Trabajar en servicio al cliente es todo un mundo de sorpresas, todo el tiempo estás en contacto con nuevas personas, debes conocer muchos lugares, tener temas de qué hablar y siempre tener la mejor actitud frente a cualquier situación, pero hay algunas cosas que nadie de te dice sobre lo que es trabajar en este mundo de la atención al cliente, de las que hoy te hablaré:
Índice
Tu tiempo no es totalmente tuyo
Debes tener muy presente de que tus horarios no van a ser de lo más comunes, casi siempre tendrás horarios rotativos, trabajarás en fin de semanas y días festivos; cuando todos estén libres tú estarás trabajando (ojo esto aplica para todas las industrias de atención al público).
Debes atender hasta el mínimo requerimiento
Si quieres un cliente feliz debes cumplir cada una de sus peticiones (con que no sobrepase tu moral y tus límites) pero sí debes estar atento en cada paso, ya que las personas se estarán fijando en todo lo que haces y cómo reaccionas a cada instante.
La actitud cuenta
Han escuchado eso de que con una sonrisa todo funciona, en el servicio al cliente esto sí aplica y mucho. Imagínate que llegas a un hotel y te dicen de la manera más amable, más una sonrisa muy amigable en el rostro que tu habitación aún no está lista: te molestarás pero estarás dispuesto a esperar sin mayor problema por la buena actitud del recepcionista. Pero plantéate este segundo escenario donde llegas y el recepcionista con una mala cara sólo te dice que debes esperar y sin mayor explicación deja de atenderte, obviamente te vas a molestar y vas a tener muchas quejas. Así que la actitud cuenta y si la acompañas con una linda sonrisa, te aseguro que te ganarás puntos a tu favor.
Los clientes son todo un mundo
Todos sabemos que hay varios tipos de personalidades alrededor del mundo, pero hay personas que tienen algunas que te harán salir de tus casillas. Hay personas muy dulces, llevables y que hacen todo más fácil; pero nunca falta ese cliente distraído al que hay que repetirle todo un millón veces, o ese cliente que quiere todo rápido, o hasta ese que por alguna razón del mundo llega molesto y se desquita con todo el que vea. Hay que armarse de paciencia y fuerza para trabajar en este mundo, pero es por esas personas bonitas que uno lo hace.
Mi consejo es: «respira y ten paciencia», que nunca sabes con actitud llegará cada cliente.
Tu vida social es todo un juego de malabares
Por lo mismo de tener horarios rotativos y trabajar en industrias «24/7», por lo general no vas a tener la misma disponibilidad de tiempo que tiene una persona que tiene un trabajo de oficina. Cuando todos estén de vacaciones un día festivo, ¿Dónde vas a estar tú?: Trabajando; cuando todos estén festejando el cumpleaños de la abuela, ¿Dónde vas a estar tú?: Trabajando; y así con todos los escenarios que te puedas imaginar.
Si eres de esas personas que viven para quejarse tendrás una vida muy triste, pero si le das la vuelta a las cosas podrás ir a hacer compras un lunes por la mañana, salir a tomar unas cervezas un martes, ir a correr o ciclear cuando los parques están vacíos; sólo hay que buscar la perspectiva correcta y ten en cuenta que no siempre estarás encerrado en el trabajo, todo es cuestión de negociar o de suerte si lo quieres ver así.
Conocerás un millón de personas
Sea cual sea la industria de servicio al cliente en la cual trabajes, conocerás muchas personas, verás un sin número de caras y personalidades, te encontrarás con una cantidad inimaginable de gente y lo más divertido es que no sabes qué historia trae cada uno. Y quién sabe hasta conoces a algún famoso.
Multitasking everyday
En cualquier área en la que trabajes siempre deberás dar un poco más o hacer un poco de todo, ten en cuenta que siempre hay alguien que necesita tu ayuda; por ejemplo, en un hotel un recepcionista puede tener que hacer las veces de botones si es necesario o un mesero puede ser recepcionista en una urgencia. Cuando hay que ayudar hay que ayudar, no sé si pensarán que es muy extremo, pero en una situación de emergencia es mejor ayudar a quedarse de brazos cruzados, esto no sólo te hace un buen compañero, te hace una buena persona también, además estarás muy bien visto en tu trabajo.
Creo firmemente que para llegar a ocupar un puesto alto como gerencias o cosas por el estilo, hay que pasar de todo y aprender de todo para saber manejar hasta la más mínima situación, así que si actualmente tienes un puesto bajo tómalo como experiencia y aprende todo lo que puedas para que cuando llegue el tiempo de crecer, lo hagas por tus propios méritos y no por ‘’ayudas’’ externas, nada recompensa más que ganarte algo por lo que has trabajado.
Puedo decir que trabajar en atención al cliente, especialmente en hoteles donde personalmente tengo mayor experiencia, es todo un «show» porque ningún día es igual. Como dicen los abuelitos: «cada día trae su propio afán y no sabes cuando algo te va a sorprender.»