Orense “terra da chispa”

La Ribeira Sacra al norte de la provincia de Orense.

Esta provincia gallega se ganó el sobrenombre de “terra da chispa”  gracias a sus afiladores y paragueros que con una pequeña rueda de esmeril , montada sobre una bicicleta, pedaleaban por las calles de cualquier ciudad de España y de otros países. Porque Orense, como toda Galicia,  conoce muy bien lo que es la inmigración.

No quedan ya paragueros recorriendo las calles, ni se escucha el sonido que emanaba de una pequeña armónica avisando de su llegada, anticipo de niños congregados a su alrededor dispuestos a admirar las chispas que brotaban de la piedra de amolar o de Liñares, nombre del pueblo de la Ribera Sacra que las elaboraba. Ya no se barrunta lluvia tras el paso de estos artesanos  y solo los más mayores son capaces de canturrear la melodía sonora y repetir la cantinela que cantaban sin dejar de pedalear “el afilador: se afilan cuchillos, navajas, tijeras”.

Orense, fría en invierno y abrasadora en verano, puede presumir de paisajes modelados por el agua del río Sil y sus afluentes. El ejemplo más claro es la Ribera Sacra, también bañada en vino de las cepas que se cultivan en las orillas del río, en un terreno escarpado, de difícil acceso e impresionantes vistas.

Rica en aguas termales, piscinas naturales y manantiales, por Orense transcurren las últimas etapas de la Ruta de La plata, que se inicia en Sevilla y acaba casi 1000 km. después, en Santiago de Compostela. Desde hace un cuarto de siglo, Orense, donde se celebran uno de los carnavales más prestigiosos de España, es también la sede de uno de los 5 Festivales  de cine más destacados del país (OUFF : Ourense festival de cine). Virtudes y cualidades que han contribuido a convertir el territorio en escenario de películas que se han hecho un hueco en la historia cinematográfica española y han convertido paisajes locales, a veces inhóspitos, en ruta imprescindible para los cinéfilos .

En el Casco Viejo de Orense, que tiene su origen en las aguas termales y las explotaciones de oro, se han señalizado los principales escenarios en los que se rodó A Esmorga, film basado en el libro del mismo título de Eduardo Blanco Amor. En la plaza mayor, Fuente del rey, Catedral o fuente de San Cosme perpetran sus correrías ( “esmorga” en gallego, de ahí el título) un grupo de amigos. El primer matrimonio homosexual de la historia de España se cuenta en Elisa y Marcela, película para la que Isabel Coixet buscó localizaciones en las localidades orensanas de Celanova, Moldes y Pazos de Arenteio. Las imágenes de las salidas de las brigadas forestales de Allariz, que tiene un magnífico conjunto histórico artístico, se usaron en O que arde, film en el que debutó, con 85 años y papel de protagonista, Benedicta Sánchez quien se hizo con el Goya a la actriz revelación 2020. 

Allariz.

Allariz pasa, no sin razón, por ser uno de los pueblos más bonitos de España. De sus calles empedradas, de sus iglesias, de sus fiestas, gastronomía y hasta de las leyendas que envuelven a esta localidad medieval se enamoró cuando filmó allí La lengua de las mariposas, el recientemente fallecido director José Luis Cuerda. Cuerda no solo compró una propiedad en Allariz, sino que creó su propia bodega en la comarca de O Ribeiro, de donde salen algunos de los vinos gallegos más demandados.

El listado de películas, directores y actores que se han sentido atraídos por la singularidad de Orense convirtiéndola en un plató al aire libre, es largo. Una atracción que viene de lejos y en la que no podríamos dejar de nombrar a Chano Piñeiro que en 1989 escogió para rodar el primer largometraje en gallego, Sempre Xonxa, una aldea en la que sólo vivía una familia. Hoy en Santoalla, Petín, queda ya sólo una persona.

Títulos e historias que invitan a pasar por las salas de cine y por adentrarse en un territorio que reúne paisajes, termas, monasterios, bosques, villas y aldeas.

Escenarios de películas Orense.
Araceli Viqueira: 🇪🇸 Despierta imaginaba visitas a lugares desconocidos hacia los que no sabía dirigir mis pasos. El tiempo, el mismo que a veces perdemos, y la curiosidad innata han sido mis aliados. Por fortuna, combinar trabajo y placer hace más fácil mantener la misma ilusión que hace décadas.
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