Pensar «fuera de la caja” académicamente nos remite al concepto de creatividad, el que rompe paradigmas y convencionalismos, el que nos permite ser más receptivos y solucionar en forma efectiva las situaciones que la vida nos presenta.
Te preguntarás entonces qué tiene que ver esto de pensar «fuera de la caja” con el turismo. Bueno, la relación es simple, cada vez que realizamos un viaje, por corto que éste sea, pensamos y sentimos diferente, el estar en sitios nuevos, conocer gente, y recibir información a través de nuevas vivencias, de alguna forma u otra, trasciende en nosotros. «No se viaja para cambiar de lugar, sino para cambiar de ideas.»
Cuando realizamos un viaje, éste nos permite salir de un entorno conocido y acceder a otro que supone otras formas de pensar y actuar. Siempre se ha dicho que “la mejor universidad es el viajar”, no es de extrañar, que en el mundo antiguo, uno de los principales motivos de viaje era precisamente el obtener conocimiento sin importar los largos desplazamientos que tuvieran que realizarse.
Probablemente, estés pensando que sí, viajar todos queremos, pero eso implica costo y tiempo, y en realidad, muchas veces lo único que necesitas, es salir de tu ciudad para percatarte de las diferencias culturales que un mismo estado de nuestro país posee.
Si eres estudiante de Turismo, quiero decirte que pensar «fuera de la caja” implica salirte de la teoría para entrar en la práctica, implica ver con otros ojos todos esos recursos naturales o culturales por los cuales existe flujo turístico hacia una región o destino, implica revalorizar la historia de tu país que te fue contada en los libros para tomar conciencia de las expresiones que son resultado de un pasado que aún está muy presente. Finalmente, es importante comprender que en Turismo sólo se aprende lo que se vive. Ya que, ¡las ciudades son libros que leen con los pies!