Las personas desean hacer turismo para tomarse un descanso, aprovechar vacaciones o vivir un momento de relax; otras francamente están estresadas y desean desconectarse, desean hacer un alto de sus rutinas y disfrutar de un destino diferente, más al regresar, vuelven nuevamente a sus rutinas, y como en un ciclo que no acaba, les regresa el deseo de, una vez más, escapar de la vida que tienen: esa es la realidad para muchos.
Otros tienen fuertes problemas, están enfrentando duelos, deben tomar decisiones o superar una etapa, como una ruptura… y en seguida se piensa en ir a un psicólogo, psiquiatra o psicoterapeuta que les ayude con ese problema.
De primera línea no pensarías jamás en irte de viaje como una alternativa para solucionar tu problema, quizás para escapar, pero no para resolverlo; sin embargo, hoy tenemos un nuevo enfoque que relaciona a la psicología y al turismo, una opción interdisciplinaria que une lo mejor de ambas áreas como propuesta para hacer del viaje la mejor experiencia de crecimiento personal, a la vez que transformadora y profunda.
Por eso, hoy presento, como agente turística venezolana, una iniciativa que empezó en el año 2007 con mi primer viaje a Canaima Salto Ángel: se trata de una opción que reúne una actividad turística en un ambiente natural, experiencias de aventura o riesgo, con la posibilidad de implementar estrategias psicológicas con dinámicas específicas relacionadas con simbolismos de determinados paisajes naturales para catalizar la reflexión personal, complementada con estrategias de dinámicas de grupo que a la vez facilitan la construcción de nuevas soluciones y realidades; es una novedosa creación intelectual que parte de un método que aún se está sistematizando y que posiblemente podrá ser presentado en el III Congreso Venezolano de Psicología.
Adicionalmente, se recurre a la formación, análisis y síntesis grupal de las actividades para dar significado a la experiencia y responder así a las necesidades interiores de cada participante, es decir, son dinámicas que recurren a ambientes naturales para catalizar procesos de reflexión personal que puedan permitir cambios significativos en la persona al regresar de su viaje.
Algo enredado de entender para algunos, y quizás lo es porque para hacer turismo terapéutico se necesitan dominar, como profesional, varios aspectos de la psicología. Esto no es dictar una charla en la naturaleza o ir a conectarse con ella tipo nueva era, no, tampoco es ir a hacer turismo nada más… es turismo psicoterapéutico.
En próximos posts les estaré contando cómo se llega a construir la dinámica de un viaje de turismo terapéutico, porque quizás a algún psicólogo le interese. Esto es solo para psicólogos y psicoterapeutas o coach certificados realmente, porque una persona (el viajero) puede abrir un proceso en la naturaleza y será necesario que el especialista pueda cerrarlo, o si no, saber cómo resolver la situación. Esto es parte del trabajo de quien organiza el viaje o excursión: tener conocimiento previo de la personalidad de cada uno de los que van en el grupo. No es necesario estar en un tratamiento de psicoterapia, puedes ser un viajero que simplemente opte por hacer estos viajes y aprovechar así de resolver una situación particular o simplemente crecer como persona. Tampoco creas que son viajes para llorar o estar triste, son realmente vivencias donde los participantes se integran más, se emocionan más y la energía de lo vivido es tan maravillosa que no podrías imaginarte que muchos que lo han vivido, no regresarían con otro operador turístico, porque saben que este tipo de viajes son mejores, transformadores y extremadamente divertidos; y con divertidos no me refiero a «poco profesionales», no, ya que cada viaje parte de la investigación previa del lugar, del reconocimiento del destino y el conocimiento de los viajeros como un método para anticiparse a sus reacciones con cada actividad realizada. Realmente todo consiste en captar el proceso que ocurre ya de forma natural y crear dinámicas que potencien esa conexión hombre-naturaleza que es evidente, sin olvidar que además, se cuenta con itinerarios turísticos para conocer el o los destinos visitados.
Para los viajeros que deseen vivirlo, les estaré contando en próximas entregas, sobre sus beneficios y las bases del modelo teórico que lo sustenta.
¡Nos leemos en una próxima entrega!