San Biritute es un monolito guancavilca que se encuentra en la comuna Sacachún de la parroquia Julio Moreno de la provincia de Santa Elena, de acuerdo a varias investigaciones se conoce que este monolito procede del Cerro Las Negras localizado a 2 km. al oeste de la comuna.
Sacachún debe su nombre al cauce de un río intermitente que pasa a un lado del poblado y provee de agua a los habitantes a través de un pozo; el río Cachúl, el mismo que viene de la cordillera Chongón-Colonche, y que hoy es uno de los grandes afluentes de la represa El Azúcar.
San Biritute es una construcción de piedra de conglomerados marinos que mide aproximadamente 2.45 metros de altura, se desconoce quién llamó a esta escultura guancavilca con dicho nombre e inclusive cuál es el origen etimológico de San Biritute, sin embargo el Profesor Francisco Huerta Rendón (1965) explica que «biritute» no tiene relación con ninguno de los idiomas originarios de la zona del Guayas, lo relaciona con la palabra «viritutis» que significa masculinidad u hombría, con el hecho de que la escultura tiene el miembro viril sobredimensionado, y que dicha obra simbolizaba un Dios de la “Lluvia” y de la “Fertilidad”
La obra fue realizada por los hábiles artesanos de la cultura guancavilca que tallaron la figura de un hombre con su brazo izquierdo en posición de ángulo obtuso que señala su miembro viril expuesto, mientras su brazo derecho en posición de ángulo recto, descansa sobre su torso; en su rostro sobresale una nariz recta, mientras que en su cabeza ha sido representada como una forma de tocado (especie de gorra redondeada), destaca también el labrado de una silla o banco en los costados de la figura como en su lado posterior.
San Biritute cobró notoriedad al descubrirse que formaba parte de las fiestas religiosas de la comuna. Era considerado un celoso cancerbero y protector de sus devotos, espantar ladrones, quitar dolores, sus habitantes le atribuyen poderes capaces de generar lluvias y abundantes cosechas e incluso hacia regresar las menstruaciones suspendidas.
En el año de 1952, por órdenes de las autoridades políticas y eclesiásticas, un grupo de militares armados ingresó a la comuna de Sacachún y la escultura fue retirada de aquel sector, el monolito fue llevado a la Avenida 10 de Agosto de la ciudad de Guayaquil para ser exhibido con otras figuras de piedra como testimonio de la Cultura Guancavilca y luego trasladado al Museo Municipal de la misma ciudad.
Desde ese momento empezó la demanda permanente de los comuneros de Sacachún para su pronta devolución, pero estas acciones se lograron concretar en el año 2010 luego de intensas jornadas de trabajo que concluyeron con el desarrollo de un estudio antropológico llamado “Análisis de factibilidad de retorno del monolito de San Biritute a la comuna de Sacachún” liderado por la Lcda. María Eugenia Paz y Miño, cuyas conclusiones demostraban que no existía ningún impedimento para que San Biritute no pudiese regresar a su lugar de origen, y así, se planifico su retorno para el 16 de julio del 2011.
En la actualidad existe el Camino de los Dioses Guancavilcas que es un itinerario cultural desarrollado por el Ministerio de Cultura, que recorre las comunas de Chongón, Limoncito, Juntas del Pacífico, Julio Moreno, Sube y Baja, Sacachún y Buenos Aires, todas ellas integrantes del ancestral territorio Guancavilca a lo largo de 78.4 km., que pretende contribuir con el fortalecimiento de la conservación de la herencia cultural y ecosistema de las comunas incluidas en el recorrido a lo largo de la cordillera Chongón-Colonche. Donde su principal atracción es el monolito de San Biritute con los antecedentes históricos y culturales ya expuestos y es considerado como la figura antropomorfa prehispánica más grande hallada en el Ecuador.
Aunque representa una interesante alternativa de turismo cultural en la provincia de Santa Elena, se debe considerar que existe una carencia de promoción de este recorrido por parte de las autoridades pertinentes y también la falta de empoderamiento de las comunidades, oportunidades de inversión o acceso a microcréditos; pudiendo convertirse así en un punto estratégico de turismo cultural de la costa ecuatoriana.