A tan solo una hora de Madrid, se encuentra la bodega Las Moradas de San Martín, en la localidad de San Martín de Valdeiglesias, en una finca de viñedos centenarios de uva garnacha (se cultivan en la zona desde el s.XII) y de la variedad autóctona de albillo real. La bodega es una de las más comprometidas con la viticultura biodinámica y ecológica, siendo sus elaboraciones artesanales y orgánicas. Las Moradas de San Martín representa, en cierto modo, un ejemplo de calidad y buen hacer de lo que es el vino de la región de Madrid. Una zona que, de forma injusta, no está tan considerada a nivel vinícola pero que, gracias al esfuerzo de bodegas como Las Moradas, empieza a ser muy reconocido y la D.O. (denominación de origen) de Madrid comienza a tener un auge a nivel nacional.
La bodega está de actualidad porque acaba de presentar “en sociedad”, en un magnífico acto en el hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid, la última añada de su vino más exclusivo “Las Luces”, llamada “Libro Once. Las Luces”. El acto estuve presidido por Marta Rivera de la Cruz, consejera de turismo y cultura del Ayuntamiento de Madrid, el escritor Andrés Trapiello, Isabel Galindo ( directora técnica de la bodega Las Moradas) y su director general, Javier Sancerni.
Se trata de un vino tinto refinado, complejo, recio, donde la garnacha brilla en todo su esplendor. Este vino es muy especial porque solo puede hacerse cuando la climatología y las añadas brindan la oportunidad de elaborar un producto excepcional. Desde el nacimiento de ‘LAS LUCES’, este vino “histórico” y longevo ha podido disfrutarse en sus añadas 2007, 2008, 2010 y, ahora, en 2011, convirtiéndose en la gran expresión de las garnachas de Madrid, aunando los matices del terroir de la parcela “La Centenera” y con notas de piel de naranja, grafito, monte bajo, frutos silvestres, predominio de balsámicos y suave madera, lo que le otorga gran elegancia y finura.
De esta manera, la calidad del vino “Libro Once. Las Luces” se ha conseguido por estar producido en un año de temperaturas anuales por encima de la media, buenas precipitaciones y un verano seco y cálido con tormentas pre-vendimia que han refrescado la uva y contribuido a su completa maduración.
Algo esencial a tener en cuenta es la estructura geográfica donde se dan estos vinos. Hablamos de suelos graníticos y arenosos que permiten a las raíces de las garnachas profundizar a más de 2,5-3 metros para buscar agua y mantener su calidad en los meses más secos del verano. Además, las cepas en secano y formación en vaso o pie favorecen que las hojas ejerzan de sombrilla en verano. Este terroir tan particular proporciona la esencia de Las Moradas, materia prima que madura mejor por el contraste térmico día/noche, los vientos, la presión y esos suelos tan pobres en materia orgánica que equilibran una baja producción, pero de diferenciada calidad.
Además, “Libro once. Las Luces” tiene otra peculiaridad: su etiqueta que une literatura y vino. Desde los inicios de la serie “Las luces”, todas las etiquetas han narrado extractos de relatos literarios de importantes escritores españoles. En esta ocasión, es el turno del gran Andrés Trapiello, cuyo fragmento se refiere a la ciudad de Madrid y a su incomparable luz. No en vano, Madrid es la primera ciudad española en ostentar la distinción de Paisaje de la Luz, de valor universal excepcional. Una luminosidad que ilustra sus más bellos monumentos como el Paseo del Prado y el Buen Retiro, con los que la ciudad de Madrid ha entrado a formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Enoturismo en Las Moradas de San Martín
Pero si sus vinos son excepcionales, también lo es el marco donde se encuentra la bodega y que merece ser visitada en un plan de viaje de enoturismo. La finca está situada en un altiplano de montaña en la vertiente madrileña de la Sierra de Gredos con grandes vientos del noroeste frescos y se encuentra a casi 900 metros de altura, en un entorno paisajístico de gran valor medioambiental, lleno de pinos, matorral, encinas y enebros…, además de plantas aromáticas. La extensión del viñedo es de 3,16 hectáreas y la finca se divide en 10 parcelas. Por ello, es un paraje digno de descubrirse con un ecosistema ideal, donde se conservan y reproducen las abejas, siendo la producción de miel ecológica, de calidad suprema.
Las Moradas de San Martín se encuentra dentro de la zona ZEPA 56 (Zona de Especial Protección para las Aves), un entorno paisajístico de gran valor medioambiental gracias a su flora y su fauna autóctona, donde, también se pueden ver corzos, ciervos, jabalíes, águilas, búhos…
La finca es, además, lugar de paso de peregrinos ya que la etapa 19 del Camino de Santiago pasa en las cercanías de la comarca, donde, por cierto, también se puede realizar turismo cultural, visitando la iglesia de Almorox o la ermita de la sangre.