Spa, situada en la región de Valonia, al sur de Bélgica, acaba de recibir el reconocimiento de estar en la lista del Patrimonio mundial de la UNESCO de “Grandes ciudades balnearias de Europa”. Representando a Bélgica, en una candidatura de 11 ciudades de 7 países europeos, Spa alcanza este excepcional valor universal así como una mejor protección y una cooperación en los sectores de la conservación del patrimonio, la balnoterapia (cura por las aguas) y la salud, la cultura y el turismo.
En este sentido, la ciudad de Spa lleva trabajando, desde hace años, junto a la Agencia del Patrimonio Valón para conseguir esta distinción que ahora la honra como ciudad de las aguas de la UNESCO.
La ciudad valona se convierte, de esta manera, en un destino turístico de renombre, como “ciudad balnearia”, uniendo salud, naturaleza y cultura. Sus manantiales minerales naturales de enorme calidad son un testimonio único de la hidroterapia europea que alcanzó su apogeo entre 1700 y 1930 y que era el destino de las clases altas de la época.
Spa, una coqueta y preciosa ciudad, llamada el oro azul de Valonia por sus aguas, se encuentra a dos horas de Bruselas en tren, con lo que es de fácil alcance. Spa es, pues, por excelencia, la ciudad del turismo de wellness y de salud de Valonia y, por ende, de Bélgica. No en vano, personalidades como el zar Pedro I de Rusia la eligió ya en su época como ciudad de descanso, o el rey Leopoldo II de Bélgica y la reina María Enriqueta la seleccionaran como su residencia. De hecho, hoy en día, su fuente termal más conocida lleva el nombre de Fuente Pedro el Grande (manantial Pierre-le-Grand), que incluye una estatua del propio zar.
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