La CuatroTe (Cuarta Transformación) llega con guadaña bien afilada, la política de austeridad y combate a la corrupción les ha dado la pauta para hacer y deshacer ya sea, políticas públicas, programas, proyectos, iniciativas hasta instituciones, inclusive los estados libres y soberanos de la República Mexicana han sentido frio ante estas intentonas; sin embargo muchas de estas carecen del bagaje jurídico administrativo que se requiere para tomar decisiones de este tipo bajo argumentos sólidos, confiables e irrefutables y se apuntalan al parecer primordial y únicamente en el poder político prácticamente unánime que en la actualidad ostenta el régimen en el gobierno.
En lo que refiere al turismo que es una de las actividades económicas más importante para las naciones, definitivamente crítica para nuestro país; y a pesar de su importancia el sector no ha sido exento de los recortes, de hecho, en este ejercicio fiscal es de los más afectados en cuestiones presupuestales dada la aprobación del paquete económico 2020 de México. Una importante reducción de aproximadamente 3 mil 751 millones de pesos, equivalente al 42.7% es lo que se tiene contemplado según el presupuesto de egresos de la federación para el siguiente año (2020) con respecto al pasado. Es muy interesante como se cruzan opiniones entre el oficialismo y la oposición sobre esta reducción y no solo en el turismo sino en las finanzas públicas en general, sin embargo, lo que nos atañe es el turismo y por ende a ello nos avocamos y es por eso que señalo que hay muy pocas voces de la industria que se han manifestado, tanto a favor como en contra lo que nos sugiere que el sector está conforme o tal vez resignado.
Esta reducción implica en la lógica oficialista un ahorro cuantioso de dinero en actividades que no consideraron prioritarias, poco transparentes e incluso onerosas y hasta corruptas, para direccionarlo en otros temas de la agenda federal. Aunque no existe una trazabilidad de estos recursos el plan nacional de desarrollo 2019-2024 y diversas autoridades empezando por el presidente de la República mencionan proyectos prioritarios como el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucia por mencionar algunos de estos magnos proyectos que están íntimamente relacionados con la actividad turística, sin embargo, no hay claridad aún de exactamente qué actividades podrán hacer y qué otras actividades dejaran de hacer en la SECTUR sin esos recursos, en términos mundanos estamos hablando de una lanota que cambiará de manos y que dejará un importante vacío en los presupuestos empresariales y/o burocráticos del sector que sin duda van a extrañar.
Si bien, esto supone en un primer momento importantes ahorros para las finanzas públicas debido a la mencionada política de austeridad implementada por el gobierno de México que ha suprimido recursos económicos en importantes organismos del sector tales como Consejo Mexicano de Promoción Turística o el programa de pueblos mágicos, entre otros, también supone enfrentar los retos estratégicos del sector con recursos diferentes a solamente los económicos e implementar estrategias innovadoras que no permitan la caída del sector e inclusive la apuntalen alineando sus objetivos al Plan Nacional de Desarrollo en el cual están manifestadas las buenas intenciones del gobierno de México. Nadie en su sano juicio podría negar contundentemente que existía opacidad, falta de transparencia y hasta corrupción (como en todas las áreas del gobierno). Se tenía que hacer algo al respecto.
En la lógica de la oposición, estas reducciones presupuestales implican dejar de invertir en un sector prioritario para la economía nacional y en su estrategia como política pública, que según esta postura conducirá al sector a un decrecimiento de proporciones no estimadas aún y el impacto en el hasta ahora excelente desempeño de la marca turística MÉXICO podría ponerse en riesgo, así como su promoción alrededor del mundo. Habrá que estar pendiente tanto de los indicadores oficiales como de las reacciones y medidas que adopte la iniciativa privada, su proyectos y objetivos estratégicos, cómo se mueve la inversión y cómo se mantiene a México, sus destinos y sus productos turísticos vigentes y atractivos para el turista internacional contemporáneo.
En un primer momento se antoja un panorama nacional complicado y lo único cierto es que habrá que adaptarse a las nuevas circunstancias donde la creatividad, la innovación, las tecnologías, la disrupción jugarán un papel determinante en cómo se aborda esta transformación. No debemos temer al cambio, he señalado en otras participaciones que el éxito del sector turístico mexicano tiene poco o nada que ver con la actuación del gobierno ni con el papel, recursos o estrategia que este implemente; su crecimiento, en mi punto de vista tiene más que ver con características propias de nuestro país y lo atractivo que siempre ha sido para el mercado e imaginario popular mundial, lo que haga el gobierno por el sector es un plus razón por la cual no debemos dejar de observarlo y evaluando su desempeño, pero de eso a decir que gracias a lo que hace el gobierno el sector es exitoso, definitivamente no.
Es por esto que tengo confianza en que el sector seguirá en bonanza y aportando todos los beneficios que supone a nuestro país y a la población que ocupa y beneficia. Según datos del barómetro turístico de la organización mundial de turismo la llegada de turistas internacionales aumento en aproximadamente un 7% en el primer semestre del 2019 con respecto al mismo periodo del 2018. Según información de la secretaria de turismo hay importante inversión hotelera, así como en eventos y convenciones, el turismo aporta el 8.5% del producto interno bruto, genera 4 millones de empleos beneficiando a más de 16 millones de mexicanos. Los números no son nada despreciables. Es importante seguir trabajando.