Plantearse un turismo sin atractivos (naturales, culturales, tangibles e intangibles) no sería posible. Ya que cada destino es único, porque atesora en cada uno de sus rincones, paisajes naturales y monumentales, en los que también laten historias, leyendas, tradiciones y canciones, dignas de ser admiradas y compartidas con el mundo. Como así también, dignas de ser preservadas y puestas en valor por los propios miembros de la sociedad que los contiene.
En un entorno global y dinámico, el turismo crece, se expande y se renueva constantemente. Y para no caer en dicha vorágine, es importante enfocarse en la educación turística de la comunidad receptora, gestionando el desarrollo de un turismo sostenible, responsable y con identidad, en el que se potencien las acciones para la sensibilización turística y el rescate patrimonial.
Claro es su fin: Concientizar. Pero para lograrlo se deben crear puntos de encuentro e interacción en el que los integrantes de una comunidad o destino puedan reconocer su valor, explorando su propio lugar con ojos de turista. Y poco a poco lograr en ellos un mayor sentido de pertenencia, que luego se transformará en un mayor respeto y compromiso en el cuidado y difusión su patrimonio.
Actualmente, la sensibilización turística cobra cada vez más importancia en todos los ámbitos y es impulsada principalmente desde los organismos públicos relacionados al turismo, mediante la implementación de programas o actividades, como el desarrollo de jornadas de debate, charlas y talleres en escuelas, cursos abiertos al público en general, recorridas, visitas por diferentes atractivos del lugar, entre otras.
Dichos programas están dirigidas a un público diverso. El turismo se acerca incluso a los niños en las escuelas primarias, o a los jóvenes y adultos afectados directa o indirectamente por la actividad turística (estudiantes, profesionales, artesanos, residentes).
Sin dudas, los trabajos de sensibilización turística buscan generar un impacto positivo en el desarrollo del destino, creando una mayor conciencia turística que permita:
- Fortalecer el sentido de pertenecía e identidad del grupo social al que representa.
- Reconocer e interactuar con el patrimonio tangible e intangible que lo rodea.
- Generar una mayor cooperación comunitaria en las actividades de preservación y conservación del patrimonio y medio ambiente.
- Potenciar el desarrollo de las actividades turísticas de forma responsable.
- Puesta en valor del destino y difusión.
- Una comunidad más receptiva.
Concienciar e incentivar el desarrollo del turismo de manera sostenible es el camino para trascender. Creer y crear destinos en la que sus actores principales velen por el respeto, protección de sus recursos. Y con una comunidad receptiva, preparada para brindarse a sus turistas ofreciendo no solo servicios de calidad, sino también calidez y buena predisposición para dar a conocer su lugar y compartir con estos sus tesoros, haciendo que la experiencia turística del visitante sea única.
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