El exceso a la Capacidad de Carga Turística en todo el mundo ha llevado a un aumento el turismo bajo reacciones violentas donde los residentes se sienten invadidos; la pregunta es ¿cómo pueden estas ciudades utilizar el turismo en su beneficio?
A nivel global con la creciente temporada de viajes de verano, varias ciudades en el mundo han presenciado una reacción violenta contra el turismo. Venecia, Barcelona, Mallorca, por ejemplificar algunas, han sido reflector en protestas contra el turismo dirigido a visitantes y cruceros donde lemas como “Los turistas son terroristas” o “Turistas vete a casa” se hacen denotar con letreros en las calles y gritos de la gente.
Durante la última década se ha visto un aumento en el turismo, impulsado por una creciente clase media en todo el mundo, especialmente en las grandes economías emergentes como China, India o Singapur. El turismo también se ha vuelto más asequible y accesible con tarifas aéreas y alojamiento más barato a través de servicios de reserva en línea como Airbnb. Sobre datos duros tenemos un turismo internacional que aumentó de 300 millones de viajes en 1980 a 1,300 millones en 2018, aunando a esto se espera que para 2030 aumente 500 millones de viajes más.
Es un hecho que gran parte de este crecimiento ha sido impulsado por China y su progresiva economía, los turistas chinos realizaron en 2018 cerca de 130 millones de viajes al extranjero, este país representa aproximadamente el 80% del crecimiento del gasto turístico en los últimos diez años.
El problema principal radica en que el turismo se encuentra altamente concentrado en un puñado de ciudades destino en todo el mundo. Es decir que hoy aproximadamente la mitad de todo el turismo mundial se concentra en las cien principales ciudades, ciudades donde el turismo creció casi un 25% más rápido que la tasa mundial. Este grave problema se asemeja al que vivimos en México donde los polos turísticos de sol y playa acaparan la mayor parte de la visitación nacional, creando un problema económico en el que por tema no adentraremos.
Para nuestro país y el futuro potencial turístico es importante analizar cómo los gobiernos municipales en algunos de estos puntos críticos a nivel mundial están tratando de frenar el excesivo crecimiento. Por ejemplo, Venecia y Dubrovnik han tratado de restringir los cruceros, ciudades como Amsterdam ha tratado de reducir las tiendas turísticas que venden recuerdos. Reykjavik está reinando con el comportamiento indecente de los turistas que llegan en vuelos baratos. Milán ha prohibido temporalmente los camiones de comida, y sí, aunque usted no lo crea los palitos para selfies en uno de sus barrios más frecuentados. También en Italia, Roma ha prohibido a las personas comer o retozar en las fuentes públicas, restringió el consumo de alcohol en las calles por la noche y trató de limitar el acceso de los turistas a sitios populares como la Fontana de Trevi.
En México es importante trabajar pronto en reformas regulatorias al sector económico del turismo donde una creciente globalización, mayores flujos de personas y la excesiva contaminación fungen como la punta del iceberg al futuro potencial económico de nuestro país y la forma en la que seguiremos con nuestro modelo turístico a las futuras generaciones.