La primera y necesarísima aclaración que hay que hacer es que abordar el tema de turismo religioso podría ser eventualmente negativo ya que para más de una persona probablemente le resulte incómodo cualquier otro enfoque sobre religión que no sea estrictamente espiritual (y dogmático si se quiere) por lo cual habrá que aclarar (de entrada) que cuando hablamos de turismo religioso no estamos hablando de ninguna religión en particular, ni siquiera de la religión misma que es (a todas luces) una decisión de estricto fuero íntimo y escogencia personal.
Y es que hay dos verdades que resaltan con brillo propio a la hora de intentar estudiar su fenomenología:
- Que muchísimos autores asignan a la religión entre las primeras razones históricas de movimiento de masas que es a la postre, la esencia del turismo. Dependiendo época y lugar, la otra ha sido la guerra, aunque con una diferencia de profunda importancia: mientras el motivo religioso ha sido mayoritariamente voluntario, la guerra ha sido una obligación… y esto, evidentemente marca diferencias.
- Que el 100% de las religiones mundiales directa o indirectamente promueven tales movimientos que decantan en movilidad y concentración humanas, lo cual impone un cierto estudio y planificación sobre los impactos que ello genera en la comunidad receptora y en el peregrino mismo, como individuo. Camas para dormir, alimentos para consumo, agua de beber, tratamiento de desechos y basura, logística y transporte, etc.
Índice
Características del turismo religioso
Al turismo religioso también se le conoce como turismo de fe o turismo sacro. Intentar definirlo sólo desde la técnica turística, simplemente no es posible. La sola unión de las 2 palabras implica 2 dimensiones distintas:
- Una rigurosamente material como es el turismo, y
- La otra absolutamente espiritual como es lo religioso
Para estudiar el fenómeno han acudido con su propia carga teórica de reflexiones y estudios etnógrafos, antropólogos, sociólogos, geógrafos, y economistas, entre otros, sin poder abstraer (evidentemente) a las propias autoridades de cada religión que imponen un marco de conducta que, a su vez, determina condiciones.
Definición
Así las cosas, probablemente el concepto más inocuo que podamos dar es que el turismo religioso es un tipo de turismo a través del cual las personas realizan desplazamientos (como principal motivación del viaje) para alcanzar gracias espirituales a través de la proximidad, el contacto o la inmersión en lo sagrado, o para el conocimiento de una religión y cultura a través de la práctica orientada u observación propia.
Podemos deducir entonces que siempre y sea la religión que sea, basa esos desplazamientos hacia determinados sitios físicos (que es lo que explota el turismo) intrínsecamente relacionados con hechos espirituales (que es lo que maneja la religión).
Ejemplos de turismo religioso
- La mezquita Namira y al Jabal al Rahma, en La Meca, para el islam.
- El Santuario de Fátima, en Portugal, para el catolicismo.
- El Baño Sagrado del Ganges, en Uttar Pradesh – India, para el hinduismo.
- En México estos son los 5 destinos de turismo religioso más importantes.
- El Vaticano y la Basílica de San Pedro, en Roma, para el catolicismo.
- Santuario del Imán Reza, en Mashad, Irán, para el islam
- Catedral de Notre Dame, París, para el catolicismo.
- Basílica del Sagrado Corazón, Montmartre, París, para el catolicismo.
- Santuario del Padre Pío en San Giovanni Rotondo, Italia, para el catolicismo.
- Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia para el catolicismo.
Se calcula que el número de religiones que hay actualmente ronda las 4500 distintas y digo “se calcula” ya que es imposible fijarlas exactamente debido que las hay con muy pocos seguidores y/o muchas de ellas aparecen, desaparecen y mutan rápidamente punto aparte que los criterios de determinación son extremadamente variables (lo que para unos es una religión para otros, simplemente no). De cualquier manera, sí podemos tener una idea del “potencial de mercado” (por decirlo de alguna manera) si incorporamos números aproximados de fieles:
- El cristianismo con más de 2.000 millones
- El islam que tiene más de 1.000 millones
- El hinduismo con unos 1.000 millones
- El budismo con unos 800 millones
- La religión tradicional China que supera los 400 millones
- El Judaísmo con unos 20 millones
Motivaciones para la práctica de turismo religioso
Según el Informe “Turismo y Religiones, una contribución al diálogo entre religiones, culturas y civilizaciones” de la UNWTO, podemos distinguir 3 tipos de esta modalidad que para nosotros vendrían a ser las motivaciones de mercado:
- Las peregrinaciones en los destinos cuya actividad se ha vuelto esencialmente turística
- Los encuentros religiosos y espirituales
- Los itinerarios y caminos que conducen a lugares de peregrinación o a emplazamientos, monumentos y santuarios religiosos a través de territorios y espacios rurales que se consolidan o en ocasiones renacen.
Pretender ir más allá complica las cosas ya que está relacionado fundamentalmente con las creencias íntimas de quienes asisten a los eventos y, también, a los propios objetivos u oferta que hacen los organizadores que tienen como motivación fundamental la fe, a través de:
- Peregrinaciones y romerías
- Visita y contemplación del patrimonio material
- Conciertos de música sacra
- Celebraciones religiosas conmemorativas
- Cónclaves administrativos y de feligresía
- Recepción personal de gracias divinas
- Congresos , sínodos y concilios ad-hoc
- Retiros espirituales, etc.
Probablemente por la cantidad de fieles y el entendimiento de su potencial impacto en la economía y sociedad, la Iglesia Católica le otorga un lugar trascendental al turismo.
La pastoral del turismo tiene como objetivo fundamental que todo el ámbito empresarial y laboral del sector turístico sea comprendido e iluminado por la doctrina social de la Iglesia. Un documento muy interesante que aborda el tema desde una óptica bastante técnica y que (in extremis) bien pudiera servir para universalizar esos principios a cuanta religión desee apoyar a sus comunidades. Muy interesante.
Por último, cabe incluir dos cifras que nos pueden dar una idea de su movimiento global: Según la OMT, el turismo religioso mueve a unos 300 millones de personas y unos 18.000 millones de dólares a nivel global. Ambos con tendencia al crecimiento. A éstos números se deberían sumar quienes, sin ser creyentes, van a esos lugares/eventos por estar ligados a la historia, el arte, la cultura y la espiritualidad. ¡Nada despreciable!
El caso de América Latina
Centrándonos en lo nuestro, el turismo religioso en Latinoamérica está representado fundamentalmente por la Religión Católica, de profundo raigambre social producto de la colonización española.
Hasta finales del siglo pasado América Latina fue esencialmente un exportador de feligreses que alimentaban el turismo religioso europeo en su calidad de receptor, hasta la primera década del presente siglo en que se empieza a consolidar con la creación de organismos específicos encargados de impulsar su desarrollo, como por ejemplo la Comisión Latinoamericana de Turismo Religioso, que se aprueba durante la realización de la FIT (Feria Internacional de Turismo) de Argentina en 2014, para estimular propuestas turísticas culturales innovadoras “respetando los tópicos devocionales y de religiosidad que tienen estas experiencias”.
COLATUR (Comisión Latinoamericana de Turismo Religioso) se define como “un espacio mixto integrado por el sector Público y Privado, Empresarios, Cámaras, Asociaciones, Ministerios y Secretarías de Turismo con el soporte institucional de COTAL (Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina). Abierto a todos los credos y personas vinculadas a la cultura, cuyo fin es integrar a los países de la región, creando circuitos turísticos religiosos, en una mesa de trabajo multidisciplinaria, plural y participativa. Aportando también capacitación y formación a los profesionales de la industria”.
Para el 2019 y en el marco de la XXIII encuentro de la Bolsa Turística del Caribe (BTC) que se realiza todos los años en la ciudad de Santo Domingo se llevó a cabo el «Primer Congreso Latinoamericano de Turismo Religioso y Destinos Emergentes» que se espera de un nuevo impulso a la actividad.
El enfoque práctico es pasar de ser un exportador neto de turismo a Europa a reforzar las bondades y atributos del turismo religioso regional y local a través del turismo interno e intrarregional.
En cuanto a cifras, no hay mucho y todo apunta a que el destino latinoamericano de turismo religioso de más importancia es la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en México, con una carga aproximada de 20 millones de peregrinos al año, tanto de origen nacional como internacional.
Colombia asegura que recibe algo más de 890 mil distribuidos entre el Santuario de Nuestra Señora de las Lajas en Ipiales (Nariño) y la Basílica del Señor de los Milagros en Buga (Valle del Cauca).
Guanare, la capital de Portuguesa, la Capital Espiritual de Venezuela recibe anualmente a más de 50 mil turistas para visitar la Basílica Menor Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto.