Detenida en el tiempo, pero sin perder las esperanzas de renacer y obtener su esplendor de antaño, se levanta justo en el centro norte de la isla de Cuba, la ciudad de Sagua la Grande, en la provincia de Villa Clara. Surcada por el río que le presta su nombre, esta ciudad que el pasado diciembre arribó a su 210 aniversario de fundada, se propone ser un destino turístico que ofrezca al visitante algo más que cultura y patrimonio.
Su lanzamiento como nuevo destino turístico fue el resultado de la Feria Internacional del Turismo (FITCUBA) llevada a cabo en el año 2018. No es menos cierto que la ciudad en aquel entonces, la cual prometía dar un impulso al turismo cubano, se vio afectada por la inesperada pandemia que atacó a todos los sectores de la sociedad. Después de los tiempos donde el Covid-19 azotaba con mayor fuerza al mundo, llegó la ansiada reactivación del turismo.
Muchos destinos del país reconocidos mundialmente han ido recuperando poco a poco las operaciones y los niveles de ocupación, aunque todavía sin alcanzar las cifras prepandémicas.
¿Pero por qué Sagua la Grande (aunque con el arribo de varios visitantes) no ha llegado a ser ese destino que prometía?
En primer lugar hay que reconocer que su apertura al mundo fue en el año 2018 y la pandemia llega al país dos años más tarde, lo cual imposibilitó un mayor reconocimiento y posicionamiento por parte de los viajeros. Al no ser este aún un destino consolidado en el mercado mundial, se suma a ello como otro factor determinante que bloqueó su despegue turístico.
La ciudad aspira a no solo ser un lugar de tránsito, sino afianzarse en el gusto y la preferencia de aquellos que la visitan. La necesidad de restaurar y rescatar edificaciones de gran valor patrimonial constituyen uno de los mayores retos para devolverle la belleza que durante mucho tiempo presumió aunque ya se han recuperado algunas como el Hotel Encanto Sagua que refleja uno exquisito estilo y arquitectura.
La perfecta conjugación de naturaleza, cultura y el mar, figuran como los más representativos de las bondades que ofrece la también conocida «Villa del Undoso». Es propietaria de un centro histórico declarado Monumento Nacional; incluida recientemente en la red de Ciudades Patrimoniales de Cuba. Posee la presencia de una joya geográfica: «Los Mogotes de Jumagua», en donde existen vestigios de las comunidades aborígenes de la zona y es dueña de un endemismo excepcional. Como complemento fundamental se encuentra Isabela de Sagua, un pueblo de pescadores y que guarda con recelos los recuerdos de haber sido uno de los puertos más importantes de la isla, la cual sitúa en la mesa del visitante una gastronomía reconocida nacional e internacional, con platillos típicos donde el marisco es coronado como el rey.
Se hace necesario «Repensar el turismo» en este municipio cubano, cumplido al que nos invita la Organización Mundial del Turismo (OMT), innovando y creando ofertas acordes a la deontología turística y a las motivaciones del turista actual para de esta manera hacer de Sagua la Grande una ciudad tan grande como su nombre.