El arte de la fotografía es un mundo totalmente complejo e impresionante, uno de sus conceptos es el enfoque del material del que están hechas y la acción química de la luz sobre una superficie con determinadas características, simple ¿verdad? Sin embargo, la fotografía como arte va más allá de un pedazo de papel con sustancias químicas, una imagen puede transmitir miles de sentimientos y tener aún más cantidad de interpretaciones de acuerdo a la perspectiva individual.
Para realizar este arte, no es obligatorio tener la mejor cámara, la esencia está en el talento de quien la usa; el fotógrafo no solo hará el proceso de enfocar imágenes y capturarlas por medio de la cámara, sino que debe escoger entre una enorme cantidad de posibilidades ópticas, infinidad de gama de colores y cada una influye en el resultado final, creando algo inexistente gracias a la transformación realizada por el artista.
Antes de tener esta ingeniosa visión, en el siglo XIX habían constantes debates sobre si se debería considerar al fotógrafo como un artista, en aquella época se sustentaba que él sólo usaba la máquina que lo hacía todo, existía mucho desprecio por la fotografía, hasta llegar a la infravaloración del trabajo que se realizaba, reduciendola a una simple copia, pero en medio de la controversia William Henry Fox Talbot, pensaba que realmente la naturaleza era la que operaba todo, no una cámara, llegando a publicar el primer libro ilustrado con fotografías al que tituló «el lápiz de la naturaleza». Henry Talbot no se concebía como un artista, pero fue uno de los pioneros de la fotografía, siendo el creador del proceso calotipo (por el cual se obtiene la imagen en negativo). Tiempo después fue reconocido como uno de los padres de la fotografía junto a Nicephóre Niépce y Louis Mandé Daguerre.
Ahora bien, ya podemos tener una idea sobre el contexto histórico de la evolución fotográfica como arte. En el siglo XXI, se ve a la fotografía como un medio expresivo, liberador, capaz de transmitir mensajes, sentimientos e incluso pensamientos con tan solo ver la imagen, por eso para muchos, una cámara es su lienzo y con él crean arte, convirtiéndose en un medio de comunicación poderoso que nos presta su óptica para ver al mundo e interpretar nuestro entorno desde otro punto de vista, nos motiva a desarrollar nuevas interrogantes sobre distintos temas y conocer realidades fuera de nuestro conocimiento.
Fusionando el poder comunicativo de la fotografía y la actividad turística nos preguntamos ¿se puede enriquecer esta actividad con el enorme potencial fotográfico? pues la respuesta es sí, mejor dicho es indispensable en el turismo; el arte no es conceptual ni único, existen significados abstractos que no logramos procesar en la primera impresión, pero existe un momento donde llegan a influir en las personas que tiene contacto con tal obra como con el artista. La fotografía en el turismo no necesariamente tiene fines de publicidad de un destino o marca turística; por ejemplo podemos dar uso a muchos fines como:
Índice
Avistamiento de aves
Esta apasionante afición está centrada en la contemplación y el estudio de aves silvestres; se las puede clasificar por su taxonomía, hábitat, endemismo, etc. Algunas personas disfrutan y se enriquecen al visitar entornos naturales donde viven diversas especies de aves a veces únicas o en peligro de extinción, mientras que otros tienen motivaciones científicas de carácter ornitológico (estudio de las aves). A nivel de todo el mundo existen lugares específicos para realizar esta afición, algunos tienen el deporte del avistamiento como un complemento a sus servicios turísticos, en ellos se muestran paisajes hermosos con gran diversidad de especies de aves.
Revaloración
Se muestra la realidad de muchos recursos turísticos que están en estado de abandono ya sea por las autoridades o la misma población, recursos desconocidos con potencial para convertirse en un atractivo turístico de gran valor, en ambos casos se puede promover la revaloración tomando en cuenta sus características arqueológicas, históricas y artísticas.
Rescate de la identidad cultural
En un mundo tan globalizado es fácil investigar sobre las diversas manifestaciones culturales en el mundo, aprender de ellas, valorarlas y respetarlas; una fotografía puede transmitir toda esa belleza inmaterial que tanto caracteriza a la cultura.
La satisfacción de haber estado en ese lugar
Cada país, ciudad, pueblo o comunidad es especial y única, por eso, el poder plasmar la emoción, encanto, fascinación y el deseo de estar en ese lugar en ese preciso momento, es una sensación indescriptible y que cada vez que vean la fotografía de aquel lugar, lleguen a evocar los recuerdos.
En realidad existen muchas otras razones por las que el arte de la fotografía es indispensable para el turismo. Cada imagen tiene mil significados, al ver las fotos se nos llena la cabeza de preguntas: ¿por qué se tomó esa foto?, ¿cuál fue la razón o motivación?… pero al ver la belleza de manera relativa, podemos ver el mundo interno del artista, sus pensamientos, sentimientos, su versión del mundo y cómo nos lo transmite, y claro está que es el resultado de un proceso donde el artista pone en práctica todo el dominio de las diversas técnicas fotográficas y su capacidad de observación, convirtiendo su obra final en el mensaje deseado.
El turismo desde la mirada fotográfica nos puede brindar mayor criterio sobre el espacio en el que estamos, permite proyectar y plasmar nuestra visión, aprendiendo a valorar y comprender realidades atípicas e incluso las cosas cotidianas que pasan desapercibidas; cuando viajamos vamos de un lugar a otro y distinguimos lugares magníficos como paisajes naturales, centros urbanos y sitios arqueológicos, cada uno distinto y único pero ¿saben que es lo que tiene en común todos estos lugares?, todos ellos nos evocan la impresión de teletransportarnos a otro mundo o a otra época y al sentirlo, solo queremos plasmarlo y volver a sentirlo una y otra vez. ¿Pero cómo logramos eso? al parecer la respuesta es bastante obvia, en una fotografía.