el: Parque Nacional con 59.945 ha; la Reserva Nacional con 7.675 ha y la Reserva Natural Silvestre con 78 ha.
Objetivo de conservación
Conservar una muestra de la selva húmeda subtropical (Paranaense), preservando la calidad del sistema hidrológico y los recursos paisajísticos naturales e históricos.
Categoría Internacional
El Parque Nacional Iguazú fue inscripto por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como “Sitio del Patrimonio Mundial” en 1984, cuyos criterios naturales de selección son (vii) y (x) y se refieren a:
(vii) “Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética”; y (x) “Contener los hábitats naturales más importantes y significativos para la conservación «in situ» de la diversidad biológica, incluidos los que contienen especies amenazadas de valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o la conservación.
- Criterio (vii): Parque Nacional Iguazú conserva una de las cascadas más grandes y espectaculares del mundo.
- Criterio (x): forma el mayor remanente protegido de la selva subtropical paranaense, que pertenece al Bosque Atlántico Interior. La rica biodiversidad incluye más de 2000 especies de plantas, 400 especies de aves y posiblemente hasta 80 mamíferos, así como innumerables especies de invertebrados. Las especies carismáticas raras incluyen el caimán de hocico ancho, el oso hormiguero gigante, el águila arpía, el ocelote y el yaguareté. Junto a las cataratas a lo largo del río y en las islas un ecosistema altamente especializado lleno de vida ha evolucionado en respuesta a las condiciones extremas del agua que forma nubes de vapor de agua generado por los grandes saltos; dentro del ambiente con mayor biodiversidad de la Argentina.
Recientemente, las perspectivas de conservación de este sitio fue evaluado como “preocupación significativa”.
El Parque Nacional Iguazú conserva un importante remanente de la Selva Atlántica, una de las prioridades mundiales de conservación más amenazadas. Este bioma forestal que abarca históricamente grandes partes de la costa brasileña y se extiende hasta el norte de Argentina y Uruguay, así como el este de Paraguay, es conocido por su hábitat extremo y diversidad de especies, así como su alto grado de endemismo. Alrededor de 2000 especies de plantas, incluyendo unas 80 especies de árboles han sido evaluadas, junto con alrededor de 400 especies de aves, incluyendo el escurridizo águila arpía.
Hoy en día, ambos Parques Nacionales en Brasil y Argentina, están rodeados principalmente por un paisaje que ha sido fuertemente alterado debido a la tala (corte de árboles desde su base), como a la transformación del uso de la tierra, tanto históricamente como en el presente.
La gestión eficaz de las áreas protegidas y la mitigación de los impactos del uso de la tierra en y desde el paisaje circundante aumentan la probabilidad de mantener muchos de los valores por los que el Parque ha sido inscrito al Patrimonio, y contribuir a la supervivencia de las especies que lo habita. El papel destacado como un importante destino turístico internacional y nacional hace que el Parque Nacional Iguazú sea un área muy destacada. Es probable que las amenazas atraigan mucha atención y hay importantes incentivos políticos y económicos para invertir en el futuro de su conservación y manejo del turismo sostenible.
Requisitos y recomendaciones para la protección y manejo
El Parque Nacional Iguazú es propiedad exclusiva del Gobierno Nacional y es parte integral del Sistema Nacional de Áreas Protegidas Federales de Argentina (SIFAP); bajo la Ley de Parques Nacionales Nº 22.351. El manejo de esta área protegida está en manos de profesionales capacitados, incluyendo Guardaparques. Se dispone de un presupuesto anual para garantizar la infraestructura y el equipo necesarios para desempeñar sus funciones de manera responsable. Una oficina técnica regional presta apoyo profesional, y hay un centro de investigación subtropical que realiza estudios ecológicos.
Las represas afectan a sitios con valores estéticos, como las emblemáticas Cataratas del Iguazú. “Los niveles de agua de las Cataratas se modifican artificialmente a través de centrales río arriba en Brasil, como la Central Hidroeléctrica Gobernador José Richa, también conocida como Usina Hidroeléctrica Salto Caxias, ubicada en el río Iguazú, Estado de Paraná; causando impactos paisajísticos y ecológicos. Estos impactos requieren vigilancia y mitigación y es necesario prevenir peores impactos futuros”.
“La gestión del turismo es una tarea clave en el Parque para minimizar los impactos directos e indirectos de las visitas masivas y maximiza las oportunidades en términos de concientización para la conservación de la naturaleza y la financiación de la conservación”.
“El valor del Parque se consolida por la contigüidad con el Parque Nacional do Iguaçu en Brasil, pero requiere una gestión efectiva correspondiente a ambos lados de la frontera internacional. Lo más inmediatamente posible es muy conveniente y, de hecho necesaria, una mayor armonización de la planificación, la gestión y la supervisión. Lo ideal sería que un enfoque conjunto incluyera el compromiso al más alto nivel político de llevar a cabo actividades tangibles sobre el terreno sobre la base de los esfuerzos existentes”.
“Entre las amenazas que requieren atención permanente se encuentran la deforestación en curso en la región, incluidos los bosques adyacentes en el cercano Brasil y el Paraguay; la invasión agrícola; así como la caza furtiva y la extracción de plantas. El turismo, la forma de recreación y la correspondiente infraestructura de transporte y alojamiento sin duda han estado impactando en el Parque y pueden pasar rápidamente los límites aceptables”.
“Dada la transformación en curso del paisaje en torno a ambos Parques Nacionales Iguazú en Argentina y do Iguaçu en Brasil en las últimas décadas, la futura gestión tendrá que desarrollar escenarios y planes a más largo plazo teniendo en cuenta esta realidad. Más allá del Parque, además deberán encontrar un equilibrio entre la conservación y el uso de tierras circundantes y recursos en la provincia de Misiones para mantener o restaurar la conectividad del paisaje. Esto requerirá trabajar con otros sectores y comunidades locales. En corto tiempo, el Parque Nacional Iguazú debería ser amortiguado por una planificación adecuada y armonizada del uso de la tierra en las áreas adyacentes en Argentina, Brasil y Paraguay”.
Conclusión
Si bien se han logrado éxitos de conservación individuales en varios sitios, en general esta imagen muestra que se requiere mucho más para cumplir con la ambición de mejorar la conservación y perspectivas para todo nuestro Patrimonio Mundial Natural.
Los gobiernos deben poner manos a la obra para implementar medidas eficaces con partidas presupuestarias adecuadas y un mayor apoyo para el mantenimiento de las áreas naturales; lugares que están demostrado ser esenciales para la salud y el bienestar de la humanidad.
Fuente: IUCN/AAPN
Artículo escrito en colaboración con Gpque. Adalberto D. Álvarez