A través del tiempo, la industria de la aviación ha tenido constantes mejoras desde sus inicios, pero a la par de todos estos cambios, existe un algo que siempre está jugando con las emociones de los pasajeros: las políticas “perturbadoras” que están inmersas dentro de la compra de un boleto de avión.
¿Por qué un gran número de pasajeros presenta alguna queja cuando realiza un viaje en avión?
De acuerdo con el análisis realizado tan solo en el sector de las agencias de viajes, el pasajero, en un porcentaje elevado, acude a solicitar un boleto barato, la mayoría de las ocasiones como resultado de una tarifa “de encanto” que se acaba de encontrar en internet.
Es desde este momento cuando se crea la percepción de que el pasajero difícilmente aceptará pagar un costo mayor al que ya está creado en su mente. La primera emoción con la que se juega, es precisamente la felicidad de haber visto, por cuenta propia, una tarifa apetecible.
Si existe una asesoría vasta por parte de alguien experto y, el pasajero es una persona racional, este terminará comprendiendo por completo cuáles serán las consecuencias de adquirir esa tarifa tan atractiva.
Como en su gran mayoría (y es hasta cierto punto entendible), los pasajeros deciden “jugársela” y reservar por ellos mismos esas tarifas alusivas a la estabilidad de su economía.
Ahora bien, si el pasajero no tuvo la necesidad de modificar su itinerario al llegar al aeropuerto, se dará cuenta que tendrá que:
- Pagar por su maleta documentada.
- Pagar por su pase de abordar si no lo realizó con antelación.
- Pagar para que su asiento no se ubique hasta el final, en salidas de emergencia, entre desconocidos, etc.
- Pagar por viajar en ventanilla o en pasillo según sus necesidades.
- Pagar por viajar junto a sus acompañantes ya que la mayoría de aerolíneas asigna asientos aleatoriamente.
Si previo al viaje el pasajero se ve en la necesidad de cambiar su itinerario, notará que:
- La tarifa no es reembolsable.
- Deberá pagar penalidad por cambio (así desee viajar en el próximo vuelo durante el mismo día).
- Tendrá que pagar diferencia de tarifa (aplica en cualquier tarifa de vuelo adquirida).
- Si él o alguno de sus acompañantes ya no puede viajar, deberá pagar cambio de nombre o comprar un boleto nuevo.
Cuando el pasajero decida asesorarse con un experto en el tema, este sabrá de principio a fin qué es lo que realmente valdrá la pena para él.
Lo anterior ha llevado a empapar al pasajero desde la entrevista inicial en la agencia de toda la información sin omitir ningún punto, para que al concluir la contratación se vaya con la seguridad de que adquirió una asesoría íntegra además de su boleto de avión.
Documentar al cliente acerca de que el costo de un boleto de avión entre más barato es, mayor numero de restricciones posee, es imprescindible para que no padezca las consecuencias de haber pagado un costo en donde no hubo inclusión de ningún beneficio.
Aunque todo lo arriba mencionado no exime a ningún pasajero de afectaciones por cancelación y/o modificación involuntaria de itinerarios, propias de las aerolíneas, tales como: afectaciones meteorológicas, errores operativos de sus equipos, administración interna, etc. Es realmente necesario siempre dar a los pasajeros el preámbulo de que todo esto se podría presentar en un escenario no favorable.
Es esencial que todos los usuarios de aerolíneas se den a la tarea de echar un vistazo al tipo de tarifa que están contratando antes de hacer formal la reservación de su viaje, revisar términos y condiciones, políticas de cambios, reembolsos, equipaje, el viajar con personas con necesidades especiales, mascotas, infantes, menores solos o acompañados, etc., ya que todo se deberá pagar como un adicional a su boleto de avión, ocasionando contratiempos inexorables en los aeropuertos que se pueden eludir haciendo una revisión exhaustiva previa a concretar la compra del boleto.
Expresado lo anterior se extiende la invitación para dejar de formar parte del porcentaje de pasajeros afectados (muchas veces auto afectados) por ignorar información crucial al adquirir un boleto de avión. Se sugiere acercarse con alguien docto en el tema (agente de viajes) para poder comprar de forma inteligente en relación con el costo-beneficio.
