Michoacán tiene más de 200 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico. En la región podemos disfrutar de paradisíacas playas vírgenes, altos acantilados, fabulosos esteros y comunidades indígenas de pescadores. En este destino, los turistas encontrarán el lugar perfecto para relajarse y tener contacto con la naturaleza, pudiendo llevar a cabo actividades como la liberación y avistamiento de tortugas marinas.
Las playas michoacanas son el lugar elegido cada año por miles de tortugas para aparearse y desovar. Es una temporada tan importante que las mismas comunidades indígenas protegen los 19 santuarios campamentos tortugueros de la zona, entre los que destacan los de Colola, Ixtapilla o Playa Azúl, además de crear campañas de concientización entre los visitantes, quienes pueden participar de las actividades que se organizan cada temporada para liberar las tortugas recién nacidas al mar.
En la Costa Michoacana los viajeros pueden conocer hasta 3 de las 7 especies de tortugas marinas que existen en el mundo. Año con año llegan a Playa Azul, Colola e Ixtapilla tortugas marinas laúd, negra y golfina para desovar.
Uno de los puntos más importantes para el avistamiento de tortugas es, Colola también conocida como la «Capital mundial de la tortuga Negra», ya que durante todo el año es posible observar su llegada, y se pueden apreciar entre 5 y 12 ejemplares que salen a desovar por las noches.
En Punta Ixtal se ubica el Campamento Tortuguero en Ixtapilla, donde la tortuga «Golfina» ofrece un hermoso espectáculo entre los meses de junio y noviembre, arribando de forma masiva hasta 3 mil tortugas por noche durante tres y hasta cinco días, aún no se puede predecir los días exactos en los que estas criaturas arribarán para desovar, pero se calcula que son espacios de entre 20 y 25 noches entre cada arribo.
La tortuga «Laud» es la más grande del mundo, mide unos 2.8 metros de longitud y se encuentra en peligro de extinción.
Sin duda una de las experiencias más increíbles se puede experimentar en Mexiquillo, que a pesar de ser un campamento pequeño, cobra una gran relevancia, ya que allí es donde se tiene el mayor registro de llegada de la tortuga «Laud», la tortuga marina más grande que hay con aproximadamente 2.8 metros de longitud y que se encuentra en peligro extremo de extinción. En el último censo de 2017 identificó que sólo existen 19 ejemplares en las playas michoacanas, por lo que ya se trabaja para cuidar y preservar la especie.
El hospedaje no es ningún problema ya que hay lugares controlados para acampar y para quienes prefieren mayor comodidad hay habitaciones en cabañas y pequeños hoteles. San Juan de Alima cuenta con aproximadamente 900 habitaciones, Las Brisas 100 y Nexpa 300 cuartos.
Finalmente, si se visita la Costa Michoacana recomendamos ampliamente degustar algo de su gastronomía: los pescados y mariscos, también el coco, que se utiliza tanto en los postres como en las salsas.