La gobernanza como concepto en el turismo, es una definición que aún rehúye a formar un solo concepto y carece de argumentos para consolidar una verdad única, ya que finalmente más que una definición casi para los diccionarios, en la practica es una medida pluralista y transversal que toma mayor fuerza entre los destinos que optan por implementar medidas de gestión y planificación. Según definiciones bien precisas, es:
“El concepto gobernanza hace referencia a la creación de redes de cooperación y coordinación entre los actores directa e indirectamente implicados en la cadena de valor del turismo, que se caracterizan por tener sus propias reglas y normas. En otras palabras la gobernanza se traduce en concertación de actores”. (Bustos Cara, 2008) (ver artículo)
“entendemos por gobernanza turística todos los procesos de decisión público-privados que van a mejorar la gestión de los conflictos de intereses que se producen de forma inevitable en el turismo. Esto hace que sea necesario establecer espacios de relación entre los diferentes actores, mejorar la toma de decisiones colectivas, establecer sistemas de trabajo conjunto entre todos los actores afectados y diseñar nuevos procesos de gestión y desarrollo”. (María Velasco, 2010) (ver artículo)
La competitividad de los destinos y el aumento de los viajeros, son las principales causas del creciente interés por esta medida, la cual indica entregar un valioso y sistemático aporte al desarrollo de los destinos. Ya no basta con tan sólo generar estrategias promocionales, cuando los accesos viales, la inseguridad, la escasez de señalización, la desregulación de la geografía turística, la competencia desleal, las malas prácticas hacia el ecosistema, la falta de servicios básicos, como la falta de aseo y de ornato, son algunos de los tantos factores que van en desmedro del esfuerzo de este sector. Los sistemas de gestión tradicionales ya no tienen la capacidad para enfrentar dichas necesidades, por lo que a la hora de crear planes de desarrollo turístico, las administraciones públicas deben generar las instancias para articularse con el sector privado, como a la sociedad civil.
El hecho es que el sector turístico es altamente sensible tanto a los cambios globales que se producen, como a las necesidades no resueltas para el turista, por la que se hace casi indispensable lograr la armonía entre todos los actores para garantizar un desarrollo sustentable.
En Europa esta estrategia de gestión turístico territorial (gobernanza) ya se encuentra prácticamente inserta en los manuales de planificación estratégica, ya que finalmente, la vinculación se comprende como fundamental dentro del sector. Siguiendo con esta tendencia, en América latina hay países que ya se encuentran desarrollando esta articulación a través de mesas de trabajo, lo que da inicio a un proceso serio y mancomunado para obtener resultados relacionados a la puesta en valor de los destinos, como del rescate del mismo. Esta tarea sin duda no debe ser fácil, ya que una gestión con una visión integral conlleva e implica una necesaria gestión del conocimiento, innovación, reestructuración, etc. situaciones que no todos comprenden o aceptan, por lo que el dialogo para lograr finalmente trazar las metas en común y generar sinergia, pasa a ser vital.
A continuación comparto con ustedes links de planes y programas de Gobernanzas que se desarrollan con éxito en Países como Perú, Ecuador, Chile, México y España, este último con un modelo más avanzado, ya que la gestión inicial ya fue realizada. Programas que comprueban que este concepto y sus estrategias, llegaron para quedarse.
- Estrategia de Turismo Termal de Perú
- Plan estratégico de desarrollo de turismo sostenible para Ecuador “PLANDETUR 2020”
- Gobernanza para destinos turísticos sustentable – CDMX
- Informe destinos turísticos inteligentes: construyendo el futuro – España
En definitiva, la Gobernanza como cualquier plan de innovación, son apuestas para identificar y proponer soluciones a problemas que imposibilitan un sano y adecuado desarrollo de la actividad turística, y como cualquier dinámica que se sustenta en el trabajo entre personas, los factores críticos son crear y mantener la confianza, como el compromiso de cumplir las dinámicas acordadas. Para que cualquier plan o proyecto turístico funcione, es necesario superar o mejorar los mecanismos tradicionales de gestión y apostar por desarrollar modelos de gobernanza inclusivo, el cual elimine las barreras de las responsabilidades individuales y las jerarquías (Ver nota). Los destinos turísticos y sus nuevas propuestas, deben considerar una construcción social y la materialización formal y sostenible de las prácticas de los distintos actores (Publico, privados y sociedad), por lo que se requiere de una planificación que abarque propuestas integrales y prospectos viables como medio para alcanzar los logros esperados.
Ya no hay destinos que se sostengan por si mismos, sino, mesas de trabajo inclusivas que contribuyan al sano y adecuado desarrollo del mismo.