Desde su aparición en 2019, el virus de SARS-CoV-2 mejor conocido como “COVID” ha puesto de cabeza no solamente los sistemas de salud de todo el mundo, también las actividades económicas han pagado una factura muy alta, dentro de los que destaca el turismo. Si bien la campaña mundial de vacunación ha tenido resultados significativos en la disminución de hospitalizaciones y de muertes, el virus ha continuado en un proceso de mutación que ha originado más variantes en diferentes partes del mundo, sin embargo, desde hace algunas semanas la variante “Ómicron” con origen en África, ha encendido los focos de preocupación de la comunidad científica internacional, lo que ha repercutido en el cierre de fronteras nuevamente, después de vivir un proceso de reapertura al turismo de países con gran vocación turística como lo fue el caso de Estados Unidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado algunas de las variantes de SARS-CoV-2 como “de preocupación”, las mutaciones del virus que entre sus características tienden a ser más contagiosas e inclusive con un grado superior de letalidad, como se muestra en la siguiente tabla:
La preocupación radica en que por ser la variante más reciente y quizás con mayor propagación, la información que se tiene sobre esta es muy poca, por lo tanto, no se tiene información clara sobre la plenitud de sus riesgos ni las estrategias con que se pueden mitigar.
¿Qué pasará con el turismo en este ambiente de incertidumbre por Ómicron?
Algunos países han comenzado a cerrar sus fronteras debido al gran número de contagios y propagación en diferentes continentes por parte de Ómicron, con esto la actividad turística se comienza a paralizar de nuevo, por lo menos en cuanto a turismo internacional. Hasta el momento la lista de países con fronteras cerradas totalmente por lo menos durante 14 días es la siguiente:
- Israel
- Japón
- Marruecos
No obstante, la lista tiene especulaciones de crecer, ya que países como Estados Unidos, Canadá, España, Cuba, Italia, Perú, Brasil, Alemania, Filipinas, Indonesia, Nueva Zelanda, Australia entre otros, han blindado sus fronteras con acceso restringido para personas provenientes del sur de África e incluso Europa para Bélgica, República Checa, Austria, Países Bajos, Italia y Suiza.
Es necesario comentar que el cierre de fronteras, aunque es la medida más obvia para los gobiernos, no ha sido la más exitosa, retomando las experiencias que la primera ola de COVID dejó, puesto que, a pesar del cierre total, el número de contagios y defunciones en países que tomaron esta medida fue alto, casi como en naciones que no cerraron fronteras.
En el caso de México, las medidas ante Ómicron van de lo nulas a tibias hasta el día de hoy, pues se externó que el cierre o restricción de fronteras no se tiene contemplado (México no ha cerrado fronteras en ningún momento durante la pandemia) y las acciones en los aeropuertos nacionales como internacionales se resumen en pruebas COVID al azar, tomas de temperatura y un cuestionario sanitario obligatorio para los viajeros. Hugo López-Gatell, subsecretario de salud del gobierno de México afirmó sobre la variante Ómicron y las acciones a tomar: “Las restricciones de viajes o cierres de fronteras son medidas poco útiles; afectan la economía y el bienestar de los pueblos. La información difundida sobre los riesgos de la nueva variante es desproporcionada respecto a lo que muestra la evidencia científica existente”. Por lo que México no tiene intenciones de restringir la actividad turística en esta temporada que suele ser de alta demanda; hay que recordar que en México hay más de 4 millones de personas laborando en el sector turismo por lo que volver a una crisis como la que se tuvo hace meses, sería catastrófico para la economía, por el momento lo único que queda por hacer es que si se tiene contemplado viajar en esta temporada, se recomienda acatar las indicaciones sanitarias como el uso de cubrebocas en lugares públicos, el implemento de gel antibacterial en tareas de higiene personal y continuar el cuadro de vacunación.
¡Recuerde que el SARS-CoV-2 no se ha ido, hagamos un turismo responsable!