Gente caminando

La idea de que el fenómeno turístico es inocuo ha sido rebasada con el desplazamiento del turismo de masas, que si bien es cierto genera derrama económica, también es cierto el detrimento visible causado al paso de los años en aquellos destinos que han sobrepasado la Capacidad de Carga Turística, por lo que el incipiente término «industria sin chimeneas» pierde su esencia momento a momento.

Cuando se proyecta un nuevo equipamiento turístico tanto en instalaciones como en conectividad local o regional, cobra vital importancia calcular la Capacidad de Carga Turística refiriéndose ésta como el número máximo de personas que pueden utilizar un lugar al mismo tiempo sin causar la destrucción del medio físico (OMT 1981) para lograr un equilibrio en los componentes del entorno turístico, utilizándose generalmente para dar solución a problemas generados por el turismo de masas o turismo tradicional (Boullón 1989). Dicho de otra manera, es la cantidad máxima de turistas o visitantes que soporta cada destino, espacio o instalación turística dentro de un mismo horario, tomando en cuenta factores como la distancia mínima de movilidad para garantizar su adecuado desplazamiento y que su experiencia sea agradable y benéfica. 

Dentro de la terminología turística podemos encontrar aspectos que distinguen a la Capacidad de Carga según su ámbito de aplicación:

  • Capacidad de Carga Física: se toma en cuenta la superficie total para ver qué capacidad máxima de turistas o visitantes puede albergar según el tiempo de permanencia en el mismo.
  • Capacidad de carga Real: se obtiene al calcular la Capacidad de Carga Física analizando una serie de factores propios del lugar en cuestión.
  • Capacidad de Carga Efectiva: permite que el personal que labora en el  destino o atractivo turístico pueda brindar los adecuados estándares de calidad en el servicio sin que se vean rebasados con el máximo de visitantes y que el sitio no sea dañado físicamente.

Empero, en la realidad que estamos viviendo y según el vaticinio de la OMS donde advierte que el nuevo coronavirus puede volverse endémico, es decir, que podría permanecer de manera constante en un área geográfica y nunca irse, sería factible revisar qué tan adecuado sería incorporar una nueva Capacidad de Carga Turística enfocada en la salud y basada en los requerimientos de la presente pandemia de COVID-19; ésto es, la Capacidad de Carga de Sanidad con la cual se podría calcular la cantidad de personas presentes en un misma instalación y en un mismo horario sin comprometer su salud presente y futura, tomando como referencia la sana distancia entre cada uno de ellos y siguiendo las normas que han propuesto las autoridades correspondientes, facilitando los mismos servicios de calidad en un aforo máximo permitido, asegurando la estadía, visitas o recorridos bajo un esquema de confiabilidad y de sanidad.

Es una realidad que la llegada de la vacuna es un gran aliado contra los contagios ocasionados por el COVID y a favor del desplazamiento de personas, sin embargo, estamos ante una situación donde la recta final de la pandemia aún se ve lejos; recordar que el panorama en el futuro próximo enmarca que las visitas y desplazamientos turísticos tendrán un incremento gradual, por lo que se hace necesario seguir creando estrategias que fortalezcan al tan debilitado sector turístico. 

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Por Emma Espino

🇲🇽 Licenciada en Turismo, Directora General de Servicios Turísticos Gadutravel, creadora del proyecto 4Gadu, facilitadora de oportunidades turísticas.

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