En un entorno turístico empresarial tan competitivo y cambiante como en el que vivimos en la actualidad, lo más importante para una empresa es su capacidad de generar rentabilidad a través de una propuesta efectiva de valor. Lo anterior obliga a las empresas a ser muy innovadoras direccionando las ideas, la intuición y la capacidad inventiva hacia un buen planteamiento y definición de la problemática empresarial y del mercado.
La innovación es un proceso que integra habilidades teóricas, destrezas técnicas, tecnologías novedosas y una creatividad de todos los que participan en el desarrollo de la empresa, a fin de que se adapten oportuna y eficientemente a las demandas de los clientes, a los cambios demográficos, a las políticas gubernamentales, a las nuevas tendencias globales y a las condiciones ambientales y sociales cada vez más difíciles en la insegura sociedad empresarial del siglo XXI.
Aunque no existe una definición concisa de innovación, definirla de manera exacta es una tarea difícil, sin embargo, podemos considerarla como la capacidad de convertir ideas y conocimiento en productos, procesos y servicios nuevos o mejorados que el mercado reconozca y valore; pero aún más importante, es interpretar y comprender sus propiedades y su funcionamiento.
El sistema económico vive un momento de cambios acelerados, impulsados principalmente por la innovación, que resulta un aliciente para mutar del paradigma productivo hacia un modelo de economía más flexible y competitivo. Solo así se podrán erigir los soportes del sistema económico contemporáneo.
A pesar de que la innovación ha estado presente tanto en la evolución humana como en la organizacional, muchas empresas del sector turístico aún no tienen claro la noción del término y los resultados que esta puede tener en su beneficio. Evidentemente, la innovación es requerida en todos los sectores y aunque su evolución difiere de unos sectores a otros, en el sector turístico es casi vital.
Y es que a pesar de existir un interés cada vez más creciente por parte del sector en cuanto a innovación se refiere, en la práctica se observa, un desconocimiento no solo con respecto al entendimiento del término sino también hacia la importancia de esta herramienta, siendo esta clave para superar las dificultades emanadas de la situación económica actual y como factor preponderante en el proceso empresarial del futuro.
Dentro del ámbito de los negocios, la innovación se ha convertido en un ingrediente indispensable de supervivencia, hay quienes afirman que la innovación es necesaria como solución a las diversas crisis y que podría constituir un factor de crecimiento idóneo para todo tipo y tamaño de empresa, además de una inversión a mediano y largo plazo.
Cabe señalar que la innovación ha permitido a muchas organizaciones acelerar la producción u operación, abaratar los costos, aumentar los rangos de actuación, ampliar el mercado a nuevos segmentos o áreas y mejorar el funcionamiento de estas. Así mismo, desde un punto de vista proactivo, la identificación de nuevas oportunidades de mercado, por parte de una empresa innovadora, requiere la obtención de información en profundidad y la capacidad para hacerlo, probablemente esto dependerá de su grado de orientación al mercado y su nivel de uso de las tecnologías.
Resulta primordial pensar en aquellos aspectos que les permitan a estas empresas diferenciarse de la competencia y ofrecer a sus clientes un alto valor añadido en lo que se refiere a productos, servicios, ambientación u otros elementos. Su capacidad de innovar es fundamental para el desarrollo y se basa en el talento que se tenga para adaptar y aplicar el conocimiento que se haya generado en el ámbito.
Por lo tanto, la innovación en la empresa consiste en hacer surgir y acumular las ideas que surgen en ella, analizarlas con profundidad y poner en práctica aquéllas que sean viables o posibles. Es menester para los directivos, desarrollar una cultura en la que los stakeholder1 formen parte de una organización de manera dinámica en la que se fomente la innovación, pero teniendo en cuenta que, sólo con la cultura adecuada se puede conseguir la regularidad en las innovaciones que caracterizan a las empresas innovadoras. Recordemos, no existen malas empresas sino directivos y empresarios faltos de imaginación.
En México, estructurar el diseño e implementación de las políticas públicas orientadas a fortalecer el desarrollo de la actividad turística y promover la innovación en el sector, ha sido una ardua labor del gobierno federal a través de la Secretaría de Turismo (SECTUR), puesto que el entorno regulatorio influye en cómo las empresas aprovechan las nuevas oportunidades de negocio. Su función fundamental en la innovación consiste en preparar el camino para que dicha innovación pueda tener lugar en el sector.
A pesar de tratarse de un sector muy heterogéneo, existen una serie de rasgos comunes que permiten resaltar sus características únicas, donde la satisfacción de las necesidades del cliente resulte más importante que otras actividades, existe un imperante vacío de conocimiento sobre qué factores impulsan su proceso innovador y las consecuencias de los cambios técnicos y las innovaciones en el mismo.
Por lo que es relevante considerar el desarrollo de una estrategia empresarial que promueva una cultura innovadora en las empresas turísticas; la innovación en el sector debe ser una actividad continua, generalizada y de colaboración, en la que las empresas, de manera gradual y constante, modifiquen sus productos y procesos a la vez que desarrollen nuevas modalidades de labor que no necesariamente se basen en actividades formales de investigación y desarrollo (I+D).
En gran medida los servicios turísticos no suelen depender de formas tecnológicas de innovación como potenciadores de la productividad. Las innovaciones en procesos de gestión, de comercialización y de diferenciación de productos y servicios mediante la implementación de nuevos diseños operativos y de funcionalidad son aspectos muy característicos de la innovación en el sector turístico.
A manera de conclusión, a lo largo de este ensayo y de manera muy superficial, se ha intentado enfatizar la creciente necesidad por comprender la importancia de la innovación en el sector turístico. De igual manera, se señaló una particularidad de este sector que potencia tremendamente sus posibilidades en el contexto global: la capacidad que tiene, no solo de servir para su propio crecimiento y expansión, sino para contribuir al desarrollo de los otros sectores económicos.
El éxito de la innovación en el sector turístico a nivel nacional no depende de sus políticas o instituciones, depende de sus empresas.
Referencias
- [1] «Stakeholder» es un término compuesto por dos palabras en inglés: «stake», que significa apuesta, y «holder», que puede ser traducido como «poseedor». Una traducción directa del término al español haría referencia a aquellas personas que han apostado en favor (o en contra) de una persona u organización y que, por tanto, están interesadas en su desempeño. Es común que a los «stakeholders» se les conozca, por ello, como «grupos de interés» o como «partes involucradas» en un negocio.
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