Muchas veces se ha escuchado en el entorno social expresiones como: -¡Viajé por mi cuenta y me salió muy barato!, -¡No vayas a la agencia de viajes, te sale más caro!, -¡Yo compré los mismos servicios en internet y me salió a mejor costo que en la agencia!…
Las situaciones anteriores por supuesto que tienen veracidad. Hoy en día, con el acceso a las nuevas tecnologías, las personas cuentan con la facilidad de navegar por internet, puesto que hasta el teléfono móvil más básico ya cuenta con este acceso y todo está al alcance de un clic.
Habiendo hecho un sondeo muy general en el sector de agencias de viajes tradicionales (no digitales), aproximadamente el 70% de las personas de entre 20 y 38 años de edad que solicitan la cotización de servicios, se acercan ya con una idea previa de los costos como resultado de su búsqueda por internet.
Sucede mucho también en aquellas agencias grandes que cuentan además con sitios propios de internet en donde los clientes pueden hacer sus reservaciones con cargos a tarjetas de crédito y/o débito.
Ahora bien, ¿Qué sucede cuando el costo es mayor en la agencia de viajes que en un sitio web?
Basado en mi experiencia, contar con una agencia de viajes física es y será garantía para que los clientes no sean víctimas de fraude, pues se contará siempre con acompañamiento antes, durante y después del viaje; sin embargo, para que esto sea posible se requiere contar con el elemento más importante de una organización: el capital humano.
El capital humano desencadena toda una serie de elementos vitales para que las funciones que no puede hacer la tecnología por sí sola se realicen eficazmente.
Para tener personal laborando en la agencia de viajes, se deberá entonces considerar su pago de nómina y además, rentas, proveedores, gastos de operación, instalaciones (luz, agua, internet), limpieza, mobiliario y equipo, publicidad, etc., por lo que caemos en cuenta el por qué se busca tener un pequeño margen de utilidad adicional.
Los conceptos anteriores van aumentando entre más consolidada esté la agencia.
Como nos damos cuenta, son muchas cosas las que se tienen que pagar para la operación de una agencia de viajes física. Esto ha permitido formular la siguiente afirmación para los estimados lectores:
«Las agencias de viajes físicas cobran gastos de servicio, emisión, gestión y operación, lo que aumenta el costo del viaje contratado»
Por ello, antes de preguntarle a su agente de viajes el porqué le sale un precio menor en línea, tomen en cuenta lo aquí dicho y así poder dar un paso adelante en la contratación con el experto.
En estos tiempos difíciles que se viven en el mundo, cualquier costo adicional por mínimo que sea, significa un gran impacto en la economía sobretodo de la clase trabajadora. Sin embargo, si se tiene el poder adquisitivo de pagar por un viaje de placer así sea a un bajo costo o adquirido en una promoción exclusiva, hay considerar que se pueden pagar hasta mil pesos adicionales por concepto de gastos por servicio en la agencia de viajes.
Se extiende la cordial invitación nuevamente a acudir a su agencia de viajes física para contratar servicios: se podrán dar cuenta que será tratado como cliente V.I.P., que podrá hacer sus pagos de manera segura y ágil, que contará siempre con el apoyo de un experto para apoyarlo durante todo el proceso y sobretodo, contribuirá a la generación de empleos al mismo tiempo que invertirá en una de las experiencias más enriquecedoras de la vida: viajar.
