Actualmente los viajeros, jóvenes en su mayoría, hacen alarde de lo maravilloso que es emprender un viaje al estilo mochilero. Según la RAE, mochilero se define como: persona que viaja a pie con mochila. Así de simple.
En diversos sitios de internet, grupos de Facebook principalmente, se promueven mucho los viajes de este estilo, ya que se argumenta que es una manera muy placentera de conocer diferentes sitios, ampliar el círculo social y sobre todo, sin gastarse una “fortuna”.
Haciendo una revisión a todo lo que se lee en estos grupos, se ha descubierto que realmente existen experiencias muy buenas, pues se adquieren conocimientos de diferentes culturas y estilos de vida. Se hace énfasis en destinos dentro de la República Mexicana principalmente.
Ahora bien, y siendo únicamente un parecer personal que no necesariamente tiene que ser real, el concepto de mochilero se ha diversificado de acuerdo al enfoque de cada viajero ya que se ha percibido que las formas de viajar son muy particulares y no necesariamente se viaja con solo con una mochila, si no que se hace además, mediante el uso de autos o alquiler de estos, en donde el viajero invierte en combustibles, peajes, alojamiento, vuelos, etcétera, lo que hace que el término mencionado quede un tanto fuera del esquema de su definición principal.
Si bien es cierto que al viajar de mochilero no se tiene por qué poner en marcha el concepto de manera literal, se podría redefinir para que pueda emplearse en cualquier estilo de viaje.
Los riesgos de viajar como mochilero
Un punto a destacar en este artículo es precisamente el elemento pilar para poder disfrutar de un viaje: el cuidado de la integridad física.
Recientemente en un grupo de mochileros situado en la red social Facebook un usuario publicó una lista de “consejos” para poder viajar sin gastar. Ciertamente causó un poco de ruido con opiniones encontradas ya que a los viajeros más osados les parecieron ideas increíbles, mientras que a los que son más convencionales les parecieron riesgosos. La lista consistía en:
- Desplazarse de raite. Para aquellos lectores que no son de México, el raite es un término que las personas emplean para detener a los vehículos en carreteras y pedirles como favor que los lleven gratis a los lugares por los que su ruta se los permita.
- Dormir en sitios públicos como parques o iglesias.
- Alimentarse de los restos de comida que se quedan en los restaurantes o bien pedir comida a cambio de algún trabajo rápido en estos establecimientos como lavar platos.
- Llevar una botella de plástico con agua y pedir rellenarla en alguna casa situada en los lugares a visitar.
Si bien estos tips parecieran actividades sencillas, lo cierto es que es algo riesgoso al momento de emprenderlas, salvo que se tenga un previo dominio del destino o se tengan contactos que las faciliten.
Aquí la contraparte sería que en muchas ocasiones (filosofando un poco de la vida en general), las personas no tienen siempre buenas intenciones. Al llegar a un destino que se desconoce resultaría también que los lugareños tomen ventaja de que un extraño en su territorio no se encuentre del todo ubicado, podrían los viajeros ser víctimas de robo y ya en términos abruptos, secuestros.
Muchas veces la policía local no permite dormir en lugares públicos ya que no son sitios apropiados.
Llegar con la total idea de pedir comida regalada tiene la contraparte de exponerse a algún tipo de humillación, a que las personas no quieran regalar comida o dar empleos exprés, salvo que realmente sea una persona necesitada, no precisamente un viajero en el papel de aventurero.
Es así como se crea la opinión de que es mejor contar por lo menos con un sitio seguro para hospedarse; se ha descubierto que muchas personas ofrecen sus casas de manera voluntaria ya sea con un costo mínimo o gratis para dar posada, lo cual es un gesto muy noble que se está volviendo tendencia en estos grupos sociales.
Llevar dinero extra para compra de alimentos se exhorta a que sea una prioridad. Las demás cosas que no son prioridad como adquisición de souvenirs o contrataciones de servicios de lujo, bien podrían omitirse si lo que se requiere es gastar menos.
Se puede decir entonces que el término mochilero debería implementarse tan solo para aquellos viajeros que son indiferentes a la austeridad cuyo único objetivo es conocer, aprender y socializar.
Contar con alojamiento seguro y dinero extra para alimentos es imprescindible para hacer de tu mochilazo, una experiencia memorable.