Hace, tan solo, cuatro meses, surgía un nuevo restaurante en el panorama de la Comunidad de Madrid. Con brío, ilusión y mucha honestidad, Roberto Fontán, curtido en la hostelería desde hace muchos años en locales emblemáticos como PortoNovo o en hoteles de solera como Meliá, decide abrir, junto a Paul García y Noemí Losada, La Parrilla de Arganda. Un local de cocina sencilla, sabrosa, con platos clásicos “de toda la vida”, donde las brasas son el eje esencial en la preparación de las recetas.
La Parrilla de Arganda se sitúa en la zona industrial de Arganda del Rey (a poca distancia del bello pueblo de Chinchón, al sudeste de Madrid), adyacente al Hotel AB Arganda, a tan solo 20 minutos de la capital.
Se trata de un amplio restaurante, donde el protagonismo lo tiene una materia prima de excelencia, como las verduras de temporada (cultivadas en gran parte en la propia huerta del restaurante, ubicada en las proximidades de Huerta de Tajuña), las carnes o los pescados fresquísimos, además de los platos de arroces, las legumbres ( ya sean frías o calientes según la temporada del año) o las originales sopas frías, estrellas del verano, desde la de trigueros y puerros hasta la vichyssoise de pera pasando por las clásicas de salmorejo cordobés, entre muchas otras.
La cocina de La Parrilla se elabora, en su gran mayoría, en las brasas, lo que le aporta a muchos de los alimentos un sabor natural, sustancioso, siendo muy saludable ya que hablamos de una comida sencilla en su planteamiento, sin salsas ni aderezos vanos. La propuesta gastronómica posee, además, una relación precio-calidad óptima, siendo mucho más accesible que en la mayoría de locales de la capital.
Por eso, lo que el comensal, que se acerque a La Parrilla de Arganda, va a encontrar es ante todo una comida rica, tradicional, de calidad y muy honesta. No va a tener sorpresas porque el equipo del local sabe muy bien lo que se hace y trata con gran respeto y hospitalidad al cliente, desde sus propietarios como el amable Roberto Fontán, atento al más nimio deseo de los comensales, hasta cualquier camarero.
Todo ello, en un espacio amplio, que sirve también para grandes eventos familiares o empresariales, con salones acogedores en un estilo rústico-chic, reservados ideales para tiempos de covid, una brasa a la vista del cliente impoluta y espectacular, donde se “cuece” casi toda la comida de La Parrilla y varias zonas de terrazas al aire libre, perfectas para el buen tiempo. En definitiva, hablamos de un restaurante que pretende (y, efectivamente, lo consigue) recibir a todo tipo de comensales, ya sean por sus edades, gustos, profesiones…Eso, si, con un denominador común: todos quieren comer bien a un precio asequible.
La comida de La Parrilla de Arganda es saludable, como decimos, porque se respeta el producto en origen (todo es lo más natural posible como lo que viene de la huerta próxima) y se cocina con mimo. La parilla es el secreto que conserva la pureza de los alimentos, su jugosidad y el sabor más puro de los ingredientes, además de permitir que se conserven gran parte delos nutrientes-vitaminas y minerales-y que se elimine de mejor forma las grasas de estos. Por eso, el pulpo a la brasa con patatas revolconas resulta delicioso, así como todos los pescados (riquísimo el rodaballo salvaje), las zamburiñas o cualquiera de las numerosas carnes que se cocinan de esta manera tan sana. Todo, además, es generoso en el plato. En La Parrilla, no se pasa hambre. No hay que olvidar tampoco los platos que llevan verduras, hechos por supuesto a la brasa, como la ventresca con pimiento rojo de la huerta del restaurante (de excelente calidad) o cualquiera de las otras hortalizas propuestas, siempre sabrosas y frescas.
Recordemos, también, los entrantes clásicos como la ensaladilla rusa o las croquetas de carabineros que nos hacen rememorar lo más tradicional de la cocina española en La Parrilla de Arganda. Los golosos están de enhorabuena con los postres caseros como el impresionante hojaldre o la tarta de queso.
Muy buena bodega con vinos españoles de la Comunidad de Madrid de la zona de Arganda del Rey y de otras partes de España como el exquisito y sorprendente caldo blanco Nuviana del Valle del Cinca, en la provincia de Huesca o el potente Rioja Viña Paceta.
Por todo ello, ya no es excusa no acercarse hasta Arganda porque vale la pena descubrir, a tan solo 20 minutos, un lugar de buen producto, muy asequible de precio, donde disfrutar de una experiencia gastronómica rica, tradicional y sin aparatosidad donde las brasas alcanzan su maestría gastronómica.
Dirección: Av. de Madrid, 4728500, Arganda del Rey, Madrid
Precio medio: 25 euros con maridaje
Teléfono reservas: 918 71 61 62