El turismo a nivel general es un fenómeno complejo; sería muy extenso pretender abarcar aquí todo lo que implica la definición, por lo que es necesario que te recomiende los artículos «qué es el turismo» y «clasificación y tipos de turismo«. A partir de aquí podemos entonces referirnos al tipo de actividades que podemos desempeñar al hacer turismo; y revisando las clasificaciones nos encontramos con el turismo de salud que es amplio en sus especificaciones y abarca el turismo médico, de bienestar y espiritual.
Por ejemplo, un grupo de médicos que se traslada a una comunidad indígena para prestar sus servicios, pueden ser considerados como ejerciendo un turismo de salud, en este caso, los receptores del tratamiento forman parte del destino. Existe otro tipo de actividad de salud, donde el que recibe el servicio es el mismo turista: una persona que viaja y se establece en un hotel para recibir un masaje relajante o personas que viajan a posadas para conseguir una medicina alternativa; todas estas acciones pueden ser consideradas dentro de la clasificación del turismo de salud.
Una charla o taller sobre medidas preventivas ante una enfermedad, como por ejemplo el Covid-19, entraría dentro de la categoría de turismo de salud, y únicamente cuando existe la intención de tratar o sanar una condición es que podemos clasificarlo dentro del turismo de salud tipo terapéutico. Otro ejemplo sería el caso de las personas que van a hacer terapias de respiración y relajación en lugares específicos. Pudiéramos llamarlo también turismo de salud y de bienestar. Sin embargo, es importantísimo destacar que en todos estos casos, los tratamientos están desligados en su naturaleza al proceso turístico como tal: las charlas preventivas, la aplicación de tratamientos, la ejecución de dinámicas, aplicación de masajes, vacunas, ejercicios, yoga, entre otras, pueden ser aplicadas sin hacer turismo, más la actividad que describiré a continuación está íntimamente ligada en su definición al proceso turístico per se, lo que lo hace drásticamente diferente y novedoso.
Dentro del marco del turismo terapéutico, he creado una nueva tendencia o categoría realmente novedosa que jamás he visto referencias a algo similar en el mundo, y se trata del “turismo psicoterapéutico”, del cual soy creadora: este se enmarca dentro del turismo de salud – terapéutico y además dentro de la clasificación del turismo según el lugar o destino, en el ámbito del ecoturismo, porque necesariamente contempla la conexión entre la naturaleza y el ser humano como teoría fundamental del proceso de sanación.
Por otra parte, podemos utilizar el término “psicoterapéutico”, cuando estamos ante un modelo que explica el desarrollo, la evolución o involución (enfermedad) del aparato psíquico humano y ofrece una metodología con estrategias y/o técnicas para la superación de un estado (que pudiera ser de enfermedad o no) pero que implica un cambio para mejor a nivel psicológico en una persona.
Entonces, el turismo psicoterapéutico puede ser definido como «la aplicación de un modelo de psicoterapia a la actividad ecoturística, que toma en cuenta la interacción del hombre con la naturaleza y la aplicación dinámica de los resultados de la observación de este fenómeno (que ocurre de forma natural y espontánea cuando viajamos a lugares naturales) a los itinerarios turísticos». Esta definición, retóricamente compleja y enredada, debe quedarte más clara si te especifico los pasos generales a seguir para crear un viaje de turismo terapéutico:
- El psicólogo o psicoterapeuta debe visitar el lugar y conocer a profundidad los itinerarios, y además entrevistar a los prestadores de servicios y a los turistas en el lugar.
- En ese viaje preliminar, debe hacer observación participante de los viajeros y tomar registro de sus actitudes en los diferentes puntos del itinerario. Y también autoobservarse durante el trayecto. Es abstraer el proceso que simbólicamente se elabora en el lugar (paz, gozo, voluntad, entre otros).
- Organizar toda la información y revisar los elementos comunes, y luego, en la aplicación de un proceso creativo, elaborar dinámicas sencillas y catalizadoras de la experiencia encontrada, que no afecten el itinerario, pero que creen el impacto y la diferencia.
- Regresar al destino con turistas y aplicar las dinámicas y comprobar las hipótesis. Hacer los ajustes pertinentes y verificar con el modelo.
- Así como un tratamiento médico no puede ser aplicado por cualquier persona, el turismo psicoterapéutico tampoco puede ser aplicado por cualquier agente de turismo; debe ser profesional de la salud mental o a lo sumo un coach bien certificado, ya que se manejan procesos complejos.
- Adicionalmente, así como toda persona que recibe un tratamiento debe ser evaluada en un estudio previo para validar que la aplicación del tratamiento no sea perjudicial, también el turismo psicoterapéutico contempla una fase de evaluación previa para poder disfrutar del viaje. La mayoría de las personas tendrán únicamente una entrevista previa, otros quizás deban aplicarse algunas pruebas psicológicas y algunos pocos ya deban venir con preparación previa de un proceso de psicoterapia.
Para ser sinceros, la mayoría de los viajeros son personas que se sienten muy atraídas por el crecimiento personal y que desean explorar las profundidades de su alma y obtienen resultados maravillosos; el turismo psicoterapéutico se convierte así en una opción de viaje más honesta, divertida y útil. Una vivencia inolvidable, maravillosa.
El turismo psicoterapéutico me ha permitido como psicóloga, trasladar mi consultorio de cuatro paredes a la naturaleza y ser más eficiente y feliz.
El turismo psicoterapéutico es una de las aplicaciones de mi modelo EPICE de psicoterapia, que toma en cuenta variables estructurales, paradigmáticas, integrativas, cuánticas y espirituales y que parte del fenómeno de la reflexión de la luz como modelo de avance de la personalidad: explicarlo también va más allá de los límites de este artículo, algo novedoso y desde mi punto de vista más sincero y amplio para la comprensión de los seres humanos. Debemos reconectarnos con la naturaleza para poder sanar.
Nos vemos en una próxima entrega donde podría describirte cómo es específicamente un viaje de turismo psicoterapéutico y sus resultados.