“Cambio” es la constante de nuestro mundo actual. ¿Te has percatado de que las personas en lugar de acumular posesiones como viviendas, terrenos o autos, ahora optan por compartir con otras personas aunque sean desconocidos? ¡Sí! Es lo que se ha denominado consumo colaborativo, una nueva manera de intercambiar y/o alquilar a través del uso de la tecnología. No sorprende entonces que el Turismo sea uno de los sectores donde más se aprovecha este cambio. Es por ello que el Turismo “peer to peer” (p2p) es una de las tendencias más fuertes que están transformando en el mundo la manera de viajar y por supuesto consumir.
Según Botsman (2010), si el siglo XX fue el del hiperconsumo basado en el crédito, la propiedad individual y la publicidad; este siglo será de consumo colaborativo a través de la reputación, la comunidad y el acceso compartido.
El Turismo p2p es un claro ejemplo de hacia dónde avanza este sector y nuestra sociedad en general. Me queda claro que la tendencia 2p tiene garantizado un buen porvenir gracias al internet pues es un hecho que gran parte de los negocios en un futuro se desarrollarán en forma digital.
La economía colaborativa tiene sus raíces en la cultura de compartir archivos “peer to peer” (P2P: red entre pares o red entre iguales) a principios de los años 90’s. El término fue acuñado por primera vez por Ray Algar en el boletín Leisure Report (2007)[1].
La tendencia p2p ha tenido un gran impulso en los últimos años gracias a la aparición de webs especializadas que ponen en contacto a los particulares que ofrecen servicios relacionados con la satisfacción de necesidades de quien viaja con esos potenciales viajeros. En este sentido, es muy probable que el nombre Airbnb te suene familiar pues mucho se ha cuestionado el rol que desempeña en el sector turismo.
Airbnb es la iniciativa empresarial pionera en este ámbito que nació en San Francisco, California (EE.UU), en 2008, donde un grupo de amigos que no les alcanzaba el efectivo para pagar su piso, decidieron ofrecer su casa a través de internet para completar el dinero que les faltaba, ofreciendo dormir en colchones de aire y proporcionando desayuno a sus usuarios (air bed and breakfast).
Pero ésta es solo la punta del iceberg, pues la lista de operadores turísticos p2p abarca no sólo servicios de alojamiento, también experiencias turísticas, transporte y restauración. Al final de este artículo está disponible la lista de estos nuevos intermediarios.
Puede decirse que la actuación de las plataformas p2p excede la de un prestador de servicios de la sociedad de la información que aloja datos pues a totalidad realizan la prestación de un servicio turístico de mediación.
Es importante mencionar que este modelo de negocio crece por los mismos beneficios que otorga a quienes lo integran: es fuente de autoempleo, flexible en sus horarios, y muy poca inversión. Y si lo vemos desde la perspectiva de quien viaja y opta por éstas alternativas, hay un ahorro ($) considerable.
El tema en la mesa ahora es, ¿Cómo regular esta nueva tendencia?.
Lo
que me queda claro es que habrá que analizar el impacto y potencial de este
nuevo modelo de una manera integral e inclusiva.
[1] Collaborative Consumption. Leisure Report pag. 16 (mar 2007),