Según el último informe del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino en España de ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino, que promociona y desarrolla las regiones vitivinícolas españolas), el impacto económico del enoturismo en estos circuitos superaría los 85 millones de euros, solo en visitas a bodegas y museos, incluyendo el gasto realizado en las tiendas de estos establecimientos.
En este Informe de Visitas a Bodegas y Museos del Vino de las Rutas del Vino de España, referido al 2019, ocupan los primeros puestos en cuanto a número de enoturistas, en este orden: La Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez (Andalucía), la Ruta del Vino de Ribera del Duero (Castilla y León) y el Enoturisme Penedès (Cataluña).
Los datos reflejados en la nueva publicación corresponden a las 31 rutas que actualmente componen el club. Las principales zonas vitivinícolas del país cuentan con Rutas del Vino formalmente constituidas, creadas con un modelo propio de calidad y agrupadas en torno al Club de Producto Rutas del Vino de España: Alicante, Arlanza, Arribes, Bullas, Calatayud, Campo de Cariñena, Cigales, El Bierzo Enoturismo, Enoturisme Penedès, Garnacha-Campo de Borja, Jumilla, La Mancha, Lleida-Costers del Segre, Marco de Jerez, MontillaMoriles, Navarra, Rías Baixas, Ribera de Duero, Ribera del Guadiana, Rioja Alavesa, Rioja Alta, Rioja Oriental, Rueda, Serranía de Ronda, Sierra de Francia, Somontano, Toro, Utiel-Requena, Valdepeñas, la Manchuela y Yecla.
En el informe, donde se recogen datos relacionados con la oferta turística (alojamientos, restaurantes, enotecas, agencias de viajes, ocio, transporte…), destaca el aumento en el número de visitas a las Rutas del Vino de España respecto al año anterior (que se situaría entorno a los tres millones) así como en el impacto económico de esta actividad. La cifra total de negocio del enoturismo en las Rutas del Vino de España superaría los 256 millones de euros.
ACEVIN desarrolla esta oferta enoturística, que, además de potenciar el turismo por toda la geografía española, promueve el equilibrio territorial y el progreso económico-social en el entorno rural. Una opción muy interesante que complementa el turismo más clásico de sol y playa o el cultural. La Asociación lleva, así, desarrollando la marca Rutas del Vino de España, por el mundo, desde hace 25 años, contribuyendo, además, . Está respaldado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Secretaría de Estado de Turismo y TURESPAÑA. El club lo forman actualmente, además de las 31 Rutas, más de 600 municipios y 2.000 empresas (600 de las cuales son bodegas).
Los meses de agosto, septiembre y octubre (el mes de mayor demanda por el tema de la vendimia) son los de mayor afluencia de enoturistas en las Rutas del Vino de España. Ultimamente, ha habido un aumento en primavera y verano, poniendo de manifiesto el importante valor del enoturismo en la desestacionalización.
En cuanto al porcentaje de visitantes nacionales e internacionales, el 74,7% sigue siendo turistas españoles y el 25,3% corresponde a visitas de procedencia internacional.
En cuanto a las perspectivas de cara a este año, se auguran distorsiones a causa de la crisis sanitaria del COVID-19. ACEVIN y Rutas del Vino de España apuestan por resaltar los atributos diferenciales de este producto turístico como elementos claves para la reactivación del sector y como polo de atracción de una opción vacacional especialmente alimentada por el mercado nacional: autenticidad, destinos escasamente masificados, inmersión en el medio rural y en la naturaleza, turismo slow y gastronomía, en un marco de turismo seguro y responsable. A este respecto, el informe se hace eco de la «Guía para reactivar el enoturismo post-COVID«