La Mesa del Turismo acaba de remitir una carta al Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la cual se cuantifica el alcance de las pérdidas económicas para el sector turístico español ocasionadas por la epidemia de coronavirus. Esta agrupación turística es una Asociación empresarial y profesional creada en 1986, con el objetivo de transmitir a la opinión pública y a la sociedad española la valoración real del turismo, apoyándose en la investigación y el análisis científicos de esta actividad, en la que están representados los diferentes sectores turísticos.
La Mesa del Turismo ha previsto tres escenarios posibles para el fin de la crisis, con sus correspondientes impactos en pérdidas económicas. En función de estas posibilidades, la Mesa ha solicitado al gobierno unas medidas excepcionales y urgentes para que el sector pueda resistir la crisis y reanudar después su actividad, como, por ejemplo, avales para las empresas por el 100% de los créditos, aplazamiento de impuestos y cuotas a la Seguridad Social, y agilización de los ERTES (Expedientes de regulación de empleo temporales).
El sector turístico (en Esàña) podría perder más de 90.000 millones de euros este año y sufrir una fuerte destrucción del empleo, por lo que se solicita al Gobierno que adopte “medidas excepcionales” para una actividad que representa el 12,5% del PIB y el 13% del empleo nacional en España. El estudio elaborado por la Mesa del Turismo sobre el impacto económico de la epidemia en las empresas turísticas dibuja tres escenarios posibles en función de la evolución de la emergencia sanitaria.
En primer lugar, en el escenario menos negativo, se contempla la posibilidad de que la temporada turística pudiera iniciarse en condiciones normales a primeros de junio de este año. Ello representaría unas pérdidas globales de 25.000 millones de euros, teniendo en cuenta las cancelaciones de varios eventos de gran importancia, tales como el MWC de Barcelona, las Fallas de Valencia, Feria de Sevilla, etc., sin olvidar el flujo de turismo acostumbrado en estas fechas y en particular, la Semana Santa.
En segundo lugar, si la temporada no pudiera iniciarse hasta mediados de julio, ello representaría un periodo estival de poco más de 80 días y las pérdidas podrían alcanzar los 45.000 millones de euros, ya que el flujo de visitantes extranjeros podría situarse por debajo del 60% del año 2019.
Por último, el peor de los escenarios, es decir, que los mercados tradicionales más importantes (británicos, alemanes, franceses, italianos, entre otros) no pudieran o quisieran viajar por razones sanitarias o simplemente económicas. En ese caso las pérdidas para el conjunto del sector podrían alcanzar más de 90.000 millones de euros y los consiguientes cierres y concursos de acreedores de miles de empresas, así como la destrucción de un gran porcentaje del empleo turístico.
La Mesa del Turismo insiste en que el Gobierno de España debería mostrar una deferencia especial hacia el turismo, siendo éste un sector primordial en la estabilidad social y económica del conjunto del Estado y España uno de los países más competitivos en el ámbito turístico mundial. Como medidas excepcionales, la Mesa del Turismo solicita al Gobierno que de forma inmediata se articule y facilite el importe de las líneas de avales hasta un 100% de los créditos para las empresas, así como el aplazamiento de los pagos de impuestos de cualquier ámbito -estatales, autonómicos o municipales- así como las cuotas de la seguridad social de los meses comprendidos entre marzo y septiembre, hasta la fecha más conveniente y consensuada con el sector privado. En relación a los ERTES, la agrupación turística requiere una mayor capacidad, rapidez de gestión y posibilidad de extenderlos más allá de la finalización del estado de alarma, teniendo en cuenta la caída de la demanda en general y los cierres de empresas.
