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El corazón de la capital es más que un rincón comercial y turístico para el millón y medio de personas que lo visitan al día, es uno de los escenarios más vibrantes de la ciudad.
Entre palacios neoclásicos y los ecos de las culturas prehispánicas, el Centro Histórico es un crisol de la diversidad y energía que caracteriza a la Ciudad de México y que, por ello, está viviendo un resurgimiento que regresa la atención de los viajeros, así como de profesionales y artistas.
“Si bien otras zonas de la Ciudad de México, como el corredor cultural Roma-Condesa y los barrios de Coyoacán, Polanco o San Ángel, se han llevado el protagonismo en la última década como los destinos más atractivos de la ciudad, el Centro Histórico es un escenario que reclama su lugar como uno de los rincones más dinámicos y con mayor tradición de toda América Latina”, asegura Emilio Uribe, Head of New Business de Selina, empresa hotelera que facilita el estilo de vida de las nuevas generaciones de viajeros y nómadas del mundo.
Casi siete siglos de historia descansan en el primer cuadro que recibe diariamente a más de 1.5 millones de visitantes. Sin embargo, la oportunidad para que su legado siga transformándose no deja de estar presente. Bajo esa línea, Emilio Uribe enlista tres buenas razones para redescubrir el Centro Histórico:
Su nuevo rostro
Desde hace unos años la renovación ha sido el foco para mantener su estatus como Patrimonio Cultural de la Humanidad. El Zócalo y sus áreas aledañas recibieron una mejora en 2017 después de casi 60 años sin ser intervenidas. Se suman las iniciativas de remodelación de edificios y el trazo de las rutas de transporte, así como la mejora en la oferta de alternativas.
Es el corazón cultural del país
Al resguardar desde la calle más antigua de América Latina —contemplando todo el trazado de la calzada México-Tacuba—, hasta zonas arqueológicas, el Centro es una galería al aire libre de más de 668 manzanas. El contraste entre el imaginario tradicional y las propuestas artísticas modernas hace a quienes viven y visitan el Centro testigos de una vibrante escena cultural.
Una avanzada de espacios alternativos
Aunque las fachadas conservan su encanto arquitectónico, el interior de los antiguos palacios demuestra la vitalidad renovada del Centro. A los museos y edificios históricos, se suman restaurantes con propuestas gastronómicas modernas, galerías, el Corredor Cultural Regina, sitios de trabajo colaborativo y hoteles para viajeros que están buscando un experiencia diferente.
En este sentido, Uribe indicó que por ello han puesto al Centro Histórico en la mira de los planes de expansión de Selina. Detalló que la cuarta locación de Selina en México —que se suma a las de Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Nicaragua y Guatemala— se ubicará en el emblemático Hotel Virreyes, en la calle Izazaga 8, a unos pasos del metro Salto del Agua.
“Abriremos a principios de este verano con opciones de hospedaje desde 15 hasta 150 dólares por noche”, agregó.
Asimismo, contará con espacios de cowork, una sala de cine, restaurante y foros para fiestas y eventos.