Las décadas de los 70 y 80 fueron épocas muy importantes para el turismo de México ya que se gestaron algunos hechos que obtuvieron como resultado tener el potencial turístico que actualmente posiciona a nuestro país a nivel mundial, pues en ese entonces no se contaba con las políticas e instituciones turísticas, así como la oferta e infraestructura turística que tiene hoy en día.
El turismo en nuestro país se comienza a ver como una actividad económica después de la revolución mexicana cuando inicia una pacificación en la vida política del país y las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos comienzan a estabilizarse, lo que permitió que ciudadanos del país vecino cruzaran la frontera para visitar los casinos de algunas ciudades del norte del país y posteriormente, principia la afluencia de pasajeros del viejo continente, lo que obligó al país a promocionar sus destinos turísticos, a regular la actividad turística principalmente en el tema de migración y evidentemente, a fortalecer su infraestructura turística con la finalidad de satisfacer la demanda y las exigencias que en ese entonces tenían los turistas nacionales e internacionales.
Después de la segunda guerra mundial, el desarrollo turístico del país tuvo un declive y a partir de la década de los 60 el país recuperaba el ritmo de crecimiento que tenía antes de este fatídico hecho, pero específicamente en las dos décadas posteriores se suscitaron más sucesos políticos, sociales y económicos en el contexto internacional y nacional como la guerra fría y la crisis petrolera que generaron grandes cambios en sectores económicos y sociales, entre ellos, el turismo.
A continuación se conocerán los hechos más relevantes que le dieron otro sentido a la actividad turística en nuestro país.
Índice
Creación de la SECTUR y las primeras legislaciones turísticas
Inicialmente este órgano rector del sector turístico se constituyó como Departamento de Turismo en el año de 1926 que estaba adjunto a la Secretaría de Economía Nacional, como consecuencia de una necesidad para gestionar la actividad turística en nuestro país.
Conforme se fue desarrollando el turismo, en las décadas de los 30 y los 50, el ex presidente Adolfo López Mateos crea la Comisión Nacional del Turismo (CNT) con el objetivo de auxiliar al Departamento de Turismo en actividades de promoción y regulación turística, así como gestionar la creación de la infraestructura turística del país.
Posteriormente, en la década de los 60 ambas instituciones trabajaron en conjunto para la creación de proyectos turísticos que traerían consigo satisfacer la demanda del turismo de aquella época: entre los proyectos más destacados que se gestaron en esos años, fueron la creación de los Centros Integralmente Planeados (CIPs) de los cuales hablaremos más adelante.
Así, pues, las funciones de este organismo fueron creciendo considerablemente hasta que en 1974 durante el sexenio del ex presidente Luis Echeverría Álvarez, se aprobó la Ley Federal de Fomento al Turista y con ello, la necesidad de dicho departamento de desprenderse de la Secretaría de Economía para ser formalmente una secretaría de Estado. Finalmente, el 1 de Enero de 1975 se publica en el Diario Oficial de la Federación la creación de la Secretaría de Turismo (SECTUR).
La SECTUR ha jugado un papel fundamental a lo largo de los últimos años como un ente gestor de la actividad turística, uno de sus principales logros es haber posicionado a México entre los destinos más visitados del mundo.
FONATUR, los CIPs y los primeros programas turísticos
Con la creación de FOGATUR (Fondo de Garantía y Fomento al Turismo) en el año de 1956 y 13 años más tarde con la instauración INFRATUR (Fondo de Promoción e Infraestructura Turística), se crea el FONATUR (Fondo Nacional del Turismo) como resultado de una fusión de ambos organismos, quienes es en ese entonces tenían antecedentes colaborando de manera conjunta en la creación de proyectos turísticos.
Entre dichos proyectos nacieron los CIPs (Centros Integralmente Planeados), que constituían la creación de centros turísticos de suma importancia de los cuales algunos de ellos ya han alcanzado su consolidación como destinos turísticos y otros continúan en crecimiento. Los primeros CIPs surgen en el año de 1974: Cancún e Ixtapa fueron creados con lineamientos para garantizar a largo plazo la sostenibilidad del destino desde el punto de vista ambiental, económico y social.
Durante los últimos años se ha desarrollado una polémica en la cual la sociedad civil y el gremio turístico se preguntan si estos destinos fueron diseñados para la integración y desarrollo socioeconómico pues la población local de estos destinos ha sido excluida de la actividad turística teniendo como resultado el desempleo, la migración, la pérdida de su cultura y el sentido de permanencia así como espacios físicos que consideraban propios, entre otros. Sin embargo, considerando los aspectos positivos y negativos de estos destinos turísticos, se considera que su creación fue un parteaguas en el país fomentando el turismo de sol y playa, y causó el aumento del flujo turístico extranjero como sigue sucediendo hoy en día.
A partir de estos hechos, se fueron ejerciendo actividades que tenían la finalidad de impulsar el desarrollo turístico del país y es así como en el año de 1978 se crea el primer programa turístico en el cual “… Se mencionó la importancia de la conservación, protección y mejoramiento de los recursos turísticos naturales y culturales, así como de ampliar los servicios y ofrecer facilidades a los visitantes, proteger el medio ambiente y respetar las costumbres y tradiciones nacionales.” (Mateos, 2006). Es así como este programa pretendía fomentar la actividad turística protegiendo a todo el sistema turístico.
Con el paso de los años, los programas han tenido un papel fundamental porque en el marco de su evolución, han ido considerando las características geopolíticas, ambientales y socioeconómicas del destino turístico a desarrollar, pues cada municipio y estado cuenta con un programa propio según sus necesidades y demanda. A nivel federal se tiene el programa sectorial de turismo que es presentado al inicio de cada sexenio por el Ejecutivo Federal y a esto se suma FONATUR, el cual también cuenta con sus programas con propósitos específicos como la creación de proyectos de fomento a la actividad turística, una de las encomiendas actuales que tiene es la construcción del tren maya.
La UNESCO y su influencia cultural
De acuerdo con información proporcionada en el sitio web de la UNESCO “…1967, México alberga una oficina nacional que se encarga de impulsar y trabajar en proyectos que promueven la educación, la ciencia, la cultura, la comunicación e información en la República Mexicana a través de diferentes proyectos y colaboraciones: brinda asistencia técnica como actor estratégico y especializado entre los diferentes poderes del Estado, niveles de gobierno, instituciones, organizaciones de la sociedad civil y comunidades.”
Una de las encomiendas que ha tenido esta institución en nuestro país es preservar su vida cultural a través de la concientización de la misma.
Posteriormente, a partir de los años 80, la UNESCO comenzó a ejecutar el programa Patrimonio de la Humanidad comenzando en México a otorgarle este reconocimiento principalmente a zonas arqueológicas y centros históricos de algunas ciudades del país.
Lo anterior tuvo un impacto significativo en la actividad turística debido a que ciertos lugares como la Zona Arqueológica de Palenque y el Centro Histórico de Puebla, entre otros, comenzaron a llamar la atención por ese distintivo que la institución antes mencionada les había asignado.
Desregulación del transporte aéreo
Con el duopolio de las grandes aerolíneas de ésa época, Mexicana de Aviación y Aeroméxico, solamente algunos sectores de la población tenían acceso a viajar en avión debido a que los billetes eran bastante costosos y ambas compañías se repartían el mercado nacional e internacional.
Sin embargo, el acuerdo bilateral aéreo con Estados Unidos hace que la desregulación aérea del transporte en México se lleve a cabo en la década de los 80, lo que tiene como efecto que las aerolíneas troncales del país compartieran el mercado con aerolíneas norteamericanas, lo cual también fue brecha para que otras aerolíneas regionales comenzaran a operar.
Esto representó un gran cambio para el sector turístico debido a que la competencia permitió que otros sectores de la población tuvieran acceso a los viajes en avión.
Los hechos anteriormente mencionados durante estas décadas fueron algunos de los más destacados que tuvieron gran importancia y que hoy en día, han traído beneficios a la actividad turística en nuestro país.
Solo imaginemos, ¿Sería posible viajar en avión sin las aerolíneas low–cost?, ¿Cómo sería la actividad turística sin políticas públicas?, ¿Cómo se verían algunas zonas arqueológicas y vestigios culturales de nuestro país sino tuvieran la importancia que tienen actualmente?, ¿Qué sería de México sin Cancún ni sus playas?, ¿Tendría la misma afluencia de turistas el país?
Indudablemente, es inimaginable responder a estas preguntas, pero debemos de sentirnos orgullosos por los hechos que se han suscitado en materia turística y de cómo ha sido su evolución a lo largo de los años.
Bibliografía
- Mateos, J. (s. f.). El turismo en México: la ruta institucional (1921–2006). . Recuperado 21–09-03, de https://www.cultura.gob.mx/turismocultural/cuadernos/pdf14/articulo2.pdf
- SECTUR. (2006). Turismo en México, Treinta años de la Secretaría de Turismo . México, D.F.: DGE Equilibrista.
- Prensa Secretaría de Turismo. (2021, 30 septiembre). Conmemora Miguel Torruco Los 90 años del inicio de la Política Turística en México. Gobierno de México. https://rb.gy/chw8ql
- Ramírez, J. & Valdés, V. (2011). Una evaluación sobre la desregulación del mercado de aerolíneas en México. Economía Mexicana, nueva época. Vol. 20 n1.
- López, M. (s.f.). Los 35 patrimonios de la humanidad de México que tienes que conocer. Recuperado el 13/09/21 de https://tipsparatuviaje.com/patrimonios-de-la-humanidad-de-mexico/
- https://es.unesco.org/fieldoffice/mexico