Muchas veces se reduce la idea que se tiene acerca de la comunicación a la publicidad o al marketing, es decir, a aquellos mensajes dirigidos a concretar una venta o afianzar una imagen de marca – destino.
Te cuento que la comunicación es un proceso continuo y abarca muchas áreas. En un sentido amplio, tendremos que saber que existe una primera diferenciación: la comunicación interna y la comunicación externa. La primera es la necesaria entre los miembros de un equipo de trabajo para fijar o compartir objetivos, coordinar acciones, medir resultados, revisar de forma constante los modos de vinculación con los distintos públicos, llevar a cabo sus acciones operativas. La segunda, es el intercambio de información desde/hacia el exterior de una persona (en el caso de emprendimientos unipersonales) o un grupo de trabajo, que se divide en: comunicación operativa (la que se usa para trabajar diariamente), la estratégica (que tiene el objetivo de lograr mejor o mayor alcance a sus mercados) y la de notoriedad (que consiste en una planificación para hacer conocer beneficios de los productos o servicios brindados que contribuyan a proyectar una imagen positiva).
Índice
Comunicación interna
La comunicación interna es tratada cuando existe un equipo de trabajo y se hace más compleja en cuanto éste es más numeroso, requiriendo un diagnóstico y planificación de parte de profesionales idóneos en el tema, generalmente formados académicamente en Recursos Humanos. Esta área puede optimizarse, tanto desde la resolución de conflictos hasta la motivación, creando programas acordes a la realidad de cada equipo. Los resultados pueden ser asombrosos: desde la creación (y mantenimiento) de un ambiente de trabajo pacífico y de bienestar, pasando por la satisfacción de cada persona, aportándola al grupo y contagiándolo, dirigiéndose a un equipo con alto grado de sentimiento de pertenencia que se convierta en un embajador del emprendimiento en cada lugar que vaya y con cualquier persona que hable.
Comunicación externa
La comunicación externa es un ámbito muy amplio, varias veces desatendido en aspectos poco conocidos. Para dar un tipo de clasificación que me parece fácil de entender, tomaré la de Annie Bartoli desarrollada en su libro “Comunicación y organización”.
Comenzando por la Comunicación Operativa, es importante saber que el modo que tenemos de vincularnos con los proveedores (de productos o de servicios), con los colegas, con los “vecinos” (también puede referirse a pobladores de un lugar o ciudades cercanas, autoridades del sector público), con el sistema financiero y político, ya está dando mensajes sobre el servicio que brindo (como prestador, empresa o destino turístico). Esos mensajes irán conformando la imagen que las personas se forman sobre mí (sigo hablando en que puedo ser un prestador de servicios, una empresa o un destino turístico) y los hará tomar decisiones de acuerdo a eso, como también compartir sus ideas con otros sobre mí. Aquí es importante no perder de vista que TODO influye luego en la decisión de elegir, y que si mi imagen es positiva, llevo ventaja en relación a la competencia.
Comunicación estratégica
La comunicación estratégica es aquella que se planifica para mejorar lo que ofrecemos y/o para ampliar el sector al que estamos “llegando”. En este punto creo que muchas personas reducen este enorme aspecto que puede abrir muchas oportunidades, a la publicidad o al marketing. La comunicación en este sentido puede ser primero, con personalidades referentes del sector, con asociaciones que representen sus intereses, con “colegas” a quienes les importe lo que ofrezco para armar redes, creando sinergia y así poder dar un impulso, que de forma individual no lograría.
Por otro lado y ahora sí, el marketing y/o la publicidad brindan herramientas muy poderosas para “llegar” a aquellos públicos a quien quiero venderles mi propuesta (considerados clientes efectivos o potenciales). Desde la investigación, la planificación, la evaluación y el reajuste constante, se puede lograr un crecimiento que siempre deberá ir en aumento de acuerdo a la capacidad que tenga de satisfacerlos con un buen nivel de calidad.
Comunicación de notoriedad
Por último, la comunicación de notoriedad es aquella en la que “cuento” lo mejor que tengo para ofrecer, aspectos sobresalientes de mi producto o servicio en medios de alcance masivo o destacados, con la finalidad de contribuir a que las personas tengan la mejor imagen sobre mi producto, servicio o destino. Un ejemplo de esto podría ser una nota en un periódico notorio, una revista especializada o una publicación en redes sociales con gran alcance.
Sabiendo esto como para comenzar, luego se puede avanzar en el diagnóstico y planificación de cada área, que también ofrece múltiples opciones al momento de abordar.
Otro enfoque sobre los tipos de comunicación muy interesante es el que hace Paul Capriotti desde su libro: “Comunicación organizacional”, en el que sostiene que es la “forma de comunicación específica que engloba la relación comunicativa entre una organización y sus públicos”, considerando a éstos tanto internos (miembros del equipo de trabajo), como todos aquellos que se vinculan con él. Él sostiene que “el objetivo de la misma es tratar de generar credibilidad, confianza y una actitud favorable de los públicos (sujetos de opinión) hacia la organización. Este enfoque es quizás un tanto más complejo, pero para quienes se interesen, aporta muchas herramientas para comprender de forma integral el mundo de la comunicación en ámbitos organizacionales o comerciales.
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