La diversidad tan compleja plasmada en la naturaleza de la actividad turística, ha ocasionado que con el pasar del tiempo, el turismo haya atravesado por un proceso de segmentación para derivar en diversas tipologías que juegan un papel primordial para su estudio y desarrollo económico.
No obstante, entre todo el ramal, el turismo azul (concepto propuesto por la Unión Europea) o también conocido como turismo costero y marítimo, ha comenzado a acaparar la atención gracias al gran potencial y variedad de actividades que aglutina desde una visión de aprovechamiento sostenible de los mares y de los océanos, así como la vida que existe en ellos.
El turismo azul puede definir como “toda la actividad turística que toma como punto de referencia el océano para su práctica y desarrollo”, de ahí su identificativo de “azul». Partiendo de esta premisa, es posible vislumbrar la gran cantidad de industrias y actividades que alberga este tipo de turismo.
Sin embargo, el turismo azul no se limita solamente a las actividades realizadas dentro del océano, sino también abarca a las que se realizan en la zona costera, incluso las operaciones terrestres que permiten el correcto desarrollo de esta actividad, como los embarcaderos y puertos, etcétera.
Datos de la Mapping Ocean Wealth (MOW), iniciativa creada por el Banco Mundial y The Nature Conservancy, entre otras asociaciones, estiman que el turismo azul genera más de 70 mil millones de viajes en todo el mundo anualmente.
Índice
Ejes del Turismo Azul
El turismo azul se rige por tres ejes que buscan encaminar este tipo de turismo al cumplimiento de sus objetivos y funciones dentro de la industria.
Sostenibilidad
Propone regular de manera sostenible el funcionamiento por parte de los servicios que se ofertan y que involucran al medio oceánico, con la finalidad de no generar un desgaste irreversible y así asegurar su aprovechamiento con miras al futuro.
Accesibilidad
Este eje consta de procurar que todos los productos turísticos sean accesibles en cuestión de costos y calidad, para los diferentes segmentos y mercados que engloba el turismo azul, así como el acceso a playas y demás recursos marinos, de manera sostenible y responsable.
Calidad de los servicios
Establece que la calidad en la oferta del turismo azul, debe tener altos estándares tanto para los servicios ofrecidos como para las estrategias de conservación de los ecosistemas marinos y derivados, con la meta de crear un ciclo de bienestar común.
Actividades que conforman el turismo azul
Las principales actividades que complementan este tipo de turismo, se enlistan de la siguiente manera:
- Actividades de turismo convencional como el turismo de sol y playa
- Deportes acuáticos como la natación, surf, buceo y el ski acuático
- Actividades recreativas desarrolladas en acuarios y centros de conservación de la vida marina
- Actividades acuáticas como lo son paseos en bote, yates y viajes en cruceros.
Tres ejemplos de lugares donde se practica turismo azul en México
Aunque la gran cantidad de kilómetros de playas y océanos de México dan apertura para que el turismo azul sea un actividad con mucho potencial y proyección hacia el futuro, en la actualidad existen algunas playas y ecosistemas naturales que se han diferenciado por trabajar con una visión “Azul” en la práctica de turismo, sobre todo en el estado de Yucatán, como:
Playa Sinsal
Esta playa se encuentra en el Pueblo Mágico yucateco del mismo nombre, famosa por ser una de las más bellas y visitadas en el estado por su arenas blancas, aguas cristalinas, manglares y arrecifes de coral. También es hogar de flamencos e iguanas, especies que se han visto en peligro por su caza furtiva.
Las coloradas
Hogar de miles de flamencos gracias a sus manglares: ecosistema de una gran cantidad de fauna terrestre como de aves exóticas; el inusual color rosado de estas lagunas se debe a la concentración de sal y microorganismos que componen uno de los ecosistemas más bellos de México. Son consideradas una de las plantas procesadoras de sal con mayor importancia del país.
Playa de Celestún y El Palmar
Con una longitud de alrededor de 600 kilómetros, la playa Celestún fue declarada en 1979, como refugio faunístico, lo que le valió para ser considerada como Patrimonio Mundial de la Reserva de la Biósfera. Dentro de su límite natural se encuentra El Palmar. En cuanto a la fauna que habita el lugar es posible encontrar albatros, pelícanos, garzas, jaguares, tigrillos, mono araña y ocelote, entre otras especies que hacen del lugar un verdadero santuario natural.
Créditos
- Imagen1: Imagen de pikisuperstar en Freepik