El desarrollo de la industria turística en el siglo XX y sus tasas de crecimiento sostenido a nivel internacional la han convertido en un sector económico importante para varios países del mundo, evidenciado en las diversas investigaciones académicas y empresariales desarrolladas recientemente. En este sentido, una de las mega tendencias recientes en la investigación turística está relacionada con el fenómeno del envejecimiento de la población, sobre todo porque Europa, Japón y América del Norte, considerados importantes mercados de origen para el turismo internacional, presentan tasas elevadas de envejecimiento demográfico (Buckley et al., 2015).
Diversos son los factores que han desencadenado el envejecimiento poblacional en la actualidad. El desarrollo alcanzado durante el siglo XX mejoró las condiciones sociales, económicas y de salud. La modernización de las sociedades condujo a una reducción de las enfermedades infecciosas y a las tasas de mortalidad por enfermedades previsibles. Así, después de la década de 1960 hubo un aumento sin precedentes en la esperanza de vida, generado por varios factores como los avances en investigación y tecnología médica, programas de salud pública que protegían y beneficiaban a las personas mayores y pobres, y una disminución significativa de los factores de riesgo. Como resultado, la expectativa de vida al nacer se elevó sobre los setenta años en los países desarrollados y, en algunos casos, sobre los ochenta (Figura 1). En un siglo se duplicó la esperanza de vida, un fenómeno sin precedentes que tardaría 2000 años en ocurrir en el pasado (Land y Lamb, 2016).
Desarrollo de políticas para el envejecimiento de la población
La transición demográfica que se producirá en las próximas décadas es uno de los mayores retos a los que se tendrán que enfrentar los gobiernos en un futuro próximo.
La adopción de políticas para adaptar y mitigar el impacto del envejecimiento de la población en el mundo moderno se ha desarrollado desde diferentes niveles, desde parlamentos y organizaciones internacionales hasta niveles nacionales y regionales. Estas políticas varían según la situación económica, política y social del área analizada y sus proyecciones de envejecimiento para 2050. Por ejemplo, la Comisión Europea desarrolló la política de turismo amigable con las personas mayores como estrategia para reducir la estacionalidad del turismo, considerando la importancia del mercado senior para destinos turísticos y sus características. Por ello, esta estrategia promueve iniciativas relacionadas con el empoderamiento de las personas mayores y su participación en actividades de ocio, reduciendo el sedentarismo y creando productos y servicios accesibles para este segmento de mercado (Comisión Europea, 2016).
Desde la perspectiva del mercado laboral, durante décadas varios países europeos desarrollaron programas de jubilación anticipada para hacer frente al problema del desempleo. Sin embargo, el cambio de cohorte de edad en los últimos años hizo necesaria la reincorporación de las personas mayores al trabajo con los desafíos que implicaban tales políticas. En primer lugar, había que crear programas de formación para las personas que se reincorporaban al sector del mercado. En segundo lugar, no todos los empleadores desean traer y capacitar a personas en sus empresas que se jubilarán en un corto período de tiempo. En tercer lugar, las organizaciones sociales consideran que las personas tienen derecho a jubilarse y disfrutar de un período de años saludable. Como resultado de estas políticas, las personas que trasladan su edad de jubilación a períodos posteriores tienen menos tiempo para viajar, especialmente bajo ciertos estándares de calidad de vida e independencia.
Impactos en la sociedad y oportunidades para la industria turística
Los cambios demográficos provocados por el envejecimiento de la población experimentados a nivel internacional, con especial presencia en los países desarrollados, convertirán el mercado de la tercera edad o senior en uno de los más importantes y de mayor crecimiento del sector turístico (Alén et al., 2014). A nivel internacional, los patrones globales sugieren que los adultos mayores consideran los viajes como una actividad importante en sus últimas etapas de la vida. En 2019, el 43% de este segmento realizó de 1 a 3 viajes personales internacionales, y se prevé que pase de 210 millones en 2019 a 250 millones en 2030, lo que representa el 10% de los viajeros. Este cambio en la propensión a viajar se ha estudiado en varios países como Alemania, donde los resultados mostraron que el 73 % de las personas mayores de 60 años tienen propensión a viajar.
Estos cambios que se están produciendo y se mantendrán al menos en las próximas décadas, tendrán un impacto importante en las organizaciones de gestión turística. Los baby boomers se convertirán en la próxima generación del mercado senior y comenzarán a reemplazar a la generación silente. Esto significa que los destinos turísticos deben rediseñar sus productos si quieren satisfacer las necesidades y deseos de esta generación, ya que los productos que desarrollaron para adaptar las generaciones anteriores no tendrán importancia para este mercado. La generación de los baby boomer tiene patrones y comportamientos completamente diferentes a sus generaciones anteriores, los cuales deben ser considerados por la industria al momento de elaborar los planes de desarrollo y ofertas turísticas. Las características del mercado senior representarán un desafío para los directivos de la industria. Investigaciones anteriores parecían estar de acuerdo en que el mercado senior es un grupo heterogéneo que contiene diferentes subsegmentos entre ellos, lo que varía los perfiles de comportamiento de sus clientes. Como mercado potencial, las personas mayores de 65 años son un segmento importante ya que tienen ingresos discrecionales y tiempo para viajar, especialmente en viajes que incluyen distancias más largas desde sus hogares, permaneciendo más tiempo que cualquier otra cohorte de edad. Por ello, es importante definir claramente sus motivaciones, ya que los viajes cobran mayor importancia en los años de mayor edad, cuando se realizan con amigos o familiares (Huber, 2019).
Una de las oportunidades más significativas de los turistas senior es que tienden a permanecer más tiempo en los destinos que visitan, ya que la edad es uno de los factores que inciden en la duración de la estancia. Así, los destinos turísticos necesitan centrarse en desarrollar programas que contribuyan a alargar la estancia de grandes grupos de turistas senior que contribuirán a hacer frente al efecto de la estacionalidad en muchos destinos turísticos. La duración de estos viajes puede incrementarse si las organizaciones turísticas del destino organizan una variada oferta de actividades para este grupo de clientes como compras o programas de actividades (Alén et al., 2014).
Otro desafío que enfrentarán los destinos es el creciente número de clientes con enfermedades degenerativas en etapas tempranas y sus familiares que buscarán un estilo de vida de bienestar durante el mayor tiempo posible, lo que incluye viajar con fines de ocio. Por lo tanto, será necesario crear instalaciones e infraestructura de alojamiento para este mercado específico y el enfoque en el cliente deberá aumentar para satisfacer la demanda de este mercado (Connell y Page, 2019). El sistema de transporte también se verá afectado. La demanda de viajes de las personas mayores aumentará en número de movimientos diarios, distancia y volumen global de viajes. En consecuencia, los sistemas de transporte deberán ser accesibles para las personas con movilidad reducida y las personas con discapacidad, a través de un sistema de servicios especializados.
En resumen, el envejecimiento poblacional es un fenómeno global que genera un conjunto de desafíos y oportunidades. En primer lugar, la adopción de políticas públicas y privadas para mitigar su impacto no puede estar únicamente relacionada con el desarrollo de sistemas de salud e infraestructura accesible; requiere un enfoque más holístico que beneficie a las personas de bajos ingresos. En segundo lugar, la tecnología jugará un papel fundamental en la creación de programas amigables con la edad en la sociedad, que faciliten la vida diaria de las personas mayores. Finalmente, la industria del turismo necesita desarrollar un enfoque proactivo para maximizar los beneficios que representa el mercado senior. Las estrategias deben desarrollarse considerando las características de este segmento, combinadas con la creación de productos, servicios e instalaciones turísticas accesibles a las personas mayores.
Referencias
- Alén, E. et al. (2014) ‘Determinant factors of senior tourists’ length of stay’, Annals of Tourism Research. Elsevier Ltd, 49, pp. 19–32. doi: 10.1016/j.annals.2014.08.002.
- Connell, J. and Page, S. (2019) ‘Tourism, ageing and the demographic time bomb – the implications of dementia for the visitor economy: a perspective paper’, Tourism Review. Emerald Group Publishing Ltd. doi: 10.1108/TR-02-2019-0070.
- Buckley, R. et al. (2015) ‘Tourism megatrends’, Tourism Recreation Research, 40(1), pp. 59– 70. doi: 10.1080/02508281.2015.1005942.
- Comisión Europea (2016) Ageing and welfare state policies | European Commission. Available at: https://ec.europa.eu/info/business-economy-euro/growth-and- investment/structural-reforms/ageing-and-welfare-state-policies_en (Acceso: 15 Julio 2022).
- Huber, D. (2019) ‘A life course perspective to understanding senior tourism patterns and preferences’, International Journal of Tourism Research. John Wiley and Sons Ltd, 21(3), pp. 372–387. doi: 10.1002/jtr.2268.
- Land, K. C. and Lamb, V. L. (2016) ‘Demography of Aging’, in International Encyclopedia of Public Health. Elsevier Inc., pp. 226–232. doi: 10.1016/B978-0-12-803678-5.00101-6
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