En cada sexenio, la administración pública del turismo nos habla sobre la diversificación de nuestro país respecto a su oferta. Muchos esfuerzos se han realizado para lograr un ambicioso plan de diversificación y pocos se han concretado en acciones tangibles.
Nuestro país nos ofrece más que sol y playa. Lo que es todavía mejor, es que dentro de los destinos de sol y playa podemos encontrar otros tipos de turismo que podrían generar en los turistas un destino mucho más atractivo. Tal es el caso del turismo de golf.
La Secretaría de Turismo (SECTUR) de México define al turismo de golf como: El desplazamiento que realizan turistas nacionales y extranjeros para la práctica de este deporte desde su lugar de origen o residencia a destinos o localidades turísticas del país y que hacen uso de las facilidades ofrecidas cada sitio para su práctica.
Es importante considerar que una considerable cantidad de turistas que recibimos en nuestro país juegan golf. Y para confirmarlo podemos apreciar cómo las gigantescas marcas de Resorts ubicados en las zonas de playa cuentan con un campo.
El problema con este tipo de turismo es que aún no se ha logrado dimensionar en la proporción adecuada y se ha limitado a promocionarse sólo en ciertos sectores de la población, generando un aislamiento “exclusivo” que delimita a los potenciales clientes.
El ingreso promedio anual de un turista de golf extranjero es de $76,667 USD, mientras que el de un turista nacional es de $52,016. Esto nos habla de una capacidad monetaria suficiente para generar una derrama turística atractiva en los lugares de desplazamiento.
Los prestadores de servicios turísticos resultarían fuertemente favorecidos en destinos donde existiera mayor promoción a este tipo de turismo: hoteles, restaurantes, bares, transporte, agencias, de viaje, tour operadores, etc. Una de las grandes barreras ha sido la limitada cantidad de campos públicos que existen. La mayoría de los campos de golf en México pertenecen como ya lo habíamos mencionado, a un exclusivo Resort o al típico Club Campestre de la ciudad.
Por otra parte, el trabajo de marketing y difusión no ha sido el más efectivo. La mayoría de los Clubes no están interesados en recibir personas ajenas a una membresía, por lo que sus esfuerzos publicitarios serán prácticamente nulos para atraer a turistas de golf. Existen muy pocas iniciativas con esfuerzos coordinados entre gobierno y sector privado para poder colaborar en la difusión, como por ejemplo la creación de paquetes turísticos.
Sin embargo, poco a poco comienzan a resurgir grupos de inversionistas y promotores que apuestan por este tipo de turismo. Algunos de ellos optan por construir campos públicos, otros por plataformas de práctica que representen una inversión menor a la de un campo de golf pero que permita difundir la práctica y enseñanza del deporte. Y por supuesto, existen los promotores de eventos internacionales y nacionales que también atraen a otro segmento de la población que viaja por motivo de ser espectadores.
México cuenta con las condiciones para apalancar el turismo de golf, la misma SECTUR ha establecido que la construcción de campos de Golf turísticos atraería suficiente demanda nacional y extranjera. Sin embargo, para poder apostar por el desarrollo de este tipo de turismo, se requiere trabajar un plan a medio y largo plazo que contemple todos y cada una de las partes involucradas desde gobierno hasta el golfista.
