¿Qué ha supuesto para usted el nombramiento como Embajador del Turismo de Lujo de VisitMexico?
Para mí es un gran honor, hace muchos años que me enfoco en promocionar el turismo de lujo en México, mostrando sus mejores experiencias para este segmento. El haber vivido en México ha hecho que me enamorara de su cultura y su gente, y poder colaborar para aumentar su presencia en la mente del consumidor de lujo nacional e internacional representa un desafío y una satisfacción muy grande.
¿En qué va a consistir su labor?
Mi labor estará enfocada en la comunicación para el segmento y en ser el nexo entre los diferentes eslabones de la cadena. La nueva plataforma de VisitMexico apuesta por la tecnología y tiene un enorme potencial. Mi objetivo es que el lujo y el ultralujo tengan un espacio destacado y poder ayudar a que la oferta y el mercado se conecten y reafirmen porque México es el destino perfecto para este segmento tanto para el mercado nacional como el internacional. México lo tiene todo: hoteles fantásticos, destinos sorprendentes y la cultura local que se expresa en su arte, gastronomía y la calidez de su gente lo hacen merecedor de estar en las preferencias de los viajeros de todo el mundo.
¿Qué es el lujo para usted?
A nivel personal, el lujo es poder trabajar en lo que me apasiona, y en este momento tan difícil para la industria del turismo, ha sido un lujo y muy satisfactorio poder apoyar a las personas detrás de los hoteles con diferentes iniciativas que he tomado.
En cuanto a la hostelería, el lujo para mí se consigue con la conexión personal, cuando se sobrepasan las expectativas y se crean recuerdos que quedan para siempre. El lujo hoy no es ni distante ni acartonado, ahora es genuino, personal y se basa en las emociones. Para mí el lujo no es lo que te dan, sino cómo te hacen sentir.
¿Qué diferencias hay entre el lujo y el ultralujo?
La clasificación de los hoteles no es tan simple. El sistema de estrellas no está estandarizado a nivel mundial y hay otras clasificaciones que algunos tienen en cuenta, sin embargo, no siempre es sencillo ubicarlo. El ultralujo es el segmento máximo de la cadena, donde la personalización es al más alto nivel, se tienen en cuenta todos los detalles y el servicio
¿Qué significa el concepto de lujo en México y cuál es su relevancia internacional?
En México tenemos todo para liderar el segmento de lujo a nivel mundial. Porque el lujo no solo requiere de grandes inversiones y buena conectividad (ambas cosas que México tiene) sino que hoy el mercado busca experiencias locales y genuinas, y se aleja de la estandarización.
Los nuevos hoteles de lujo y ultralujo de México no podrían estar en otro lugar. Tienen la influencia mexicana desde su concepción, su diseño, los materiales y los colores.
La historia diversa de México, su arte y su gastronomía, hacen que el segmento de lujo internacional elija al país, porque estas variables se le suman a una propuesta hotelera sobresaliente. No puedo dejar de destacar la calidez mexicana, que hace que el servicio sea amable sin lucir forzado como ocurre en otros destinos del mundo.
¿Cómo ve la situación del turismo de lujo en España, en la actualidad?
Como en todo el mundo, hoy el turismo de lujo se ve afectado por la limitación de fronteras y vuelos, sabiendo que el segmento de poder adquisitivo más alto vive (casi en todos los países) del turismo internacional.
Sin embargo, veo un futuro muy prometedor para el segmento en España. Madrid es el más claro ejemplo. Una ciudad hermosa, llena de vida y cultura, que por muchos años no fue tenida en cuenta por las grandes cadenas de lujo y que ahora se ha convertido en la nueva joya del turismo de capitales. La próxima reapertura de Ritz bajo el paraguas de Mandarin Oriental, el nuevo Four Seasons Madrid, la transformación de Villa Magna en Rosewood, son algunos ejemplos que ponen a Madrid en un futuro muy atractivo para el turismo de lujo en España.
¿Qué diferencias existen, si las hay, entre los hoteles de lujo en México y en España?
México y España comparten que ambos tienen una ubicación privilegiada para el turismo internacional cercano. México por un mercado emisor tan fuerte como Estados Unidos o la atracción que genera con Sudamérica y España por los grandes países emisores de Europa.
Hay una ventaja que tiene México en cuanto a playas, y es que -además de tener una gran variedad- Caribe Mexicano, Los Cabos, Riviera Nayarit, Guerrero, Oaxaca, en México ese turismo es todo el año, y si bien hay temporadas altas y bajas, funciona los 365 días del año. España, como la mayoría de los países del sur de Europa que traen millones de turistas en verano, tiene temporadas más breves en los destinos de playa.
¿Existe un ranking de países más potentes a nivel de Turismo de Lujo? En este caso ¿qué aspectos se toman en cuenta: hoteles, restaurantes, líneas aéreas, viviendas turísticas…?
Existen rankings que cambian año a año en cuanto al deseo de viajar, sin embargo, hay dos factores clave para que influyen directamente en la decisión del mercado de lujo. La conectividad y la hostelería de lujo. Hay destinos fantásticos que recién aparecen en la mente del consumidor de ese segmento cuando una marca de lujo desembarca, y es por eso la importancia de los hoteles del segmento para atraerlos. De más está decir que los destinos deben tener experiencias locales, genuinas y atractivas, pero sin conectividad y buenos hoteles, ese mercado difícilmente llega.
¿Piensa que la actual crisis sanitaria del Covid ha perjudicado mucho al Turismo de Lujo o, por el contrario, lo ha podido reforzar?
Esta crisis por la pandemia ha perjudicado a todo el turismo. Sin embargo, el segmento de lujo y ultralujo es el que primero se recuperará. Hay dos razones para ello. La primera es que en los hoteles de lujo, y más aún en los de ultralujo, la privacidad y el distanciamiento ya era parte de la experiencia previo al COVID-19. Eso se ve en particular con los resorts de ultralujo en espacios naturales como playas o montaña, por lo que la adaptación a la nueva realidad es mucho más orgánica. Y la segunda es que la crisis económica afecta a todo el mundo, pero el mercado de lujo probablemente no sienta tan fuerte ese impacto como el resto de los segmentos.
Díganos tres elementos que un hotel de lujo debería tener para considerarse como tal.
- Un trato personal (la persona no se identifica por un número de habitación, sino por su nombre).
- Una propuesta gastronómica de primer nivel con influencia local y que apoye a su comunidad
- Que nos hagan sentir a todos que estamos seguros y nos cuidan, algo que se revalorizó mucho en esta nueva realidad del turismo. (Cuando digo “a todos” también me refiero a la diversidad y al turismo incluyente)
¿Cuál sería su fin de semana de lujo perfecto? ¿Adónde viajaría, en qué hotel se alojaría y dónde comería?
Mi fin de semana de lujo perfecto hoy sería seguramente en un entorno de naturaleza y playa. Es difícil para mí elegir un solo hotel o destino, porque en la variedad está el gusto. Podría nombrarte a Belmond Maroma en la Riviera Maya y cenar en El Restaurante, o a Zadún, A Ritz-Carlton Reserve en Los Cabos con sus desayunos fantásticos en El Barrio, o pienso también en Cala de Mar en Ixtapa con sus vistas fabulosas al Pacífico y comer la pesca del día en Seafood Market. Mi lista podría seguir, pero no nos alcanzaría una sola entrevista para contarte los lugares que deseo visitar nuevamente pronto para desconectar y reconectar.